I'm not a side character

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No dije nada y me limité a dejar que me abrazara, de vez en cuando mis manos lo acariciaban un poco, intentando calmarlo.

-Auch- me quejé al sentir como los arañazos rozaban con su ropa, él pareció escucharme y se alejó un poco de mí.

Con sus ojos fijados en mí, comenzó a ver los arañazos que decoraban mi mandíbula.

-¿Quién te ha hecho esto?- lo escuché con una voz más grave de lo normal.

Cuando iba a decir algo, lo vi lanzarse a Matías y cómo le daba un puñetazo.

Asustada me lancé, yo también por supuesto, a impedir que siguiese con los golpes.

-No, Mike, suéltalo- dije mientras jaloneaba con él- me ha salvado, Mike- gritaba mientras me abrazaba al brazo con el puño cerrado intentando evitar que siguiera con los golpes.

-¿Qué quieres decir?- preguntó Mike aún con una mano sujetando a "sir protagonista", sin llegar a mirarme aún.

-Él-dije sin aliento sujetando, o al menos intentándolo, el brazo de Mike con el puño en alto-él me ha salvado, Selina me arrinconó apenas salí de mi última clase y me amenazó, me tenía sujeta de la barbilla y cuando sir- me aclaré la garganta para evitar decir lo que pensaba decir y continué explicándole- es decir, Matías, me alejó de ella, sus uñas no pudieron evitar arañarme.

Él pareció comprender que lo que le decía era la verdad y soltó a sir protagonista, este se tambaleó pero consiguió mantenerse de pie.

Mike por otro lado se volvió a acercar a mí y con una delicadeza impropia de él, me sujeto a ambos lados de la cara y me fue moviendo la cabeza para observar mejor los arañazos que me decorarían la cara durante de un par de días.

-Maldita gata psicópata- lo escuché maldecir por lo bajo.

Yo no pude evitar reírme por el extraño mote que le había puesto a su anterior supuesto amor verdadero.

-¿De qué te ríes?, mira cómo te dejó la cara- me regañó con el ceño fruncido- como se acerque otra vez a ti o a mí deseará no haber nacido, nadie debió de haber creado a ese monstruo- seguí escuchándolo quejarse y no pude evitar que una sonrisa se me escapase, que se enfadara por lo que aquella loca me había hecho y en mi nombre me calentó el corazón.

-Tranquilo- susurré antes de alzarme de puntillas y besarlo, para acallar su rumeo de insultos y quejas hacia la loca esa.

Juro que sólo pretendía hacer que callara, pero jamás pensé que un pico se transformara en un beso apasionado.

Una tos fingida nos recordó dónde estábamos y volví a la realidad, mi cara volvió a ser víctima de la vergüenza y el rojo se apoderó de ella, ambos nos volvimos para ver cómo Sir protagonista seguía ahí con una mueca.

-Será mejor que nos fuéramos- lo escuchamos decir con un tono avergonzado.

-Sí, es verdad- apoyé la moción mientras empezaba la caminata, con una mano agarré a Mike y lo arrastré, evitando que se quedase a solas con Matías y recurriera nuevamente a los golpes.