Capítulo 12

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Toda la habitación se encontraba en completo silencio, abriendo mis ojos lentamente comprobé que estaba solo. El perfume de Yoongi aún estaba presente a mi lado ¿Debería comprarme el mismo si tanto me gustaba? No, solo le quedaba bien a él.

Mientras me estiraba noté una cartita en la pequeña mesa de centro.

–¿Mmh?– Aún algo adormilado la tomé dispuesto a leerla –Que idiota es...– Sonriendo inconscientemente volví a dejarla en su lugar, la carta decía que debía seguir los pétalos rojos para poder llegar a la comida y aunque fuera algo tonto moría de hambre.

Me puse de pie y caminé en dirección a la puerta viendo como el suelo era decorado por rojizos pétalos. Bueno, hablaba en serio. Siguiendo estos me di cuenta que daba con el patio trasero, algo emocionado por ver que era caminé más rápido. El sol ya estaba presente y la brisa era cálida a pesar de que era temprano.

–¿Yoongi?– Diablos, ni siquiera me había lavado el rostro.

–Jimin– Me sobresalté al sentir unos brazos rodear mi cintura –Arruinaste mi sorpresa, te despertaste antes de lo que pensaba– Sonriendo caminé junto a él a la mesa que nos esperaba con comida.

Luego de convencer a Yoongi que no podíamos comer así de juntos, desayunamos con total calma. Después de almuerzo debía ir al trabajo con Min, con el accidente de Yoongi solo logramos avanzar con las escenas en las que él no estaba presente, ya quedaban las últimas y podrían comenzar a editarla, aunque tomaba bastante tiempo.

Ahora que lo pensaba se aproximaba navidad y año nuevo. Mientras llevaba un pastelito a mi boca pensé si este año lo volvería a pasar solo, extrañaba a mis padres, quizás debería ir a visitarlos.

–¿Vas a hablar con Kim?– Dejando de lado mis pensamientos asentí –¿Quieres qué me quede a tu lado?– Mirándolo a los ojos negué.

–La chica que llegó a tu departamento– Tosí intentando no verme celoso –¿Quién es?–

–Es una buena amiga, nos conocimos cuando trabajamos juntos en una película– Frunciendo mi ceño asentí más celoso, no debía si quiera preguntar –Sabe de nosotros, ella me ayudó a darme cuenta que no debía dejarte ir, es por eso que me maquilló para la cena...– Susurró lo último avergonzado.

Me causaba gracia y ternura que se haya maquillado solo por mi, él odiaba usar maquillaje y que se lo haya aplicado solo para mi me hacía sentir una vez más especial.

–Ver para creer dicen por ahí– Sonriendo con burla seguí desayunando, claramente con la profunda mirada que me daba Yoongi ante aquel comentario.

Al terminar, lavamos juntos los platos entre pequeños juegos. Lastima que este terminó cuando cayó espuma en el ojo de Min.

Los dos acordamos en arreglarnos para el trabajo, él tomaría una ducha en el baño de arriba y yo en el de abajo, por un momento pensé que me invitaría a ducharme con él, pero no era el momento adecuado para eso. Por Dios Park ¿Qué te sucede?

Al salir de la ducha me vestí con prendas de Yoongi, una vez más me sentía como antes, ese característico olor impregnado en las prendas era el paraíso.

Me di cuenta que Yoongi aún no salía del baño, así que de manera rápida caminé a la cocina para poder hacerle una sorpresa.

Cuando escuché la puerta del baño ser abierta me cuestioné el porque estaba haciendo el almuerzo cuando yo era el invitado, estoy seguro que me va a molestar por esto.

Ordenando la comida en los platos vi el cuerpo de Yoongi frente a mi, se veía confundido y claramente divino.

–¿Por qué cocinaste?– Mordiendo mi labio nervioso le mostré la comida.

Destino en rodaje •YM•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora