《 Ła Đama Čon Ûn Mazo Đe Čangrejo 》

23 Flores de Luna

Tilly se despertó sola en la cama.

Pero ella no estaba realmente sorprendida. En su vida anterior, siempre se despertaba sola. Eso era porque Kiho siempre se despertaba temprano para su entrenamiento matutino.

[Probablemente esté blandiendo su espada o algo así.]

Ella se levantó y se lavó la cara primero. Luego, se puso la bata mientras caminaba hacia la enorme ventana.

En su segunda vida como Matilda Yap en el mundo moderno, comenzaría la mañana con un café. Luego, corría por el exclusivo pueblo donde vivía o iba al gimnasio a hacer ejercicio. Después de eso, iría a la oficina a trabajar.

[Este mundo tiene café, pero en nuestro imperio, el té sigue siendo la bebida número uno].

Además, no podía simplemente correr o hacer ejercicio incluso en la propiedad de su padre. Como hija de un duque, era una dama noble que tenía que defender su dignidad. El único ejercicio que se le permitió hacer fue caminar. Por eso daba un largo paseo por el jardín después de cada comida.

[Pero extrañaba correr y hacer ejercicio].

Una vez intentó hacer yoga, pero cuando Isabelle y las otras sirvientas vieron las posiciones "extrañas" que hacía, armaron un escándalo. Según ellos, esos movimientos eran muy "poco femeninos".

[Te envidio, Kiho.]

Tilly apoyó los codos en el alféizar de la ventana mientras se sostenía la cara con las manos.

Desde su punto de vista, podía ver claramente a Kiho en el patio. Como esperaba, estaba practicando el balanceo de su espada. Al igual que lo que recordaba en el pasado, sus movimientos eran pequeños y precisos. Sin movimientos innecesarios en absoluto.

[Mira su postura…]

Ah, también podía ver a Damian, Whitton y Blake corriendo por el patio, pero apenas podía prestar atención a los tres.

¿Cómo podía ver a otros hombres cuando Kiho era tan hermoso que casi la cegaba? 

[Sí, quería golpear mi vida pasada por ignorar a un hombre como Kiho.]

El capitán no era un 'bocadillo', era toda la maldita comida del curso. 

[Kiho es tan sexy.] 

El capitán pareció notar su mirada ~ lujuriosa ~ porque dejó de balancear su espada para volverse en su dirección.

Tilly sonrió y saludó a Kiho.

Kiho volvió a guardar su espada en la funda.

Entonces, de repente desapareció.

[Espera, ¿qué?]

Unos parpadeos más tarde, Kiho apareció de repente ante ella. Estaba en cuclillas en el alféizar de la ventana mientras se sostenía del marco. Y su rostro estaba a solo un suspiro del de ella.

[Tan guapo.]

"Buenos días, bebé", la saludó Kiho con su voz baja y ronca. "¿Dormiste bien?"

Tilly no pudo evitar sostener su rostro entre sus manos. "Loco. ¿Cómo puede alguien ser tan guapo? Eres más bonito que yo, Kiho."

"Eso no es cierto", dijo. "Eres la más hermosa para mí, Tilly". Ella sonrió y lo recompensó con un ligero beso en los labios. "Es un buen día, de hecho."