《 Ła Đama Čon Ûn Mazo Đe Čangrejo 》

174 Tres pequeñas palabras

"¡SEÑORITA LUNA!" Tilly llamó a la bruja presa del pánico cuando apareció de la nada en medio de su oficina. 

Tan pronto como vio que Luna estaba sola, ya sabía que su plan falló.

[ Su Santidad... ]

"Mis más profundas disculpas, Lady Nystrom," dijo Luna con voz temblorosa. 

Luego, se arrodilló y se inclinó ante ella hasta que su frente casi golpeó el suelo. 

"Pude sacar al santo de la sala de oración. Pero parecía que el emperador había colocado una barrera más fuerte alrededor del templo. Entonces, vino el Tigre Dorado". Sus hombros comenzaron a temblar cuando su voz se quebró. "Su Santidad me pidió que me fuera. Se quedó atrás para evitar que el Tigre Dorado me atacara".

Su corazón se rompió por la bruja.

Esta fue la primera vez que Luna rompió a llorar desde el primer día que la conoció.

"Lo siento, señorita Luna", dijo con voz débil. Luego, se arrodilló frente a la bruja y le puso una mano en el hombro. "Esto es mi culpa. No debí haberte enviado al templo sola."

La bruja levantó la cabeza para mirarla. Entonces ella sacudió la cabeza. 

"No es su culpa, Lady Nystrom", dijo mientras se secaba las lágrimas de la cara con las manos. "No pude salvar al santo porque todavía me falta como bruja".

"No le falta, señorita Luna. Lo hizo bien", dijo con una sonrisa. Para ser honesta, quería llorar con Luna. Se perdió una vida porque todavía estaba débil. Pero, lamentablemente, no tuvo el lujo de derrumbarse. "Señorita Luna, lamento preguntarte esto, pero ahora es la única persona en la que puedo confiar. Por favor, cuide de Kiho y de Winter. Asegúrese de que lleguen al Monte Sola de forma segura".

Luna parecía confundida pero era comprensible. 

"¿Qué quiere decir con eso, Lady Nystrom?"

Tilly sonrió de nuevo a pesar de que estaba empezando a asustarse por su propia decisión. 

"Señorita Luna, voy a despertar el corazón y recuperar mis recuerdos como Soleil Rosenberg".

***

Kiho abrazó a Winter con más fuerza cuando sintió la presencia de la señorita Luna.

[ No pudimos salvar a Saint Forrester. ]

Estaba enojado, muy enojado, pero tuvo que contenerse. Dos Dioses Bestia ya estaban bajo el control de Su Majestad. Si bien sabía que podía vencerlos, no arriesgaría la seguridad de su familia. Huir por ahora era la mejor opción para sobrevivir.

"Hermano Rival, estás aplastando al bebé", dijo Flint, que estaba sentado en el sofá frente a él, preocupado.

Los pensamientos de Kiho se cortaron tan pronto como escuchó lo que dijo Flint. 

Inmediatamente miró a Winter en sus brazos. Su hijo estaba haciendo pucheros y estaba a punto de llorar. Inmediatamente aflojó su agarre sobre su bebé. 

"Lo siento, pequeño bribón", dijo mientras lo mecía. "¿Estás herido?"

Winter negó con su pequeña cabeza, pero aún parecía molesto.

"Lo siento, pequeño sinvergüenza", dijo, luego besó la frente de su hijo. "Papá no quiso hacerte daño."

Parecía que su bebé ya lo había perdonado porque dejó de hacer pucheros.