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15 de marzo: Un pequeño trozo de pergamino de encontraba en el fondo de mi mochila, no le di importancia y lo deseché.
16 de marzo: Otro trozo de pergamino cayó al momento de sacar el libro de transformaciones volví a hacerle caso omiso tirándolo a la basura.
17 de marzo: Me encontraba en la clase de historia de la magia por lo que saqué mi estuche para poder tomar mi pluma y tomar apuntes, sin embargo, en ella había un pedazo de pergamino, de nuevo como si lo hubiera arrancado, yo no era de arrancar y dejar pedazos de papel por toda mi mochila, de hecho en eso era bastante ordenada, pero pensé que fue un error mío y lo dejé.
18 de marzo: Me encontraba en mi habitación, sola, estudiando para el próximo examen de pociones, abrí el libro y de nuevo otro trozo de pergamino, lo examiné una vez más, estaba vacío igual que los anteriores, debía de ser algo oculto, yo no era la que los dejaba ahí.
Pensé en quién podría haberlos dejado, aunque no se me ocurrió nadie, tal vez fuera Dean, pero no lo creo.
"APARECIUM" el hechizo vino a mi mente como un golpe, tal vez hay algo escrito en ellos.
—Aparecium. —Lancé el hechizo y poco a poco se fue revelando lo que al parecer era un mensaje oculto.
Tu rizada melena dorada hoy se veía muy bien pequeña leona.
¿Mi rizada melena? ¿Quién había escrito esto? No tenía firma y no reconocía la letra, debía ser una broma, solo una broma. Tiré el papel al bote de basura.
19 de marzo: Hoy cuide muy bien mi mochila, esperando que ahora nadie pudiera hacerme esa broma de nuevo.
Sin embargo, alguien se las había empeñado para dejar en mi cama una nota, por lo que podía ver estaba algo arrugada, lo más seguro es que un la hay traído una lechuza, en nuestra habitación de Gryffindor nuestra ventana siempre estaba abierta, no se porque a Lavender le gustaba el aire fresco.
