—¡¿Como pudiste?!.. ¡Tenemos una hija!.. ¡TE ODIO!..
Con los ojos cerrados y fingiéndose dormido, el joven hombre de cabellos largos, lacios y negros, se mantenía sentado en el asiento ligeramente roido del viejo autobús. Fue el calor y los repentinos movimientos, como sacudidas, que lo desesperaron e inevitablemente tuvo que abrir los ojos y enderezarse. No estaba seguro si era mejor de esa forma, pues cada que cerraba los ojos aquellas palabras volvían a su mente, las palabras de la discusión más desagradable y dolorosa que había tenido en su vida. La había repasado una y otra vez durante meses, había pensado en que debió emplear otras palabras en ese instante, pero ya no tenia caso.
Al llegar a su parada solo llevaba la mitad del camino, una cuesta de varios metros arriba a pie le esperaba y termino por llegar casi al caer el sol.
Sudado, agotado, y hambriento pudo divisar la extensa propiedad de estilo tradicional.
—¡Pa-pa! — exclamo una pequeña criatura de alrededor de un año y unos meses, que al ver al viajero en la entrada, avanzo a el con tropiezos.
El hombre se dio prisa y corrio hacia la pequeña para evitarle mas caídas.
—¡Lin! — la levanto y la abrazo como si fuera su tesoro más valioso —¡Te extrañe mucho! — dijo intentando contenerse de llorar.
Pocos segundos después se aproximo una figura femenina que con su sombra cubrió el rostro del viajero.
—Ma-ma — pronuncio la pequeña al verla.
—M, Mariah — dijo el viajero con la voz tambaleante —¿Como haz estado?...
—Hola, Ray — respondió en un tono serio y firme.
Después de un muy breve saludado parte de Mariah, Ray la siguió por el corredor, aun con la pequeña en brazos.
—Entrégame a Lin — dijo Mariah poco antes de llegar al salón principal y Ray dudo —es hora de su siesta.
—De acuerdo, ¿puedo acompañarte a...
—Tu puedes esperarme en el salón principal —no lo dejo terminar y le respondió de manera golpeada.
Ray exhalo y busco su camino hasta el lugar indicado.
Habían sido alrededor de tres meses, que Mariah, su esposa, le había echado de esa propiedad que compartían y a Ray no le quedo mas que buscar alojamiento en la ciudad vecina, junto aun ex compañero de los White Tigers, Gary; durante ese tiempo, en el cual la joven madre de cabello rosa corto todo deseo de verlo, Ray se dedico a trabajar arduamente para ahorrar lo suficiente y vivir en un lugar decente, así como también comprarle presentes a su pequeña hija. Pero aun no había usado ese dinero para rentar alguna propiedad, pues su verdadero deseo era arreglar la situación actual y poder volver a casa. Fue entonces que cuando Mariah finalmente lo contacto y le pidió que se reunieran, la esperanza se acrecentó en él.
Esperaba con paciencia que su esposa regresara de arrullar a la pequeña, sentado en el cojín con la mesa vacía en frente; contemplando el lugar y dándose cuenta que nada había cambiado, todas las decoraciones, los muebles, incluso el cojín que él usaba con frecuencia permaneció intacto. Suspiro y sintió que el golpeteo de su pecho se aminoraba.
Comenzó a repasar las palabras que le diría y como se las diría, murmuro hasta que Mariah estuvo de regreso.
—¿Le tomo mucho dormirse? — pregunto el joven padre.
—No... ¿Té?
—Agua esta bien —Se sentaron frente a frente, Ray dio primero unos sorbos a su vaso, sin embargo la sed lo venció y se empino el recipiente, al termino dejo salir un sonido de alivio —Muchas gracias.
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BEYBLADE "Glorias del pasado, batallas del presente" (Fanfic)
AdventureEl mundo que parece pacifico se acerca a su fin, la espiral esta fragmentada, sus protectores han sido corrompidos... Aquello relacionado con Beyblade a quedado atrás, los torneos, los equipos, todo. Los famosos Beyluchadores están en el olvido; Tys...