AU: Sin quirk
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Un pequeño peliverde lloraba debajo de un árbol, tenía demasiadas heridas en su cuerpo.
- Todo va a estar bien - Alentaba un peliceleste
- Pero yo no soy malo, igual me hacen daño - Su llanto aumento
- Ellos son unos idiotas, tú tienes que ser fuerte - El otro niño se sentó al lado de él - Yo estaré contigo
Para la visita del pecoso estaba platicando con su amigo, mientras para la de los demás, estaba solo.
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- ¿No vas a comer? - Preguntó Izuku
- No - Negó Tomura
- ¿Tu amigo no va a comer? - Preguntó una mujer peliverde
El niño negó con la cabeza.
La mujer sonrió, no tenía que preocuparse, era solo un amigo imaginario, a su edad era normal.
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- No debiste de hacer eso - Dijo Midoriya con el ojo morado
- Se lo merecía - Respondió simple Shigaraki
Tomura había puesto el pie para que uno de los que molestaban al menor se cayera, resulto con el brazo roto.
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- ¿A donde vamos? - Preguntó asustado el peliverde
- Te tengo un regalo - El mayor sostenía la mano del otro niño
Los ojos del pecoso se iluminaron, le encantan los regalos.
Siguieron caminando hasta llegar a una calle, ahí había un lindo conejito amarrado con una cuerda a un poste. Se veía en mal estado por lo que corrió hacia el para desatarlo, no se veía con fuerzas para levantarse asi que lo cargo y lo recostó en sus brazos.
- Lo abandonaron aquí, pensé que tú querías una mascota y así ayudarlo - Habló por fin le contrario
- Vamos a casa, le decimos a mamá para llevarlo al veterinario - Dijo corriendo hacia su casa
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- Está desidratado y no ha comido, solo mantenganlo bien y denle está medicina en su agua - Habló el hombre escribiendo en un papel para entregárselo a la mujer.
- Gracias - Dijo Inko
La mujer salió con su hijo por las medicinas y a pagar, había aceptado que su hijo tuviera una mascota para que esté más feliz y con un compañero.
- Al final no me dijiste donde lo encontraste - La mujer recibió las medicinas
- Tomura me llevo a el, dijo que fue abandonado hace algunos días - Abría una paleta que le dió el doctor
Inko dudaba del amigo imaginario de su hijo, era demaciado raro. Ella intentaba creer que era por su edad.
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El pequeño Izuku estaba comiendo palomitas mientras platicaban con su amigo.
- ¿Por qué nadie te ve? - Preguntó inocentemente el pequeño de 5 años
- Soy...- Se quedó pensando - Alguien que solo los niños especiales pueden ver - Le sonrió - Pero voy creciendo junto a esas personas especiales
- ¿Soy especial? - Se sorprendió por las palabras de su amigo
- Muy especial - Le gustó la sonrisa que dió el peliverde
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Habían pasado 4 años, el no dejaba a su amigo imaginario.
Seguía jugando con el mismo amigo, su único amigo.
