Perdido

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-Era un nuevo día, las aves comenzaban a cantar, el sol iluminaba aun con poca intensidad y solo esperaba un hermoso y lindo día.... Bueno, para nuestro peliverde no tanto.

Izuku despertaba mientras se sentaba en la cama y por instinto se comenzaba a sobar los ojos, este estaba completamente desnudo y despertar ya correctamente este miro hacia su izquierda viendo a Ochako completamente desnuda aun dormida.

Este miraba a la castaña con unos ojos un tanto apagados, para muchos esta imagen seria de envidia máxima, pero para el solo era un maldito recordatorio de que solo estaba en esa cama para satisfacer a su dueña, todo por querer mínimo una oportunidad de conseguir cariño verdadero de esta y no un simple deseo carnal.

Este se levanto sin mucho animo y se dirigió a un closet donde dentro había ropa perteneciente a el y un uniforme escolar, esto después de 3 meses ya se hizo costumbre para el y era mas fácil así a tener que correr hacia su casa para poder vestirse.

Este saco una toalla de color negro y se dirigió hacia el baño, ambos adolescentes se encontraban solos en la casa de la castaña, después de todo los padres de esta se esfuerzan mucho trabajando para darle lo mejor a su hija y que nunca le falte nada, aunque eso claro afecta en el sentido de que casi nunca están con ella.

Este dio el agua la ducha dejando salir aquella agua fría, este espero los segundos mientras el agua aumentaba su temperatura haciendo que el vapor comenzara a hacerse presente.

El peliverde decidió entrar a la ducha, el agua ya estaba perfectamente temperada y este empezó a limpiar su cuerpo, era algo marcado para ser un chico de 16 años, Bakugo siempre lo hizo ejercitarse al punto que el lo tomo ya como un pasatiempo y bueno, los resultados de eso se hacían presentes.

Mientras el peliverde talla su cabello con shampoo escucho la puerta del baño abrirse, el simplemente no le dio importancia pues era obvio quien era la persona que entro, este se hizo un poco hacia atrás para dejar espacio y tal y como se esperaba Ochako había corrido la cortina de baño con una pequeña sonrisa adormilada mirando al peliverde-

Ochako: buenos días Izuku-dijo mientras daba un tierno bostezo y estiraba un poco su cuerpo-

Izuku: buenos días-fue la seca y neutra respuesta por parte del peliverde-

-La castaña entro a la ducha junto al peliverde y rápidamente dejo que el agua hiciera contacto con su suave piel haciéndola brillar levemente, todo mientras el peliverde se quitaba el shampoo de su cabello con el agua y miraba la espalda de la castaña-

Izuku:(me estoy haciendo daño, pero pese a eso no puedo dejar de sentir que mi corazón se derrite al poder verte así, pero solo puedo tocar tu cuerpo y nada mas, no puedo ser aquel que tu corazón desea a su lado)-pensaba el peliverde mientras miraba como la castaña tomaba la botella de shampoo y sin voltear se la extendía a el-

Ochako: ¿puedes enjuagar mi cabello por favor?-pidió en un tono tierno mientras sentía como el shampoo era tomado de sus manos y esta solo se erguía correctamente-

-El peliverde abrió aquella botella y aplico un poco en sus manos y procedió a frotarlas suavemente en el cabello de la castaña, todo mientras ella cerraba los ojos y disfrutaba de aquellos toques suaves como si se trataran del mejor masaje del mundo.

Ochako no podía negar que le gustaba el sentir las suaves manos del peliverde tocando su cabello, siempre que ambos lo hacían el era tan suave y tierno, era tan.... Amoroso con ella.

La castaña decidió voltearse para mirar al peliverde, este por su lado siguió frotando sus manos con el cabello de la castaña hasta que esta lo detuvo tomando suavemente sus antebrazos, este agacho un poco su cabeza para poder verla a los ojos, ojos esmeralda y castaños mirándose fijamente.

Ochako manteniendo sus manos en los antebrazos de Izuku hizo que las manos de este bajaran suavemente haciendo que los dedos de Izuku pasen delicadamente por sus mejillas, deslizándose por su cuello hasta finalmente esta dejarla sobre sus pechos.

El peliverde sin esperar un permiso o algo simplemente empezó a masajear aquellas suaves montañas de carne y esto causaba felicidad en la castaña la cual dejaba reflejada en pequeños y tiernos gemidos que eran acompañados por una sonrisa, aunque no podía negar que había algo muy importante que la perturbaba.

Eso que tanto la hacia pensar y en estos momentos molestaba un poco en disfrutar los roces de su "juguete" era aquella mirada, cuando ellos empezaron con esta "relación" Izuku siempre hacia esto con una mirada deslumbrante y muy tierna, pero ahora aunque sus toques y forma de hacerlo siguen siendo suaves y delicados, no podía evitar ver que aquella mirada que antes era de ¿amor hacia ella?, se apagaba lentamente, se apagaba como una llama, una mísera llama que trataba de iluminar un completo vacío repleto de oscuridad.

Para aquellos adolescentes aquella ducha no fueron mas que simples toqueteos, tal vez si ese día no tuvieran que ir a la academia hubieran continuado, pero este día no era el caso.

Ambos adolescentes habían salido de la casa de la castaña y se disponían a ir a la academia, la castaña caminaba con una gran sonrisa y un poco mas rápido que el peliverde, este por un momento se quedo quieto para mirar a la castaña, este miraba como ella se alejaba, no solo de el, si no también de su corazón, era como el horizonte donde siempre sale el sol, tan hermoso y resplandeciente, pero imposible de alcanzar.

¿Se hacia daño a si mismo haciendo esto?, estaba claro que si y el lo sabia, pero no podia deshacerse de aquel calor de su pecho por esa castaña, aunque abecés parecía que finalmente se apagaría, este renacía aun mas fuerte y lo hacia seguir adelante, simplemente no sabia que hacer, su cuerpo, sus sentimientos, su mente, su corazón, todo su ser....

Estaba Perdido-

-FIN DEL CAPITULO-

¿Solo Un Juguete?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora