Capítulo 2

1.1K 96 52
                                    

Conny, ya siendo recogida para una nueva familia ya estaba a punto de irse, con su pequeño trajecito que siempre llevaban los que ya se iban. Todos los niños se encontraban ahí, otros miraban desde lejos, otros apoyaban a Conny, pero la mayoría no podía evitar llorar o estar triste.

Tessa entorno los ojos, tal vez no lloraba, pero sentía un nudo en la garganta, sabía perfectamente que no siempre todos los niños se quedarían, y que tarde o temprano tendría que irse ¿Era realmente esto lo que se sentía perder a alguien? Si fuera madre ¿Sería capaz de soportar todo este dolor? Sintió como si tuviera piedras en el estómago, como si no pudiera respirar, ¿Cómo se sentiría Isabella ahora mismo?

-Bueno Conny, ya es hora de irse-anunció Isabella con dulzura, sin que su voz se quebrará. La de ojos ámbar ya no alcanzo a escuchar nada más porque se había ido lejos, ella no podría aguantara el dolor una vez más. Sus pasos la condujeron al comedor donde aún se podían escuchar las voces de los demás. Esta se dispuso a sentarse en una silla encorvándose, intentando poder tranquilizarse, tenía los ojos vidriosos, amenazándola duramente en explotar en llanto total. Pero ella debía de ser fuerte, mantenía un esfuerzo por no llorar como los demás.

Podía sentir como todo su cuerpo se había desconectado, no podía sentir nada, no podía mover nada, estaba completamente inmovilizada por su mente, sentía como su cuerpo era pesado, lo único que podía hacer era ver como las gotas de lágrimas caían hacia la antigua madera, viéndola caer una tras otra. 

De repente está escuchó unas pisadas que provenían de la entrada del comedor, la castaña se limpió lo más rápido posible sus lágrimas para después de golpe levantar la cabeza para voltear a ver quien se acercaba. Pero no había nadie para su sorpresa, de todos modos, Tessa no le tomo mucha importancia, esta se animó a levantarse una vez que parecía que Conny ya se había ido.

Una vez que todos empezaron a hacer el aseo por todo el orfanato, la de ojos ámbar no podía evitar mirar de reojo la ventana, teniendo la esperanza de que la pequeña niña rubia de coletas volviera, alguna vez quizás. Todos los niños que se iban prometían volver pero siempre dejaban sus promesas a medias ¿Realmente su familia consideraba que era mejor que los niños olvidaran su antigua vida en el orfanato?

Deseaba lo mejor para Conny, ella era demasiado dulce y amable, quizás su familia le iba a dar mucho amor. Después de todo, ella se lo merecía por siempre causar ternura en los corazones de los demás. Jamás se había sentido tan vacía, incluso si sabían que tarde o temprano todos se marcharían Tessa no sería capaz de aguantar todo ese dolor. La pequeña rubia de dos coletas era el primer obstáculo, pero pronto cada vez sería más difícil, ¿Qué pasaría si se llevasen a Anna antes que a ella? Ante esa pregunta sintió un vuelco en el corazón. No quería imaginarse como sería no volver a verla dentro de meses o tal vez años. Ahí sería el punto débil de ella.

- ¡Conny, enserio!!?-Exclamó una voz que interrumpió los pensamientos de Tessa. Esta tenía la total atención de la que parecía ser Emma quien había alzado la voz.

Tessa vio que Norman se acercaba mientras le murmuraba algo que no alcanzó a escuchar mientras que Gilda también se les unía y finalmente Ray.

- ¿Qué habrá pasado?-preguntó Anna acercándose mientras veía a los dos jóvenes del otro lado angustiada.

-Parece que Conny dejo a Little Bunny. – respondió la joven acercándose desapercibidamente.

En efecto, era el pequeño conejo de peluche que le pertenecía a Conny, la niña ya adoptada. Esta vio las preocupadas miradas de Norman y Emma ¿Acaso podrían ellos dárselo a la pequeña rubia?

-Vamos a ir a dárselo. – propuso Emma.

Norman solo se limitó a asentir para que después los dos salieran corriendo tras la pequeña rubia de coletas. Tessa volteo a ver a su alrededor encontrándose con la figura del de cabellera azabache quien veía como sus compañeros se iban.

⌦.。*♡❝𝙂𝙤𝙙 𝙙𝙖𝙢𝙣 𝙞𝙩! ❞ 𝘙𝘢𝘺 𝘹 𝘧𝘦𝘮!𝘳𝘦𝘢𝘥𝘦𝘳 [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora