Zee Pruk es un abogado con las ideas muy claras, el cual tiene un sueño altruista que le traerá sorpresas inesperadas y también muy agradables, aunque inevitablemente mucho sufrimiento.
Saint Suppapong es por el contrario, un chico sin pelos en la...
Sammy levantó el brazo a modo de saludo tras ver a sus amigas, las cuales tenían una mesa reservada y cada una tenían su primera copa en la mano.
El castaño ya las conocía a todas, así que esta cogió a Zee del brazo y se lo presentó a estas una por una.
El moreno cortésmente dio dos besos a cada una de ellas y estás le hicieron un sitio en medio del sofá, mientras Sammy tiró de Saint para que se pusiese al lado suyo.
Tras pedirse algo, el abogado charlaba muy animado con las chicas, ellas le preguntaban por su trabajo, por su reciente viaje y hasta le preguntaban por Chili.
Al principio estuvo un poco serio pues no le apetecía nada estar allí, rodeado de mujeres y teniendo en frente a la morena tonteando con el más joven pero en su viaje había decidido cambiar el chip y no quería seguir obsesionandose.
Entendía que ellos se gustaban y por mucho que amase a Saint, no podía cambiarlo.
El castaño por el contrario, estaba que lo llevaba el demonio pues su amiga no dejaba de amargarlo con ir a la pista a bailar, lo tocaba todo el rato y se mostraba como si fuesen algo más que amigos, ante los demás.
Además estaba Zee, el cual al parecer se lo estaba pasando genial con esas pesadas, las cuales no hacían otra cosa si no que babear con cada mirada que él les dedicaba.
Finalmente Sammy convenció a las chicas de ir a bailar a la pista, entonces ambos se quedaron en la mesa pues les dijeron que no se les daba bien bailar.
Cuando terminó su copa, el castaño se fue a por otra a la barra, entonces un antiguo compañero del bufete vio Zee y se acercó a saludarlo.
-Hey hombre, ¿Qué tal te va?- le dijo el chico mientras lo abrazaba.
-Hey Josh, hola.
Este le contó que se había conseguido un despacho y representaba a gente con pocos recursos y le contaba lo feliz que lo hacía esa vida.
Josh por su parte, le dijo que después que lo despidieran por "salir del armario", todo fue de mal en peor y ya no pudo ejercer como abogado, así que persiguió su otro sueño que era tener su propia peluquería y que le estaba yendo muy bien.
Los dos habían dejado un trabajo en el prestigioso bufete y perseguido su sueño en él que estaban felices, eran realmente afortunados.
Además, este le contó también que seguía con la misma pareja que tenía cuando estaba en el bufete, que ahora vivían juntos y eran muy felices, que este estaba de viaje por trabajo y que él había salido con unos clientes que al parecer estaban esparcidos por el local.
Tras girarse con intención de volver a la mesa, Saint miró al chico que hablaba sentado junto al moreno y bufó molesto, entonces se bebió la copa de un solo trago.
-¡Dos más!-exigió.
De nuevo, este se bebió la copa de un trago y con la copa en la mano, el castaño miró que estos estaban muy animados.
De repente observó con furia como el chico empezó a tocar la pierna del mayor mientras parecían que se lo comía con los ojos.
-¿Quién coño es ese tipo?, deja de sobar a mi hombre- murmuró bajito desde la barra.
Tras beberse la copa que le quedaba, este vio como el desconocido fue más lejos y le cogió de la barbilla y acarició el resto de la cara y el pelo a Zee, entonces Saint no lo aguantó más y fue tambaleándose para interrumpir lo que él creía, "una escenita romántica".
-Pero ¿quién coño eres tú?, Deja tranquilo a mi amigo- dijo este señalando a Josh.
-Tranquilo, él es un ex compañero del bufete, estábamos hablando,...espera, ¿Estás bebido?, ¿dónde dejaste a Sammy?-pregunto el moreno mirándolo con confusión.
-Hola soy Josh ¿y tú eres?
-Soy Saint y no me caes bien, lárgate o voy a golpearte.
El abogado suspiró y acto seguido cogió a Saint de la cintura para evitar que se cayese.
-Lo siento, mi amigo está muy bebido, lo llevaré a casa.
-Si, entiendo.
El castaño chasqueó la lengua con fastidio.
-Si vámonos, estoy aburrido de esto.
Entonces el moreno reparó en las chicas.
-Espérame aquí, avisaré a Sammy de que ya nos vamos- dijo sentándolo en el no te muevas.
El castaño asintió.
Finalmente unos minutos después salieron de allí y fueron hacia el coche, el abogado tenía muy sujeto al más joven pues este ya que estaba bastante mal, entonces lo metió en el coche y condujo hasta la casa de este.
El castaño medio inconsciente murmuraba cosas que Zee no lograba entender
-Aleja.. te es mío, qui-ta-te no lo to..ques.....¡, ¡Ven no te va...no te va-yas, yo te qui...quiero!, ¿Por qué tu no...tú no me quie-res?
-Ssshhh... tranquilo, pronto llegaremos a tu casa.
Unos diez minutos después, este aparcó y ayudó a Saint a bajarse del coche, sus llaves estaban en el bolsillo del pantalón del castaño, así que abrió la puerta, lo llevó a la habitación y lo tumbó en la cama para luego quitarle los zapatos.
El más joven intentó desabrocharse el pantalón sin éxito, por lo que un dudoso y nervioso moreno lo desabrochó.
Debido a la proximidad, este estaba muy excitado y si seguía así podía perder el control, ya que Saint tenía un bonito cuerpo y un rico olor, además de que estaba muy vulnerable.
Rápidamente se separó pero entonces el castaño reaccionó asustándolo.
-Tengo que largarme rápido de aquí-murmuró nervioso.
Estaba apartado pero solo se acercó para taparlo pero cuando se acercó de nuevo, Saint lo agarró y tiró de él.
Zee cayó encima suyo y sus bocas quedaron muy cerca, de repente y para su sorpresa, el más joven sonrió y acto seguido atrapó su boca besándolo con desespero.
Este en un principio se quedó paralizado pero después también siguió el beso pues los labios de Saint eran muy suaves y sabían muy bien tanto como lo había imaginado.
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Cuando les faltó el aire, el castaño rompió el beso y lo soltó quedándose dormido de inmediato.
Zee aún muy confundido por lo que acababa de suceder, se llevó la mano a sus labios y los acarició, no entendía cómo había pasado, no se lo creía.
-¿Saint acaba de besarme?, no estoy soñando, realmente él me ha besado...oh joder.
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