~Fragmentos~

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Por la mañana fue Frank quien nos despertó a todos, el reloj marcaban las seis lo que nos daría tiempo para cambiarnos y asistir a la universidad, acomodamos todo como estaba antes de salir, miramos a todos lados y le hicimos prometer a Julio que nos llamara ante cualquier cosa, tomé la mano de Alice y los cuatro volvimos a la casa, se sentía bastante pesado el ambiente pero estábamos juntos en esto.

Abriremos la puerta pero ninguno entrará — dijo Frank cuando detuve el auto.

Fui yo quien me acerqué, pidiéndole a Alice que esperara de última, si algo pasaba ella correría, lo había prometido, abrí la puerta con precaución y me aparté de inmediato, la casa estaba en completo silencio, esperamos un minuto antes de entrar, aparentemente todo estaba normal, las cosas estaban tal y como las dejamos cuando encontramos a James, lo que indicaba que nadie había entrado.

Vayamos a cambiarnos — dije y cada uno se dirigió a su habitación, fuimos muy precavidos al subir, al abrir las puertas, todo se sentía peligroso, la pelinegra caminaba a mi lado y miraba todo con atención, abrí la puerta con recelo y entré, encendí la luz y todo seguía igual.

Alice voy a darme un baño, puedes esperar aquí — mi voz era suave, no quería asustarla más de lo normal, ella aceptó y se sentó sobre la cama, mirando hacia la cortina del balcón, nada podía verse hacia el otro lado.

Me duché con rapidez y de la misma forma que hizo Alice la noche anterior metí algo de ropa en una mochila.

Ayer estaba muy asustada — oí que dijo, por lo que decidí acercarme a ella hasta sentarme a su lado, llevé una de mis manos a su rostro para apartar un mecho de cabello — ¿Estaremos bien? — me preguntó con voz temblorosa.

No voy a mentirte Alice, esto es muy peligroso... pero haré todo, absolutamente todo lo que este en mis manos para protegerte — le prometí y una pequeña lágrima se escapó de sus ojos, bajo ellos unas ligeras sombras negras se hacían presente, supongo que de tanto llorar, con ternura la limpié.

¿Por qué está pasando esto? — cuestionó, cómo podría yo tener respuesta para eso, no tengo idea ni siquiera por qué están detrás de mí.

No lo sé Alice, pero vamos a cuidarte — aseguré y besé sus labios con delicadeza, no se apartó y eso me hizo sentir bien, ella correspondía a mi beso con paciencia hasta que unos golpes en la puerta nos hicieron separarnos.

Chicos es hora de irnos — oí que dijo Frank al otro lado, Alice se levantó de la cama con la intención de abrir la puerta pero yo la detuve, tomándola del brazo.

Ya vamos — grité para que me oyeran, había algo que necesitaba hacer antes de que nos fuéramos.

Como si me llamaran del otro lado de la habitación caminé hasta el balcón y de un jalón retiré la cortina, necesitaba saber que no había nada del otro lado, sin embargo últimamente nada era como yo pensaba, nada salía como esperaba, todo estaba de cabeza y sólo pude oír un grito ahogado detrás de mi mientras mis ojos no se despegaban del balcón de la otra casa.

Llamaré a los chicos — dijo Alice y me giré con brusquedad hacia ella tomándola de ambos brazos.

No Alice, no han entrado nunca — le rogué alterado, si veían todo lo que había en mi habitación me jugarían lo sé, estoy completamente seguro de eso, me mirarían con aberración, como mi madre.

Harold, todo estará bien, confía en ellos, deben verlo — su voz sonaba en calma a pesar que la tenía agarrada con fuerza, no como para lastimarla pero estaba asustado — Harold, suéltame — susurró atrayéndome a la realidad, necesitaba confiar en ellos, pero las palabras de mi madre me atormentaba "¡Dios mío Harold! ¿Qué estamos pagando contigo?" Dijo cuando vio mi habitación, desde ese día ella ya no me trataba de la misma forma, los ojos negros de Alice no se apartaban de los míos y poco a poco fui suavizando mi agarre, ella no se marchó de inmediato, me tomó de las manos y luego me abrazó.

Halloween ~Una Historia Sin Nombre~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora