Capítulo 18

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Con Yoongi habíamos llegado a un acuerdo, consistía en trasladar mis cosas más importantes a nuestro hogar luego de acabar con nuestros helados.

Estaba más que claro que ninguno de los dos soportaría otro día más sin la compañía del contrario, es más, extrañaba acurrucarme en los brazos de Min antes de cerrar mis ojos y dormir en completa paz.

A pesar de que todo era tan perfecto, me sentía ansioso y sin lugar a dudas era porque había visto a Hoseok con Taehyung. Hace unos minutos habían abandonado el lugar, pero aún así mi mente no dejaba de darle vueltas al tema.

–Jimin, amor– Dirigiendo mi vista a Yoongi me sorprendí cuando sus labios ya estaban sobre los míos, un pequeño toque de seda –Luces preocupado ¿Es por el final?–

Negando con la cabeza dudé en si contarle o no, tomando la decisión de que aún no le diría.

Al pagar los helados la cajera le pidió un autógrafo a Yoongi y él amablemente se negó.

–Yoongi no seas así, por favor– Negando hice que tomara el bolígrafo. Verlo escribir me recordó cuando ahorrábamos para nuestra casa y él era el encargado de llevar la cuenta del dinero.

Luego de que la chica nos agradeciera caminamos hasta mi departamento, en el camino mi corazón estaba saltando de pánico por querer tomarle la mano. Mirando de reojo su mano libre me di ánimos y de manera rápida la tomé con fuerza logrando sobresaltarlo.

Estúpido, así me sentía ¿Cómo es qué parecía un principiante en estas cosas? Yoongi no hizo ningún comentario a ese movimiento, solo acomodó mejor nuestras manos y depositó un cálido beso en mis nudillos.

–Me gustaría que ese beso fuera en mis labios– Sonrojado acaricié su mano con mis dedos temblorosos.

La sonrisa que se formó en su rostro me confundió ¿No me quería besar?

Deprimido nos subimos al ascensor, mirándome en el espejo sonreí cuando vi mi cuerpo más rellenito y saludable. Mientras subíamos a mi piso la luz comenzó a parpadear hasta el punto de apagarse completamente y detener todos los movimientos.

–¿Yoongi?– Respirando rápido al no poder verlo cerré mis ojos con fuerza.

–Tranquilo, estoy aquí– Vi la pantalla del celular de Yoongi y luego la linterna ser encendida, sin perder tiempo apretó el botón de emergencias –Ya les informé, solo tomará unos minutos, cariño– Respirando más rápido al ver un espacio tan pequeño y sin escape le di la mano al borde del llanto.

Su cuerpo se acercó al mío para darme un fuerte abrazo, sus labios daban pequeños besitos por mi rostro a la vez que sus manos viajaban por mi espalda.

Se pudo escuchar por el ascensor que la ayuda estaría en diez minutos y que tengamos calma.

–Necesito salir– Apretando su ropa con fuerza me asusté más cuando Yoongi apagó la linterna y guardó su teléfono.

–Yoonie quiero luz...– Por mi cuerpo pasó un fuerte escalofrío cuando su respiración se sintió sobre la mía, mi estómago entero se revolvió al imaginarlo frente a mi.

A pesar de ya ver todo oscuro cerré mis ojos de manera lenta, olvidando donde estábamos me encargué de unir nuestros labios en un cariñoso beso.

Sus labios buscaban los míos con necesidad en el momento en que sus manos me acorralaban con lo que yo creía una de las paredes. Embriagado por sus besos moví mis manos de manera torpe a su cabello para que no se alejara ningún centímetro de mi, dando pequeñas caricias en su cabeza mordí uno de sus labios sintiéndome feliz al escuchar un leve gruñido por su parte.

Destino en rodaje •YM•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora