《 Ła Đama Čon Ûn Mazo Đe Čangrejo 》

62 Bestia Sacerdotisa

Tilly estaba satisfecha con su apariencia.

Para la ceremonia de hoy, lució un vestido granate con una blusa de malla negra. Ella también usó un juego completo de joyas. Sus pendientes, collar, pulsera, anillo y broche tenían perlas negras.

Su cabello estaba cuidadosamente recogido en un moño y usaba lápiz labial negro.

Leni y Lani se sorprendieron por su audaz elección de maquillaje, pero las gemelas estuvieron de acuerdo en que lo logró muy bien.

[Realmente tengo un encanto sexy.]

De todos modos, cuando escuchó un golpe en la puerta seguido de la voz de su esposo, pidió a las criadas que se fueran. Después de saludarla a ella y a Kiho, las gemelas abandonaron la habitación.

"Cariño, ¿has terminado?"

Tilly se dio la vuelta cuando Kiho se paró detrás de ella.

Oh.

Su esposo lucía tan elegante con su uniforme como el capitán de los Caballeros de la Serpiente Negra. Su chaqueta de túnica negra con cuello y puños de terciopelo y la capa dorada de un hombro realmente lo hacían lucir diez veces más sexy. Y los guantes negros. Maldita sea, le quedaba tan bien.

[Dios, gracias por darme otra oportunidad de casarme con este hombre.]

"Hola, preciosa", saludó Tilly a su marido, que tenía una expresión divertida en el rostro. Parecía mitad complacido, mitad asustado mientras miraba su vestido. "¿Qué pasa?"

"Tilly, te ves maravillosa", dijo Kiho cuando la miró a la cara. "¿Pero por qué le gusta que asista a un funeral? No vamos a presentar sus respetos a la señorita Lahara ya que no tenemos acceso a la Torre Blanca".

Por supuesto que ella lo sabía.

Pero todavía se vestía de esa manera porque quería "llorar" en secreto a la princesa Nia. Bueno, la perra lamentablemente sobrevivió, pero se aseguraría de que una vez que despertará, no podría volver a poner un dedo sobre ella y su familia nunca más.

Al principio, se sintió culpable por la muerte de Lahara. Pero se recordó a sí misma que si la caballera maga todavía estuviera vivo, la habría matado primero bajo las órdenes de la princesa solo para recuperar su corazón.

[Pero la próxima vez, seré más sabia cuando haga otra muerte.]

"Usar ropa oscura me haría ver más delgada", mintió Tilly. No era como si pudiera decirle a Kiho que vestía ropa oscura para burlarse de la princesa en coma. Bueno, fue un poco mezquino por su parte hacer eso, pero quería expresar su alegría a través de la moda. "Me preocupa parecer gorda ahora que estoy embarazada".

"No estás gorda, Tilly. Tampoco te ves gorda", dijo Kiho con cuidado. "E incluso si aumenta de peso, está bien. Es normal que las mujeres embarazadas aumenten de peso, ¿no es así?"

A ella le gustó lo que dijo, pero decidió burlarse de él. "Kiho, escuché que la mayoría de los hombres engañan cuando sus esposas están embarazadas. Una vez que la panza de una mujer crece, será difícil para ella hacer el amor con su esposo". Él se sonrojó por lo que dijo, pero ella continuó de todos modos. "Escuché que esa es exactamente la razón por la que los hombres hacen trampa en esos momentos".

"Nunca te engañaré, Tilly", dijo con seriedad. "Especialmente no por esa razón superficial".

Su alegría se desvaneció cuando recordó por qué se divorciaron en su vida pasada.