ASESINO PASIONAL

AMOR AL PRÓJIMO

Mantén la calma, pensé para mí mismo cuando los vi a todos en mi sala de estar, solo mirándome. Mi padre y el pastor mostraban una expresión de enojo, mientras que mi madre solo parecía angustiada. Bler, bueno, no podía decir lo que estaba pensando, lo cual era extraño porque era bueno para leer gente como él. Los tontos deportistas que pensaban que las personas como yo no era más que escoria.

Tal vez si actuó de forma natural simplemente me ignoren. Mirándolos ahora, sin embargo, sentí que sabían que acababa de llegar de la casa de Rodrigo. Lo que empeoraba las cosas era que acababa de perder mi virginidad con él, y me hizo arder la piel de que pudieran saberlo.

Sin dedicarles otra mirada, continúe mi camino hacia mi habitación. Para mi completa consternación, mi padre me hablo, antes de que pudiera subir dos escalones.

— ¿A dónde crees que vas? — Pregunto.

—A mi habitación—, dije despreocupadamente. A pesar de mi corazón acelerado, mantuve una actitud relajada.

¿Qué podría hacer mi padre? ¿Golpearme? No, el haría eso mientras el pastor estaba parado frente a él. Eso seguramente arruinaría la reputación que tenía, y el pastor no era alguien que tolerara el abuso.

Sin embargo, él estaba rodeado por mi abusador. Su hijo, que intento quitarme lo homosexual, mi padre, que me golpeo por ser "irrespetuoso", y mi madre, que me había abusado emocionalmente. No pensé que el supiera de lo que esta gente era capaz.

—No, no es así, tenemos que hablar un poco contigo—, dijo mi padre. Estaba tratando de gritarme, solo podía decirlo.

A regañadientes, bajé los dos pasos que había tomado y me senté en un sofá que nadie ocupaba. Afortunadamente, no estaba cerca de mi padre, sino justo al lado de Bler.

Mire a los que estaban frente a mi expectante. Querían hablar, pero se quedaron allí mirándome.

Luego, después de innumerables minutos, el pastor finalmente hablo. — ¿Quién era ese hombre que casi mata a mi hijo hoy? ¿Un novio, supongo?

—Con todo respeto pastor, no creo que estés en libertad de saber lo que Rodrigo es para mí—, le dije con la mayor calma que pude.

Todos miran atrás, sin esperar eso de mí. Incluso yo sabía que no tenía suficiente coraje para decirle eso, pero estaría condenado si no dijera que no se sentía bien, además lo dije respetuosamente.

—Eso pude ser, pero tu noviazgo con Rodrigo Romeh le causo a mi hijo mucho dolor de su parte y me gustaría que todo salga bien.

Casi ja. Una gran cantidad de dolor y que hay del dolor que Bler causo en mí. —Vamos a resolverlo entonces—, le dije. —Por favor, cuéntales porque Rodrigo te ataco.

Bler miro hacia mí, una expresión indescifrable aun enyesada en su rostro y tenía toda mi fachada confiada cayendo.

—Espera—, dijo mi madre de repente, y rompí el contacto visual con Bler. — ¿Ese hombre, Rodrigo, te dio estos moretones?

—No.

Discretamente, mire a Bler para ver que él, efectivamente tenía una expresión de miedo en su rostro muy legible. Esto me hizo un poco feliz, Bler estaba finalmente a punto de caer y obtener lo que se merecía.

Esta podría ser mi oportunidad de finalmente meterlo en problemas por todo el daño que me hizo. Tal vez era una oportunidad única, pero sabía que no era correcto devolvérselo así. A pesar de lo mucho que lo odiaba, quería desquitarme por mi cuenta.

Y entonces se me ocurrió esto. —Estaba de camino a casa y un grupo de adolescentes me dio un salto, no vi quienes eran, pero fueron ellos quienes me dieron estos moretones.