Cinco y Vanya tenían un amor secreto desde pequeños. Un día Cinco viajo al futuro y no regresó. Vanya siguió con su vida, trabajo, su amor al violin y su novio actual. Cierto día, todos los hermanos juntos en la academia umbrella presencian un suces...
A la mañana siguiente Vanya despertó un poco confundida. No recordaba casi nada de la noche anterior, solo tenía la idea de haber visto a Cinco antes de quedarse profundamente dormida. Aún mareada se levantó y se dirigió a la cocina.
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-Oh amor, despertaste- Le dijo una voz desde allí -Harven, que haces aquí?- Respondió vanya refegandose los ojos -Pues se me hizo raro que no fueras a tu clase de violin hoy y decidí venir a verte - Dios!- Agarrándose la cabeza con sus manos-- La clase, la olvidé por completo -Si, lo noté. Dormías tan bien que no quise despertarte ¿paso algo? -No, no todo bien- dijo vanya aunque seguía confundida- Debo ir a la academia ¿te acompaño a la cafetería? - Si amor vamos
Así Vanya acompaño a su novio se hacia la cafetería donde trabajaba y ella siguió hasta a la academia. En el camino trataba de recordar que había sucedido la noche anterior pero sus recuerdos aún no regresaban. Al llegar ala academia subio por las encaracoladas escaleras que se dirigían a las habitaciones. Especialmente se dirigió al cuarto de Cinco, esperando encontrarlo allí. Y sin duda allí estaba, entretenido con sus ecuaciones indescifrables que sólo el podía resolver dibujadas por todas las paredes de la habitación, si es que se le podía llamar una habitación. Cinco estaba tan concentrado que no se percató de la presencia de vanya allí hasta que ella le dirigió la palabra.
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-Cin.. Cinco -Vanya, no te escuché entrar -Disculpa, debí llamar. Oye necesito preguntarte, que sucedió anoche? Lo único que recuerdo es verte a ti y quedarme dormida. Necesito que me cuentes que pasó. -Okey, anoche te encontré en un bar, estabas muy ebria como para mantenerte en pie. Me pareció correcto llevarte a casa. No podía dejarte sola en ese estado. - Oh Dios, tienes razón. Hiciste bien. Pero.....¿De verdad eso fue todo?
En ese momento Cinco dudo si debía decirle de aquel inocente beso que ocurrió. Pero prefirió callarlo.
-Si, eso fue todo. No te preocupes- Y se dirigió a sus ecuaciones nuevamente -Okey- Vanya ya dispuesta a irse- Oye, realmente si estaba preocupada por ti ayer, sol... solo era eso. -Esta bien, lo se. La miro y guiño su ojo.
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Vanya sonrió y desapareció detrás de la puerta. Cinco se quedó con las ganas de seguirla y decirle todo lo que en realidad había pasado, todo lo que sentía cada vez que estaban cerca, lo vulnerable y humano que lo volvía. Porque ella lograba sacar sus mejores sentimientos que tan ocultos los lograba mantener.
