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Saint abrió los ojos y miró a su alrededor pero esa no era su habitación, tampoco lo era la del abogado.

-¿Dónde demonios estoy?-pensó.

A su lado notó un bulto moverse, se giró y allí tumbada había una chica morena durmiendo, este entonces se levantó de la cama rápidamente.

-¿Quién eres?, ¿Dónde estoy?, ¿Hemos follado?- preguntó este muy nervioso y moviéndose de un lado a otro.

-Joder, cálmate, estás histérico... me llamos Sammy te lo dije anoche, estás en mi casa, nos conocimos en el bar, ¿no lo recuerdas?, bueno la verdad estabas bastante borracho, tanto es así que solo llegué ha hacerte una mamada y luego te quedaste dormido.

 me llamos Sammy te lo dije anoche, estás en mi casa, nos conocimos en el bar, ¿no lo recuerdas?, bueno la verdad estabas bastante borracho, tanto es así que solo llegué ha hacerte una mamada y luego te quedaste dormido

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-¿Dónde está el baño?

-Al fondo del pasillo-respondió esta volviéndose a tumbar.

El chico entró y se miró al espejo, estaba horrible, pareciera que le hubiese pasado un coche por encima, entonces se mojó la cara y los recuerdos de la noche anterior inundaron su mente.

Después de enrrollarse con la chica en la pista de baile, ella lo convenció de salir afuera del local para tomar un poco de aire fresco y fumarse un cigarrillo.

Sammy quería que viniese con ella a su apartamento y cuando volvieron al interior del local, vieron que Zee estaba de lo más entretenido hablado con una rubia.

Saint ver eso no le gustó, sintió muchos celos pero no podía hacer nada, si el abogado era hetero, nunca se fijaría en él de esa manera, él tenía que entender que era solo su protector y que vivía en su casa temporalmente.

Eran solo amigos, no era su pareja, no tenía ningún derecho a reclamarle nada pero tampoco quería presenciar la escenita, así que había aceptado la propuesta de la chica de venirse a su casa.

Le pareció buena idea en ese momento pero ahora que estaba sobrio y que lo pensaba la veía pésima, ta que había dejado tirado a Zee en el local y no le había avisado de que se iba con alguien.

Seguro que este lo había buscado por toda la discoteca e incluso se apostaría algo a que lo esperó por horas hasta que harto y molesto regresaría a su casa.

-Puede que quizás no lo hiciese solo-dijo molesto-... quizás regresó a casa con la rubia con la que tanto hablaba anoche...oh mierda, eso me cabrea mucho.

No se lo merecía ningún reproche de su parte ni tampoco el desplante pues este se había portado muy bien con él, ayudándolo con todo lo del juicio, le había abierto las puertas de su casa y ahora le asesoraría en la compra de la cafetería.

Incluso lo había integrado en su grupo de amigos y él se lo pagaba así​, con ese desplante, se había portado como un auténtico gilipollas y seguro que Zee estará muy decepcionado y con razón.

18. Amantes silenciados - Zaintsee TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora