~Peligro~

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Puedo sentir tu corazón — me susurró Alice, recostada en mi pecho desnudo, después de que nos convenciera de esperar a la madrugada para enfrentar al Señor Conejo, Julio nos enseñó algunas cosas de las armas, cómo sostenerla, como disparar y algunas otras cosas, nunca la accionamos pero esperaba que fuese tan sencillo como la práctica.

Estoy asustado — admití, habíamos ido a dormir temprano para poder estar descansados por la mañana y hacer mejor las cosas pero yo no podía ni cerrar los ojos.

Yo también lo estoy, esto es realmente peligroso, no quiero que te pase nada — dijo ella y esta vez la tenía frente a mí, con las brazos estirados para sostenerse, elevó una de sus manos hasta posarla sobre mi mejilla y yo giré el rostro para besarle la palma.

Somos cuatro, espero que eso ayude — ella se quedó en silencio unos segundos en los que debido a la oscuridad no pude ver su expresión, pero si pude sentir como se acercaba con lentitud a mí, sentí sus delicados y suaves labios sobre los míos en un segundo y eso era justo lo que necesitaba en ese momento, sus labios contra los míos.

No tenía la seguridad de si volvería a ver a esta chica, lo único que tenía claro era que me gustaba demasiado y que la quería a mi lado cada segundo que me quedara de vida.

Me giré sobre el colchón para dejarla debajo de mí sin dejar de besarnos, ella abrió los labios con la intención de intensificarlo y gustoso acepté, esta forma de besarla era nueva y juro por cualquier cosa que no pararía esto por nada del mundo, con mi lengua di suaves caricias sobre su labio inferior haciendo que soltara un pequeño gemido que me pareció la cosa más sensual del mundo, poco a poco fui desliándome hacia su mentón, Alice se arqueó ligeramente dejando el cuello a mi disposición y yo repartí un reguero de besos por todos lados.

Harold — me llamó entre susurros y gemidos mientras yo seguía besando su piel libre, en vez de responder llevé una de mis manos a su cintura y la apreté sin fuerza para luego colarla entre la blusa y acariciar su abdomen — Harold — volvió a repetir.

¿Hm? — pregunté incorporándome hasta dejar mi rostro frente al suyo sin dejar de acariciarla con la mano, incluso me atreví un poco hasta llegar a la curvatura de su seno, el cual acaricie con el pulgar.

Los chicos pueden oírnos y deberías descansar — dijo no muy convencida y yo volví a besarla, realmente me importaba muy poco si nos oían.

Esto es justo lo que necesito ahora, nada más — repliqué sobre sus labios y ella sonrió.

No va a pasar — volvió a susurrar muy lentamente a centímetros de mi rostro y acarició mi abdomen, me alejé de ella lo suficiente como para ver nada porque seguía oscuro pero podría pensar mejor.

¿Por qué no? — le pregunté confundido, estaba seguro de que ella también quería, no entiendo.

Porque lo haremos cuando regreses, lo haremos una y otra vez — me respondió, nuevamente mi corazón se aceleró por el miedo.

¿Y si no vuelvo?- apenas si me dejó responder, pues colocó el dedo índice sobre mis labios para hacerme callar.

Me lo prometiste, yo estaré tranquila, yo cuidaré de James, yo estaré esperando que regresen — la forma en la que lo dijo, tan segura, tan tranquila, ella creía en mi mucho más de lo que yo lo hacía, eso me daba una nueva razón para hacerlo, su confianza seria mi motor.

Y haremos el amor hasta que nos cansemos — proclamé sellando la promesa que ahora hacíamos.

Rato más tarde al fin logré quedarme dormido, aunque supongo que ya era muy tarde pues sentí que el tiempo pasó volando cuando la alarma a las cuatro am comenzó a sonar.

Halloween ~Una Historia Sin Nombre~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora