Capítulo 05

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Los labios de Lan Zhan eran fríos y suaves al mismo tiempo, el aroma a sándalo inundó sus fosas nasales llenándolo de una agradable calidez y sin entender lo que sucedía continuó de pie sin alejarse. El beso era dulce; una ligera presión sobre los suyos y nada más, un acto puro y lleno de amor.

Lan Wangi comenzó a temblar.

Wei Ying se percató del ligero temblor que cubría al vicepresidente estudiantil y como en otras ocasiones había hecho con otras personas, tiró del cuello de su camisa para acercarlo más e infundirle confianza, en un movimiento sutil lamió su labio inferior provocando que el otro abriera la boca y él lograra colar su lengua en el interior.

Él poseía toda la experiencia necesaria —aunque fuera su primera vez con alguien de su mismo género— para comandar un beso y Lan Wangi de forma molesta se percató de ello.

El beso se detuvo.

Lan Wangi dejó una sutil mordida en su labio antes de alejarse de un sorprendido Wei Ying que con los ojos casi desorbitados y labios ligeramente hinchados intentaba recobrar el aliento.

—Lan Zhan... yo...— no se atrevió continuar, ¿Cómo podía explicar sus acciones confusas sin sonar frívolo o grosero?

—...

—¿Estás interesado en mi?— inquirió finalmente.

Sujetó con fuerza la tela de sus pantalones y con voz temblorosa respondió:

—Mn.

Wei Ying suspiró.

No era la primera vez en la cuál un hombre aceptaba estar interesado en él —su actitud ligera y despreocupada atraía a todos por igual— pero si era la primera vez en que alguien como Wangi, un estudiante talentoso y de comportamiento estrictamente correcto, le confesaba algo así y él no sabía como sentirse al respecto.

—Lan Wangi... yo... ¡Wow! No se que decirte— balbuceó con voz exagerada —. En verdad tus palabras y bueno el beso en sí me a sorprendido, es que nunca me imaginé que a ti te gustaran los hombres— un ligero tono rosa resurgió en las orejas de Lan Zhan —. No tengo nada en contra de ello, al contrario, creo que todos tenemos el derecho de ser como queramos pero tú y todos los demás saben que, bueno, que me gustan las mujeres— al notar la mirada cabizabaja se apresuró a decir —. No te estoy rechazando, no es eso, solo que tú eres especial, es decir, si te comparo en belleza o incluso en con quien prefiero estar contra todas las mujeres con las que me he relacionado sé que tú ganarías pero no puedo decir que tenga un sentimiento por ti, no uno que vaya más allá de la amistad— admitió —. Eres importante en mi vida y me siento halagado por tu interés pero no sé si sea capaz de corresponder de igual forma, nunca he querido de esa manera a nadie y tú no mereces que alguien juegue contigo pero si tú lo aceptas podemos continuar conociéndonos, no como pretendientes y así, tampoco como amigos, solo como dos personas que se aprecian y sí algo se da podría decírtelo o de lo contrario podrías alejarte y buscar a alguien que si te corresponda como mereces.

El corazón del gemelo latía con fuerza, no era lo que esperaba, en realidad imaginó un futuro caótico en donde Wei Ying lanzaría improperios al aire y se sentiría humillado por ser besado por un hombre, o pensó en ser rechazado y nunca poder volver a acercarse a él, o simplemente recibir un "eres mi amigo y nada más" pero no, Wei Ying le ofrecía una oportunidad para permanecer a su lado y eso era más de lo que él esperaba.

Asintió.

Una sonrisa auténtica y rebosante de alegría se deslizó del rostro de Wei Ying.

—Er gege— murmuró contra su oído —. Me alegro que permanezcas a mi lado.

Lo abrazó fugazmente antes de alejarse en dirección al festejo.

Y Lan Wangi no dudó en seguirlo aún con el corazón latiendo con fuerza.

... ... ...

1, 2, 3...

4, 5 y 6 tragos más.

Varías tragos de licor fueron suficientes para que Wei Ying comenzara a desvariar y perder —aún más— la compostura y cualquier gramo de vergüenza que habitara en él.

—Vamos er gege, bebe conmigo— insistió mientras intentaba que el gemelo Lan abriera los labios y así verter el licor en su boca, sin embargo no lo consiguió.

—Wei Ying, detente— murmuró preocupado por el estado actual de su amigo.

Wuxian lo ignoró.

Antes de seguir insistiendo, alguien jaló de su camisa y al voltear descubrió a una joven inocente a su lado:

—Wei Yuandao, felicidades— saludó la chica con un abrazo efusivo.

—MianMian ¿Por qué no has llegado antes? Creí que estarías en mi celebración privada— dijo Wei Ying mientras la abrazaba y dejaba un beso en su cabeza.

Aunque todos decían que ella lo anhelaba, la verdad es que para él MianMian solo era una buena amiga —a excepción de su ultima fiesta en donde se atrevió a besarla y nada más — que no lo juzgaba como el resto y es por esa razón que él la consideraba cercana. Con el vaso lleno de licor en la mano se acercó a ella.

—No importa, ya estás aquí. Bebe conmigo— incitó el joven entregándole el licor pero antes de que ella lo tomara, alguien lo impidió.

Ante la mirada atónita de ambos, Lan Wangi ingirió todo el alcohol de un solo trago.

—¡Ugh, Lan Zhan!— expresó con alegría, una carcajada sonora le siguió y unas palmadas en la espalda —. ¡Vamos, la noche es larga, bebe conmigo! Quiero que bebas conmigo.

MianMian terminó despidiéndose de ambos partiendo en dirección de su grupo de amigos y comenzando a disfrutar de la fiesta.

—Solo conmigo— murmuró el joven de expresión fría y modales estupendos mientras en un acto vivaz sostenía la cadera del intrépido chico alcoholizado y lo acercaba a él.

—Si, solo beberé contigo, er gege— dijo mientras sonreía muy cerca del rostro de Lan Zhan.

Acto seguido, el joven Lan se separó de él solo para buscar un asiento libre en la cocina de la casa donde servían el alcohol, al llegar a él se recargó en la mesa y cerró los ojos.

—¿Lan Zhan? ¿Er gege? ¡Lan Zhan!— lo llamó con insistencia antes de descubrir que su amigo dormía.

¡Dormia!

¡Lan Wangi durmió con el primer trago!

Así entendió que la poca resistencia al licor venía de familia.

Sin saber que hacer lo dejó dormir en esa incómoda silla y buscó a sus amigos, visualizando a Nie Huaisang que bailaba rodeado de varios de sus compañeros de fiesta.

—¿Y Lan Wangi, xiong?— inquirió con interés al verlo.

—Dormido— expresó, luego su gesto sonriente se transformó en uno preocupado —. ¿Por qué no éstas bebiendo?

Nie Huaisang se mostró turbado.

—Beber es malo, xiong— musitó —. Te hace cometer errores de los cuales terminas arrepentido. No volveré a beber pero si quiero bailar.

Wei Ying no entendió en absoluto y en cambio se dedicó a disfrutar de la fiesta.

Al abrir sus ojos claros ligeramente turbios, Wangi descubrió que estaba sólo y no dudó en ir al encuentro de Wuxian, paró en seco al descubrirlo como la primera vez; cubierto de sudor y moviéndose sensualmente al compás de la musica mientras otras personas buscaban llamar su atención.

La ira recorrió su sistema como una zambullida de libélula y corrió hasta él tomándolo del brazo y juntando sus labios con fiereza.



Noches Y Estrellas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora