Al Pie de tu Boca:

67 13 1
                                    

“Cierra los ojos”

Me decía a mí mismo,

Mientras presenciaba como lentamente tus parpados se cerraban,

Como las corredizas cortinas de aquella ventana que evita dejar pasar hasta el mínimo rayo de sol.

Lentamente te acercabas hacia mí, dejando un suspenso que me mantenía petrificado ante lo que estaría a punto de pasar...

¡Ni siquiera estaba seguro de lo que pasaría!

Tus dedos se posaron en mi brazo, y a causa de tus nervios, empezaron a toquetear sutilmente mi antebrazo, como los hilos de una armoniosa arpa...

Mas fue mi conmoción, al sentir una leve brisa que levanto levemente tu cabello, mostrándome tus mejillas sonrojadas.

Eso me conmovió.

Y tal fue, que me dio la seguridad de levantar mis manos, dejarlas aterrizar en tus rojizas mejillas, haciendo a un lado tu cabello, que se movía con tal naturaleza junto al viento que lo hacía ver indomable,

Dejando recostados dos de mis dedos bajo tu oreja, acerco tu rostro aún más al mío, y allí sentí tu cálida respiración dejarse llevar y permitirme callar sus suplicas de anhelo, posando mis labios en los tuyos.

En ese momento la gravedad no existía y la realidad era relativa, pues podía estar en cualquier parte del mundo, pero solo a tu lado...

Y al retirar, rigurosos, nuestros labios, nos miramos;

Admirando tus ojos,

Y esas pestañas gruesas y livianas, como las alas de un ángel que, reposándolas, acobijan tus ojos, brindando descanso a tu mirada.

Y aunque no hubiéramos dicho nada, nuestras almas guerreaban por salir y danzar al hablar,
pero fueron calladas por la unión desesperada de nuestros labios, que otra vez volvían a saciar su inmortal sed de amor.

Letras Desnudas [ EDICIÓN TERMINADA ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora