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Tras después de esa extraña situación, viví día a día con temor.
Temor de que el calenturiento ese entrara de la nada en mi cuarto y como la cobarde que soy, evitaba estar lo máximo posible con él durante el día y me encerraba con seguro en cuanto podía.

Por las noches apenas dormías, pero entonces mi cuerpo cansado colapsaba y me acababa durmiendo con la angustia en el cuerpo.

Aquello me pasó factura en clase pues mi falta de concentración se acentuaba en mis notas.

Maldije cada uno de mis días y cada una de mis noches al maldito pervertido con el que vivía.

Y por si eso no era poco, llevaba días topándome con la indeseable.

Sí, yo sé que sabes.

Y sinceramente, aún no me podía creer que día tras día tuviese que aguantar al dúo estresante.

Con uno vale, ¿pero los dos?

Puse los ojos en blanco por décima vez en el día.

-Perdonad la pregunta, pero..... ¿qué hacéis en la facultad de Artes?- pregunté mordaz.

-Vengo a ver a mi novia- dijo sin más Mike.

-Yo.... -Selina pareció pensárselo.

Y yo,yo sentí un tic en el ojo tras escuchar al indeseable llamarme de esa forma.

-No soy tu novia- dije fría.

-Es verdad, eres mi esposa- dijo él.

Y otra vez los ojos en blanco esta vez acompañado por un suspiro cansado.

Por curiosidad giré tímidamente a ver a Selina y sus ojos me cogelaron.

Su expresión de furia era tan evidente que me fue imposible no ver el celo y la furia en ellos.

Pero no entendía, ¿estaba celosa de que no le prestasemos atención o que Mike fuese el que pasaba de ella?

Y no, en ningún momento me puse a pensar que era por mí, porque era más que obvio que nadie le prestaría atención a un personaje como el mío.

Y si bien, en algún dejé de ser un personaje extra en la serie, al lado del halo brillante de Selina, la protagonista, me sentía igual que una hormiga.

Tras un escalofrío que me recorrió entera, dejé la morbosa imagen de Selina y sus ojos brillando de furia y rápidamente recogí mis cosas y con mochila en mano aceleré el paso hacia mi siguiente clase.

Mike me dio caza, pero al ver que detrás de él había una Selina con el rostro distorsionado por la furia, mi pasó se aceleró aún más al punto de ser tres personas corriendo una tras otra, yo encabezando las cosas.

Tú ríete pero en ese momento sentí pánico, el verdadero terror.

-¿Layla?-escuché a Mike, pero seguí mi camino veloz.

-Mike-se escuchó la voz de Selina.

-Layla,corre porque tu vida depende de ello-me susurré para darme ánimos.

-Maldita sea Layla, para-volvió a resonar la voz del hombre- ¿Selina que haces siguiéndonos?

-Mike espera yo-

-¿Qué, no?-escuché a Mike decir asqueado-quita bicho.

Y después de decir eso, el paso de Mike aceleró de tal forma que en menos de un segundo ya estaba a mí lado y ahora era yo la arrastrada.

Y como buen gato que fui en mi última vida, la curiosidad me ganó y volví a ver a la chica que nos seguía y que había parado tras escuchar lo dicho por el segundón este.

Su cara demostraba enfado total y la vi patear el suelo como una niña con los puños blancos y sus ojos furiosos deseando mi muerte.

Tragué audiblemente y me giré para evitar ver algo más.

I'm not a side characterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora