STOCKHOLM SYNDROME [ LARRY STYLINSON ]

Capítulo 3 ° : "EL GRAN DÍA"

El día 22/12/ 14

La casa de Perrie Edward era enorme de dos plantas, las paredes eran blancas y las ventanas de bordes negros le daban un toque de elegancia, desde la calle se podía divisar el perfecto jardín. Sus padres una vez más, no estaban en casa, tal vez habían salido a una de sus dichosas reuniones, de alguna forma ya no le importaba. Harry Styles era su gran amigo, comprendía como se sentía, pues sus vidas eran algo parecidas, pero el muchacho recibía muchas más obligaciones que ella, ambos eran ignorados por sus respectivos padres, y solo se mostraban ante la sociedad como una familia feliz. Harry apostaba que sus padres ni siquiera sabían que él era gay o que si alguna vez había tenido novia o hasta la cosa más fácil, como su color favorito o quién era su mejor amiga, se preguntaba con frecuencia ¿ Realmente ellos se sentían con el derecho de ser llamados padres?.

Antes su padre era mucho más agradable con él, lo consentía, le leía cuentos, pero a través del tiempo dejó de serlo, aunque trataba de tener o mostrar un poco más de interés que Anne, pero igual se fue alejando de su hijo. Harry siempre le ha tenido respeto y admiración por lograr sus sueños como persona, como profesional, pero como padre era otra historia, ya que su vida era completamente desconocida para ellos. Harry miraba en su celular el mensaje que su hermana había enviado.

« Hazza, Espero que te encuentres bien, hace unos días he conocido a un chico llamado Ed, creo que me estoy enamorando, perdona por no enviarte antes un mensaje, es que no tengo tiempo, él me ha contratado para una empresa. Estoy muy feliz, luego te llamo para contarte los detalles, adiós, cuídate de las arpías que tenemos de padres. Gemma xx».

Las palabras que utilizaba Gemma para describir a sus padres, le resultaba gracioso, ¿Porqué ella trataba así a sus padres? ¿Acaso sabía algo que él no? pero ya no importaba, ella ya no estaba y ya se había librado de ellos.

-¡Perrie! - gritaba el rizado desde la sala.

-¿ Queeeee ? -respondía la chica desde la cocina.

- ¡Que ya me voy a casa! - dijo mientras la chica salía de la cocina, era bonita, su cabellera rubia caía sobre sus hombros hasta llegar a su cintura, su maquillaje a base de rímel negro resaltaba aún más sus ojos grises, se acercó al rizado para darle un gran beso en la mejilla - Adiós, pensé que te quedarías a ver "The Walking Dead" por lo menos, pero no importa. Tú siempre me dejas sola.

- Sabes que me hubiera encantado quedarme, te lo juro, pero tengo que recibir una llamada de mi padre.

- Como si aquí no entrara la señal- se quejó la chica mientras dejaba un recipiente con pop corn en la pequeña mesa- Ok, ok, ahora te abro la puerta.

- Dios, eres tan dramática- dijo sonriéndole - Adiós, Pezza.

-Byyyyyyee, ya abrí las puertas para ti "Mr Tengo una llamada IMPORTANTE de mi padre, Bye"- dijo mostrando la pantalla de seguridad de su móvil, era tan placentero para ella que todo sea automático en estos días, una simple app y ella ni tenía que volver a levantarse de ese cómodo sofá.

- ¿Es necesaria tanta seguridad en tu casa? Cada que pones la clave para abrir la puerta principal y ese estúpido sonido aparece me dan ganas de suicidarme.

- Díselo a mis padres... Bye - dijo la chica sonriendo.

Mientras el muchacho caminaba por el jardín que ya estaba oscuro, sacaba el control de su auto, las rejas se abrieron, pero su auto se encontraba ya afuera como siempre, el auto era de un rojo elegante, habría válidos unos cuantos millones, cuando el rizado ya empezaba abrir las puertas del auto, sintió unas mano en su espalda era un hombre con pasamontañas y guantes, el miedo se apropió de él y empezó a ejercer fuerza, otro hombre le tapó la boca con un paño que seguramente contenía una droga para dormirlo, mientras que el primero le quitó el celular y lo tiró a su auto, el muchacho ya empezaba a caerse por la droga, mientras que ya sin fuerza lo metían en otro auto, todo pasó en cuestión de segundos, el auto avanzó velozmente, mientras dejaban el auto del rizado totalmente abandonado.