1- su mensaje.

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Tan solo en un segundo me devolviste el mundo
Por eso quiero más...

TINI- Te quiero más.


Recuerdo todo como si hubiera ocurrido ayer, podría decir de memoria cada tema del que hablamos. Pero, no por haberlo estudiado, podría decirlo porque estaba tan interesada en descubrir su forma de pensar y de observar de qué forma ve la vida, que por esa razón, le preste mucha atención.

Todo comenzó en diciembre, específicamente para el cumpleaños de mi mamá. Antes de que cortaran la torta busqué mi celular para sacarle una foto, en ese instante ví la notificación de un usuario, al que nombraré Ben.

Su nombre estaba continuado por otros números que no sé si significaran alguna fecha importante para él, eso nunca se lo pregunté.

Él me envió un Holaa :)

Y sobre su chat había otro, me sale sin leer un perfil que nunca antes me había enviado. Era otro chico pero, este pareció más emocionado al hablarme ya que escribió más ases en el saludo, fue algo como Holaaa.

Pero a pesar de observar y pensar eso, le respondí sólo a Ben, desde el primer instante lo elegí a él.

Mi respuesta a su saludo lo sorprendió, dijo que le sorprendió que le haya respondido.

Aquel chico no tenía esperanzas de una respuesta de mi parte y en ese momento no había comprendido el porqué.

Luego confesó que me habló porque en mi foto de perfil demuestro ser una chica linda, eso fue lo que me sorprendió a mí ya que nunca le gusto a nadie.

No sabía cómo responder ante eso, nunca me había pasado, pero recuerdo que me gustó su honestidad al decirlo, y en ese instante supe que le respondí porque él también me pareció lindo, me pareció conocido aunque jamás lo había visto.

Aquel mismo día nos quedamos hablando hasta tarde, estábamos de vacaciones de verano y aprovechamos que no teníamos horarios para hacer algo.

De día no andaba demasiado pendiente de su celular, pero a la noche se conectaba, y ambos nos quedamos hablando hasta las 4 o 5 de la mañana.

Los días fueron pasando a su lado.

Llegó el 24 de diciembre. Se hicieron las doce e hice el brindis con mi familia. Luego de eso busqué mi celular para saludar por navidad a mis amigos. Mi dedo sin querer antes de WhatsApp abrió la aplicación de Twitter; y creí que no estaría mal saludarlo a él también. Le envié un mensaje breve, luego escribí diferentes testamentos para cada uno de mis amigos.

Pasaron los minutos y los vecinos le subieron el volumen a la música que tenían. Con mi hermana nos metimos debajo de la mesa, cada una abrazaba a una de nuestras perras para calmarles el miedo que tenían al escuchar el estruendoso sonido de los fuegos artificiales.

Cuando se tranquilizaron busqué mi celular para llevarlo a la cama.

Al acostarme desbloquee la pantalla y vi que pasadas las doce él también me saludó por navidad, me pareció bonito que en una fecha especial se haya acordado de mí y me saludara. Incluso cuando yo lo había saludado primero.

Sobre todo porque me hablaba alentadoramente sobre esta fecha, como si fuera una noche que a él le gustará a pesar de tener 21 años, y yo a mis 16 tras haber tenido un triste año, lo que menos pensaba era en los regalos que me traería Papá Noel.

Pero él me animó. Incluso revelando las bromas que le hacía su familia al momento de darle sus regalos.

Los días fueron pasando y yo me ponía cada día más nerviosa, sentía que lo estaba conociendo demasiado rápido, ya que era fácil y entretenido hablar con él. Me hacía reír demasiado seguido y eso me agradó. Ahora soy capaz de admitirlo, tenía miedo de que cuando me desconectara él se olvidara de mí.

Era 29 de diciembre y debía mudarme a una casa que aún no tenía internet. 

Era mi primer mudanza. Empacar las cosas y ver lo que había que desechar ocupaba bastante mi tiempo y me ponía nerviosa. Estaba ansiosa porque ya quería acabar con eso, pero él estuvo ahí para tranquilizarme con sus mensajes y me garantizo que no sería algo pesado. Lo sabía bien ya que se mudó un par de veces, no sé porque sus palabras aliviaron mis nervios. Tenía experiencia. Confiaba en sus palabras. Desde ahí le creí todo lo que me dijo.

Sin tener conexión a internet tenía tiempo libre para ocuparme en acomodar y limpiar la casa. Al contratar nuevamente el servicio y poder conectarme a mis redes sociales, vi que tenía mensajes de él que nunca fueron leídos, le respondí y él a mí.

Me alegró saber que me esperó, y eso me hizo pensar que el próximo año a su lado podría ser diferente.

El chico de Twitter. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora