Halloween ~Una Historia Sin Nombre~

~James~

~Maraton 1 / 2 

Los últimos dos días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, realicé mis tareas pendientes, conversé un rato con los chicos y dormí la mayor parte del tiempo, no volví a hablar con Alice, a recibir cartas o a salir al balcón, no me apetecía en absoluto saber si la persona de la túnica seguía allí, Stiven y Frank lucían en mejor estado, James había logrado descansar y Julio había cocinado para todos, el lunes llegó apresuradamente y yo ya me estaba preparado para un día más de rutina, el chico policía no era estudiante, resultó ser sobrino de alguien del pueblo, había llegado a principio de octubre, una desgracia para la familia, de camino a la universidad pase de nuevo por la cafetería de la Señora Pots, eso también pertenece a mi rutina diaria, tomar el desayuno en aquel lugar.

—Hola Harold querido— me saludó, esta mañana se veía cansada, tenía unas ojeras marcadas bajo sus ojos.

—Hola Señora Pots, estaba muy deliciosa su tarta de calabaza— ella me sonrió en agradecimiento, entregándome mi desayuno en una bolsa, pagué por ello y me dispuse a salir.

—Harold querido, ven un momento— su voz sonaba de una forma diferente, estaba preocupada, asustada, miraba con nerviosismo a todos lados, me acerque a ella con lentitud, al llegar a ella me abrazó, no sé qué tienen todos los mayores con esa necesidad de abrazarme —Estoy muy preocupada y eres un jovencito al que aprecio, solo quería decirte que tengas cuidado— me sorprendieron mucho sus palabras, hace tanto tiempo que nadie se preocupaba de esa forma por mí, mi madre es una persona muy indiferente, al igual que yo, creo que por eso yo soy así, ella no suele abrazarme con frecuencia, correspondí a su abrazo y luego me soltó.

—Gracias Señora Pots, tendré cuidado— le dije, aunque la verdad nunca me había metido en ningún problema, ahora sabía que no necesitaba estar en uno para terminar con una daga en el corazón.

—Bien, no te quito más tiempo, ten un lindo día— le sonreí con sinceridad mientras ella regresaba al mostrador, yo retomé mi camino a la universidad y llegué tras unos minutos, aun habían algunos policías en la calle, algunos hacían preguntas, otros patrullaban la zona, la universidad como de costumbre estaba abarrotada de personas, chicos y adultos caminando de un lado a otro.

Alguno de todos ellos podría ser el asesino ¿Esperará un año nuevamente para atacar? Había caminado al lado de nosotros todo este tiempo, esta vez yo caminaba con mayor precaución, todos parecían sospechosos sin motivo aparente para atacar ¿Atacará al azar o tendrá una razón? Todo esto era muy complejo y yo no tengo fuerza para pensar en las razones que tiene un asesino para terminar con la vida de los demás, mientras esperaba sentado en el aula a que los alumnos llegaran una pregunta llegó a mis pensamientos ¿Qué tan seguro estamos de que llegaremos al final del día? ¿Tendrían un presentimiento sobre la muerte aquellos chicos antes de verla llegar? ¿Sabría uno cuando está al borde del precipicio? Al recordar mi tatuaje también recordé a Alice, no había sabido nada de ella en el último día, ella me agradaba, era siempre tan parlanchina que me ayudaba a no tener este tipo de pensamientos, un rato más tarde llegó el profesor y el aula se llenó completamente, Carla y yo compartíamos esta clase, me guiñó un ojo al entrar y se sentó al fondo, la clase me ayudó a distraerme, al llegar el descanso me encontré con Julio en el patio fumando un cigarrillo así que me acerqué a el

— ¿Cómo vas? — pregunté al llegar a su lado, me ofreció un cigarrillo y yo lo acepté.

—Mejor que muchos— respondió tras una calada.

— ¿Has hablado con los chicos hoy? Esta mañana salí muy temprano, Stiven aun dormía— Stiven siempre era el primero en levantarse, incluso antes que yo, pero tardaba en prepararse.