Zee estaba tumbado en la cama con solo un boxer negro, intentaba dormir pero le era imposible, la imagen del castaño vestido con el traje nuevo no salía de su mente, además, el saber que estaba al otro lado de la pared tampoco le ayudaba mucho.Pensaba en que a pesar de haber estado lejos e intentar ordenar sus ideas y tomarse su vida con seriedad y olvidarse de los celos o de su amor por él, no había servido de mucho pues este estaba realmente más hermoso que antes.
Al cabo de un rato le entró sed, entonces se levantó a la cocina a por un vaso de agua y al volver a su habitación, Chili estaba en el pasillo, junto a la puerta de Saint, esta estaba entreabierta y todavía había luz.
Este dudó pero finalmente se acercó y vio que este aún estaba despierto, estaba malditamente sexy tumbado revisando el móvil semidesnudo.
Su cuerpo era maravilloso, su piel lucía tan suave, a Zee se le secó la boca solo de pensar como sería acariciarlo entero, lamer su pecho, entonces pensó en que daría todo lo que tenía por poder tener al más joven así en su cama.
Una gran erección comenzó entre sus piernas, este se la empezó a tocar por encima del boxer y después por dentro, se imaginó que era la mano del castaño quién se la tocaba, acto seguido cerró los ojos sumido en un placer celestial, pronto de su boca salieron pequeños gemidos silenciados.
Intensificó el bombeo más y más, estaba sudando, el pelo se le pegaba en la frente, pronto llegaría al clímax y así fue, unos toques más y este se corrió en su mano y en su boxer pero entonces de pronto Chilli comenzó a ladrar.
Saint lo llamó desde su habitación y Zee avergonzado y asustado salió corriendo para no ser descubierto, entonces llegó a su habitación y cerró la puerta rápidamente.
El corazón casi se le salía del pecho y jadeaba entra risas, había sido muy excitante, sentía pura adrenalina recorrer todo su cuerpo, se había hecho una paja tan solo contemplando la belleza de Saint.
(...)
El abogado salió de la ducha, buscó en su maleta algo de ropa que ponerse y entonces eligió una camiseta blanca básica y unos pantalones negros, algo cómodo y sencillo, cerró de nuevo la maleta y la llevó junto a la otra y las cosas de Chili que estaban en el salón.
El castaño también se duchó y se vistió para ir a la cocina, desayunar algo e ir al trabajo, cuando llegó ya el moreno había hecho el café y las tostadas olía de maravilla.
Este sonrió al verlo, se había puesto uno de los delantales que tenía en un cajón, extrañaba mucho vivir con él pues había sido muy atento siempre y cocinaba muy rico.
La verdad es que a él las tostadas siempre se le quemaban, suerte que la tostadora de la cafetería era de mejor calidad y pitaba cuando ya estaban listas, sino seguro habría perdido más de un cliente por hacer unas tostadas tan horribles.
...-Está todo delicioso, Zee, gracias-dijo disfrutando el desayuno.
-Me a-alegro que te guste, es lo menos que puedo hacer... gra-gracias a ti por la fiesta de anoche y por dejarme dormir aquí- dijo este mirándolo embobado.
El moreno se puso un poco nervioso pues recordaba lo sucedido la noche anterior en la puerta de este y que le devolviera la mirada lo ponían así de vergonzoso.
-Bueno, llamaré un taxi para que me acerque a casa- dijo finalmente levantándose de la mesa.
-¿Vendrás luego por el Rincón?- le preguntó el más joven.
-Si, seguro me acercaré al caer la tarde, antes tengo algunos recados que hacer- dijo el moreno después de hablar con un taxista.
Tiempo después, este bajaba las escaleras con sus maletas, mientras que Saint llevaba en un hombro el bolso con las cosas de Chili, estaba triste, se había encariñado mucho con él.
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18. Amantes silenciados - Zaintsee Terminada
FanficZee Pruk es un abogado con las ideas muy claras, el cual tiene un sueño altruista que le traerá sorpresas inesperadas y también muy agradables, aunque inevitablemente mucho sufrimiento. Saint Suppapong es por el contrario, un chico sin pelos en la...