Capítulo 14

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Las grabaciones se atrasaron y todos decidimos en dejarlas para dos días después de navidad. No me molestaba trabajar unos días extras, después de todo luego se ve el dinero.

Pensaba eso mientras Yoongi me gritaba furioso por haberle cambiado la decoración. Con una sonrisa le besé la mejilla.

–Solo te perdono por eso– Rodando los ojos lo escuché reír.

–Mejor ve a cocinar que la comida no se hará sola– Después de empujarlo a la cocina corrí a la habitación para llamar a Hoseok.

–Ven a cenar conmigo y Min por navidad– Solté rápido al escuchar que contestaron en la otra línea.

–Jimin ¿Es una broma?– Suspiró –Debo trabajar–

–Renuncia o yo que sé, pero cómprale un regalo a Yoongi y te lo pagó– ¿Por qué no respondía?

–¿Olvidaste comprarle algo a Min y solo por eso quieres que vaya?–

–Y por que te amo, no lo olvides– Recalqué.

–Olvídalo– Indignado miré el teléfono al ver que me cortó, que mal amigo.

Bien, debo pensar algo rápido.

–Perfecto– Emocionado busqué una ropa color roja y la envolví con mucho cuidado por los nervios. Ni siquiera casados había hecho algo así.

Me di una refrescante ducha y me arreglé como nunca antes para intentar asombrar a Min.

Al salir de mi cuarto vi la sala decorada de azul rosado, como los adornos del árbol. Había un olor tan rico que mis ojos se desviaron solos a la comida lista, solo faltaba Yoongi.

Esto se sentía tan bien, todo en calma y nuestro tipo de relación marchaba bien por el momento.

Yoongi salió del baño abotonando los últimos botones, dejando dos abiertos. Su pelo medio mojado lograba que imaginara muchas situaciones.

–Te ves precioso– Lo miré algo sonrojado por estar despistado.

–Tú no te quedas atrás– Riendo nervioso me senté en la mesa con Min.

Cada vez mejoraba con los sabores, la comida estaba deliciosa. Me recordaba cuando estaba en cenas familiares y mis primos le daban la comida al perro para poder volver a jugar con la consola.

Quizás estaba siendo muy rápido con Yoongi, tal vez él lo ve todo muy fácil y solo quiere lograr tenerme de vuelta como un premio, no, no debo pensar esas cosas.

Mirando a Yoongi lo vi calmado comiendo ¿Qué estará pensando?

–Kim siempre fue tu amigo– Frunciendo mi ceño esperé que continuara –A lo que quiero llegar es que deberían hablar–

–No sé si lo notaste, pero con él no se puede hablar– Molesto seguí comiendo con furia, hasta que mi plato quedó vacío y solo me quedó beberme de un trago el vino.

Agradecí que dejara el tema ahí, mientras esperaba que él terminara de comer pensé en mi amistad con Tae.

Siempre era atento y cariñoso, estuvo conmigo desde que éramos pequeños y nunca me había faltado el respeto como ahora lo estaba haciendo. Debía hablar con él.

El reloj marcaba las doce y Yoongi como un niño pequeño salió corriendo por el regalo.

–Ten, espero que te guste– Tomé la cajita con cuidado y poco a poco la fui abriendo –¿Unas llaves?– No parecían ser de un auto, no con esa forma.

–Son las llaves de nuestra casa, quiero pedirte que te mudes conmigo a ella– Susurró algo cohibido por la timidez.

–No– Yoongi sorprendido me miró –¡No! A lo que me refiero es que es demasiado pronto para eso– Al ver su cara de decepción me sentí mala persona al haberlo rechazado –Me lo pensaré–

Destino en rodaje •YM•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora