23- desesperación.

72 65 26
                                    

Ella intenta entender pero no puede
Ella huye una y otra vez
Ella llora sola porque puede

¿Conoces a la chica que te mira?
¿Y la amarías de la forma en que ella te amó?
¿Y estarías ahí para ayudarla a seguir adelante?
¿Y la conocerías si ella no te conociera?

Public— Pretty face.

Tanta desesperación de aquel día era para traerme una buena noticia con tristes sentimientos.

Había terminado la relación con ella, era lo que más había esperado y no específicamente para que le fuera mal, sólo que yo quería darle esa clase de amor y consentirlo. Y ni bien quedó soltero me buscó desesperadamente.

Eso reavivó la llama de la ilusión, no puedo negarlo.

Esa llama se extendió y fue quemando cada parte de mi cuerpo al seguir leyendo sus mensajes, al escuchar sus audios llorando.

Recuerdo que fue fácil calmarlo y darle los consejos que vino a buscar. 

Recuerdo que me comporté como una payasa para hacerlo reír, que me quedé hasta tarde para asegurarme de que se expresara diciendo todo lo que siente y así pudiera estar mejor.

Me gustaba estar nuevamente ahí, metida en el mismo chat que él y escribiéndonos sin parar. Aunque mi mente y corazón seguían en guerra, y las piezas que todavía tenía enteras, dudaban si volver era lo que me convenía.

Pero en ese momento sentí que dejé de nadar contracorriente, y el agua ya no me intentaba ahogar, y sólo fluimos ambos hacia la misma dirección. Estábamos juntos, era lindo, nos entendíamos.

Como si era lo que debía pasar, como si éramos con quien debíamos estar. Mi corazón se llenó de felicidad, aunque al mismo tiempo tomo respiración y se preparó para el siguiente golpe que me dará. Porque algo tan bueno nunca dura, no para mí, no para nosotros.

Recuerdo que esa noche ambos nos sinceramos, él tan vulnerable y yo tan rompible.

Volver a tener confianza con él no era lo que esperaba, pero no podía evitarlo aún cuando algo dentro de mí me gritaba que fuera despacio. Que haya dejado a esa chica reconstruyó un poco de mi estúpido corazón, no puedo negarlo, me emocionó demasiado rápido. Me gustó escucharlo llorar por tener el corazón roto, porque en parte ella lo ilusionó como él a mí.

Y sin hablar de estos con mis amigos, volví a él en secreto, porque creí que estando rotos los dos nuestras piezas podrían encajar. Porque algo en mí me decía que esta vez sería diferente, y que después de tanto llanto, ahora si recibiría alegría.

El chico de Twitter. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora