Yo estaba feliz de ver que él ahora podía dormir con más facilidad, pero eso no iba a quitar lo molesta que yo estaba. Yo estaba que ardía de lujuria el día de ayer y lo único que él hizo fue enojarse como un tonto y luego quedarse dormido, sentía que eso no se podía quedar así, yo quería que el deseara buscar mis labios tanto como yo lo deseé los suyos ayer.
Así que me levanté inmediatamente de la cama y me fui a bañar, no sin antes ponerle seguro a la puerta.
- Hange, abre!
- Acaso estás molesta?
Después de un rato salí y me coloqué toda mi ropa íntima de manera muy pausada, él solo observaba sentado en la cama y luego de un momento solo dijo tsk y se metió a ducharse, no sé que qué habrá pensado, pero cuando quiso salir del baño ya yo no estaba.
Estaba yo haciendo un análisis en el laboratorio en compañía de Armin, cuando de repente llega él y dice.
- Hange, vamos a desayunar algo?
- Eso suena bien, pero Armin ya me trajo desayuno.
- Ya veo, entonces me retiro.
Evidentemente no era cierto, en ese momento crucé los dedos para que Armin no fuera a mencionar nada al respecto, pero bueno eso era de esperarse que mi muchacho aparte de inteligente también es bastante reservado.
- Comandante Hange, estuvo bien decirle eso al capitán?
- Oh vamos Armin, no te preocupes es solo un momento, ahora lo busco y le aclaro las cosas
- Ya veo.
Desde luego eso no iba ser tan pronto, yo quería ver qué tanto era capaz Levi de resistirse a mí juego.
Pasé un momento a la oficina ya que necesitaba liderar una reunión en ese lugar, en ese momento estaba sola, ya había pasado unas cuantas horas desde que lo vi en el laboratorio. De repente la puerta se abre y desde luego era él.
Yo estaba tan feliz de verlo, pero aún así mantuve la calma y seguí mirando unos documentos como si él no estuviera ahí.
- Hange, tenemos que hablar sobre la salida de las murallas que es la próxima semana.
- Claro que sí Levi
- Espera, no me interrumpas! Dijo él sin titubear
- Yo quería hablar contigo de otro asunto primero
- Estoy presta para escuchar lo que tienes que decirme Levi.
- Acaso estás enojada conmigo? Preguntó él mientras alzaba una ceja.
Ese era el momento perfecto para hacer un coqueteo a medias, los chicos estaban por llegar pero aún así yo decidí seguir adelante con mi juego un poco coqueto. Así que puse mis manos en sus hombros alrededor de su cuello, me arqueé un poco mientras miraba fijamente sus labios, sí, moría por darle un beso, pero yo sabía que en ese momento era casi imposible, cerré mis ojos acerqué mi cara a la suya y cuando ya estaba a punto de besar sus tan anhelados labios entraron los chicos, Sasha y Connie entraron de primero.Para ser honesta sucedió mejor de lo que esperaba, ellos dos eran bastante imprudentes, entraron como si nada mientras decían.
- Oh vaya! Si quieren nos retiramos para que puedan continuar.
- Tsk, que es esto?
- Por qué entran sin tocar la puerta mocosos.
- Levi disculpa, no fue culpa de ellos, yo les había dicho que vinieran a una reunión.
Dije de manera muy seria aparentando no recordar que ellos venían en camino, tras de ellos llegaban Eren, Jean, Mikasa y Armin, a Levi no le quedó otra más que chistar e irse del lugar.
- Levi, por qué te vas? Si gustas puedes quedarte en la reunión
- Si usted comandante me necesita, yo estaré presente de lo contrario me voy porque tengo cosas importantes quehacer.
- Está bien, no es necesario que te quedes.
Por un instante me arrepentí de hacer eso, se veía bastante molesto, la reunión pasó con normalidad luego de 2 horas de debatir temas importantes, yo quería ir a buscarlo, pero quería ser un poco más traviesa, así que decidí tomar aire fresco en la parte trasera del cuartel, ahí junto a un gran y frondoso árbol que estaba en medio. Estando allí se me ocurrió una idea bastante absurda, y desde luego necesitaba la compañía de alguien para eso.
- Muchachos, necesito que me ayuden alimentar los caballos, los espero en el establo.
Ellos se quedaron mirando, ya que esa no era hora de alimentar los caballos, pero aún así ellos no solían desobedecer mis órdenes.
Llegué al establo y desde luego él estaba ahí. Yo entré de primera y mucho más atrás venían los chicos. Cuando Levi me vió lo vi sonreír como pocas veces lo veo.
- Hange, por fin te veo sola.
Cuando él dijo eso yo sentí que me había pasado con mi juego, pero ya era demasiado tarde.
- Ya estamos aquí comandante.
- Sigan – les contesté
- Ya veo – dijo Levi y se veía mucho más molesto que antes.
Yo quedé atónita, quería decirle a los chicos que se fueran, pero ya no podía revertir las cosas.
- Espera! No nos acompañas? Pregunté cómo tratando de acomodar las cosas.
- No! Ya yo alimenté a mi caballo, no es necesario que lo alimente tan de seguido.
- Es más, si ustedes alimentan a sus caballos tan seguido se volverán flojos.
- No entiendo lo que pasa aquí, pero eso mismo pienso yo – respondió Mikasa desde un rincón del establo.
Era obvio que ella si entendía a la perfección lo que pasaba, pero aún así Mikasa solía ser alguien reservada, Levi se enojó y desde luego se fue, yo no podía pretender que no se fuera.
Llegó la noche y ya era hora de cenar, todos estábamos reunidos en la mesa listos para comer, sólo faltaba alguien. Sí faltaba Levi, Levi no estaba en ningún lado y nadie lo había visto más desde que lo vimos en el establo.
- Comandante Hange, por qué no va y cena mejor con el capitán?
- Tienes razón Armin, iré a cenar con Levi.
- Muchachos espero que cenen y se vayan a descansar.
- Hasta mañana comandante
- Hasta mañana comandante
- Hasta mañana comandante
- Hasta mañana chicos, nos vemos mañana a primera hora.
Llegué al dormitorio de Levi y toqué su puerta pero él no contestó ni abrió la puerta.
- Levi, leviiii - llamaba a su nombre con fuerza esperando a que él saliera a decirme que dejara la bulla o algo así.
- Leviiii.
Todo seguía en silencio, la única que se escuchaba a esa hora era yo, pero como era el dormitorio de Levi desde luego yo cargaba una copia de la llave de su puerta, saqué la llave y procedí abrir la puerta, entré y todo estaba oscuro, no podía ver muy bien pero me pareció ver su silueta ahí adentro, busqué fuego para encender mi lámpara y desde luego Levi estaba ahí sentado en medio de su cuarto y de la oscuridad.
- Levi traje algo para que los dos comamos ahora en la cena.
- No tengo hambre.
- Vamos no digas eso, sé muy bien que no tomaste los alimentos del medio día.
- Eso es algo que no te incumbe.
- Además, si tantas ganas tienes de cenar vete con esos mocosos que tanto te consienten!
Se paró de la silla y se hizo al lado de su cama.
- Voy a dormir, es mejor que te vayas!
En ese momento lo único que se me ocurrió hacer fue abalanzarme sobre él como si estuviera cazando un Titán, un enorme Titán. Me abalancé sobre su cuerpo y desde luego cayó sobre su cama, él se quedó mirándome de manera muy sorprendido, mientras yo colocaba mis manos apoyadas en la cama alrededor de sus hombros, y procedí a darle un beso… un beso travieso 💋 de esos que se hacen esperar pero que son deseados.
- Sabes Levi, yo sólo quiero que tú me consientas, los chicos sólo son como mis hijos… Nuestros hijos.
- Ha, Hange!!!
- Ahora sí quieres cenar junto conmigo? Le pregunté entusiasmada esperando un si.
- Cenaré después de saborear el dulce de tu piel.
Me sonroje, mi beso travieso se volvió en un mar de lujuria y pasión, abrí cada uno de los botones de su camisa con la misma emoción que un niño abre su regalo, pero… con mucha sutileza. Sobra decir que esa noche sobraron los besos, las caricias, los gemidos y esas palabras al oído que te envuelven en un frenesí.
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QUE NUESTRA ÚNICA GUERRA SEA DE BESOS. (LEVIHAN)
Lãng mạnHistorias diversas sobre el romance entre Levi y Hange. PRÓLOGO. La historia está basada en la libertad que anhela Levi y Hange, dónde hacen todo lo posible para que la guerra con los Titanes acabe pronto y a medida que el tiempo avanza se desenlaza...