A la mañana siguiente me levanté antes que Alfonso. Quise sorprenderlo con el desayuno en la cama pero como siempre, nunca tiene nada. Tenía que ser hombre.
No entiendo por qué si los chicos son tan tragones nunca tienen comida en el frigorífico.Resignada regresé al cuarto y, sigilosamente me acerqué a la habitación para sorprenderlo pero la sorprendida fuí yo.
¡Estaba esperándome en la cama sin ningún pudor! Completamente desnudo y una de sus típicas sonrisas perversas que hacen babear a cualquier mujer.
—Alfonso 😏 ¿Qué haces marrano?
—¿Qué crees que hago?
Te estaba esperando para darte tu desayuno en la cama. 😉—Eso mismo quería hacer... pero te adelantaste. <<Caminé hacia él y besé sus hermosos labios hasta que quiso tomarme de la cintura para subirme a la cama pero se lo impedí >> Yo quiero comer...y no me estoy refiriendo a esto <<dije señalando lo>> quiero que me lleves al súper por algo de despensa.
—Ojitos, yo también tengo hambre.
¿No piensas dejarme así, verdad? <<Lo dijo con voz mimada y haciendo puchero>>—No señorito. Vamos, levanta tu chulo trasero de la cama y busca ropa.
Te voy a llevar a desayunar y luego hacemos las compras. Si por la noche me quedan ganas, entonces te atenderé hasta que vuelva a salir el Sol.
Esa es mi oferta. 😏—¿Ni un mañanero? <<Alegó, pero lo miré severa>> Está bien, no me queda otra opción.
Anahí, ¿sabes a lo que te atienes con esa propuesta o no?—Sí, lo sé. No será nada que no haya pasado antes. O cumplimos nuestras tareas de novios o también está la opción de quedarme dormida como lo has hecho tú.
<<Dicho eso, caminé al baño y una vez que cerré la puerta deje salir la sonrisa que estuve conteniendo. Si caía en sus deseos no saldríamos hasta la hora de la comida>>
Una hora más tarde nos encontrábamos en el Starbucks dentro de la plaza, desayunando un Frappuccino de café light con fruta picada y para Alfonso un café tradicional en frío con fruta. Después de terminar nuestro delicioso desayuno nos encaminamos a Walmart. Mientras hacia una lista en mi celular, Alfonso buscaba un carrito.
— Ojitos, la señora me quitó el carro y creo que no hay más. Dijo que qué tanto podría comprar un chico como yo.
No esperé oír más cuando me dirigí a la señora por mí carro.
—Señora, acaba de arrebatar el último carro disponible a mi novio y sin ningún tipo de educación. Así que le pido de la manera educada posible que nos lo devuelva. <<Ni siquiera esperé a que tuviera alguna reacción porque tomé el carro, le mostré una sonrisa nada agradable, agarré la mano de Poncho y caminamos juntos sin volver a voltear.
—Me mal acostumbrarás. Debería ser yo quien cuide de tí y no al revés.
—No te preocupes, amorcito, que de las señoras maleducadas me encargo yo.
—¿Por dónde iniciamos?
—Para empezar debemos comprar sólo lo necesario, ya inicié una lista y la compartí contigo por WhatsApp. Nos vamos a separar para buscar las cosas, tú te encargas de ir por las primeras cinco y yo de lo demás.
Estaba buscando leche de almendras y unos sobres de té cuando Alfonso apareció con un montón de cosas y en otro carrito.
Annie, antes que te enojes deja te digo lo que se me ocurrió. ¿Porqué no organizamos una fiesta de despedida para nosotros pero sin avisarles el motivo a nadie hasta ése día?
—No me desagrada para nada tu propuesta. Me encanta. Vico se pondrá feliz de volver a ver a tus amigos y yo estaré encantada de organizar y ver los detalles para ése día.
Terminamos pagando poco más de dos salarios mínimos pero valdría la pena. Era lo mínimo que le debía a Poncho por el esfuerzo que hace en dejar su vida en México por mí.
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"Perdón"
FanfictionALFONSO, le encanta todo lo que se relacione con Aventura, Adrenalina; le apasiona correr su moto y apostar. No cree en el amor, y cuando llega a sentir algo que nunca había sentido, teme a sus sentimientos y trata de escapar de ellos; lastimado a...