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¿Cupido se equivoco? (Aokaga)

-Nada te une a mí, lárgate si quieres-decía Kagami a su actual novio

-Me iré imbécil, tu vendrás detrás de mí, lo veras-el chico salió dando un portazo, Kagami quedo furioso por la mierda de novio que consiguió o bueno conseguir es demasiado le vino solo cuando estaba en una fiesta, una noche loca y al día siguiente con pareja. En otro lugar cerca de ahí

-Quita, déjame dormir-Aomine con asco y desagrado quitaba de encima

-PERO ¿QUÉ TE PASA IMBECIL? NO ERES EL ÚNICO AL TENGO DETRÁS-gritaba la chica mientras le tiraba una almohada

-Lárgate si quieres tampoco te pedí que te quedaras, tu viniste detrás de mí-una voz desinteresada y aburrida era la que Aomine tenía en ese momento. La chica salió corriendo de la casa de los Aomine's

-¿Cuál es esta?-pregunto su madre entrando al cuarto de su hijo

-No lo sé, solo quiero dormir-bostezo recostándose en la cama

-Cuando vuelva de comprar quieto esta pocilga ordenada Daiki y como no lo esté, prepárate-su madre era la única que podía imponer miedo al moreno, pero esta vez solo pensaba en una cosa al igual que Kagami:

¿Cupido se equivocó?

Las relaciones de ambos no duraban más de un mes, solo encontraban parejas en las fiestas de su universidad, aunque estaban tan cerca no sé conocían. Aomine sabía de la existencia de un estudiante que destaca por las altas notas en cocina que tenía, ya que Kagami estudian para chef. Kagami sabia del rompecorazones de la carrera de policía, pero no le tomaba importancia alguna, era un hetero y poco más.

-Debería ir a beber-murmuró Kagami mientras veía el desorden de su casa, comenzó a limpiar todo mientras buscaba su teléfono para llamar a su hermano que seguramente estaría con su novio

-Tatsuni-chan-chillo por el teléfono, le encantaba molestar a su hermano con sus infantilerias y él las aceptaba divertido

-¿Ya te deja llamarme tu perro?-dijo Tatsuya divertido, Kagami también se rio suave. En verdad le había prohibido llamar a todos sus amigos, el pelirrojo debía estar devoto a su ex pareja

-Lo deje ahora, ¿salimos a beber?-pregunto Kagami sonriendo feliz sentándose en el sofá, Himuro sabía que iba a pasar así que siempre estaba libre para su hermano

-Claro, ven a casa, iremos con Atsushi-se notaba que estaba enamorado hasta los huesos, Kagami sonrió malicioso

-¡Que envidia, el amor!-dijo burlón mientras Himuro colgaba algo avergonzado. Minutos después le llego el mensaje de su hermano diciéndole la hora que iban a salir

-¡Qué envidia!-murmuro viendo sus redes sociales, justo vio la foto de su hermano y su pareja. Desde la secundaria juntos, la universidad y trabajando por horas, viviendo juntos y felices apoyándose en todo, cosa que él no tenía ni por asomo. En casa de los Aomine's

-¿¡Qué te dije pequeña mierda?!-gritaba la señora Aomine con una cuchara de madera en la mano persiguiendo a su hijo

-Me quede dormido bruja, ahora lo hago-se metió a su cuarto y como flash ordeno todo, aunque metiendo algunas cosas bajo la cama. Después de eso escucho a su madre hacer la cena así que estaba salvado, ahora quedaba planear esa noche

-Llamare al titán-murmuró cogiendo su teléfono, pero al segundo de haber llamado se arrepintió al recordar que vivía con su novio emo

-¿Diga?-la voz chillona del novio de su amigo hizo que su rostro hiciera una cara de asco

-Pásame con el titán, emo-al decir eso Tatsuya ya sabía quién era

-Amor, te llama ese feo negro-iba a reclamar algo, pero la voz de su amigo le callo