Los 𝑨́𝒏𝒈𝒆𝒍𝒆𝒔 de 𝕮𝖍𝖆𝖗𝖑𝖎𝖊 ⊱ᴋᴠ ʏᴍ ɴᴊ⊰

8. Mal Presentimiento.

Yoongi se mantuvo lejos de la aglomeración pero se sentía igual de sofocado que si estuviera en medio del salón pues su grupo de hombres lo rodeaban creando una jaula de contención perfecta.

Desde esa distancia podía verlo todo con claridad por lo que su mirada se concentró indudablemente sobre Kim Namjoon, sorprendiéndose al encontrarlo presente. El moreno ni siquiera parecía haber reparado en su presencia, parecía demasiado entretenido coqueteando con Hwasa, la devoradora de hombres, como la llamaban en broma.

—¿Señor Min?– una voz ronca pero suave lo hizo concentrar su atención sobre el chico sonriente y jovial que se acercaba en su dirección y quien fue rápidamente detenido por uno de sus hombres. —Veo que no soy bienvenido– recalcó el muchacho con tono ligeramente indignado.

Yoongi lo recorrió de arriba abajo tratando de reconocerlo sin lograrlo. Era un poco pequeño, de mejillas sonrojadas, labios gruesos y a pesar de ser todo un adulto por momentos parecía más bien un niño, un bebé tierno y adorable.

—¿Te conozco?

El chico dirigió su mirada del mastodonte que le había cerrado el paso hacia Yoongi y sonrió un poco descaradamente.

—No, pero pronto lo hará– respondió decidido.

Yoongi soltó una risita burlona, de acuerdo el chico era interesante. Con un movimiento de mano sutil ordenó a su hombre que lo dejara pasar al interior de su cerrado círculo.

—Bien hecho, Jiminie– felicitó Taehyung, su mirada se desviaba apenas un poco hacia el grupo que sin duda llamaba bastante la atención, ya todo mundo había visto llegar al famoso Agust Ivanov.

Seokjin se movió alrededor saludando algunos accionistas reconocidos y empresarios controversiales guiado por Hwasa quien al parecer no planeaba dejarlo ir muy pronto.

—Así que supongo que eres el niño rico y mimado de alguno de mis socios y te has acercado con tres posibles razones en mente; uno, demostrar a tu papi que eres audaz. Dos, ser un poco rebelde. O tres, esperando que te folle– Yoongi apenas y prestaba atención al chico a su lado, sus ojos estaban fijos más allá.

Jimin escuchó la carcajada de Taehyung por el comunicador y entre cerró los ojos.

—Ese tipo está muy lleno de sí mismo. Aunque escuche que es buenísimo en la cama– dijo Taehyung y Jimin solo podía pensar en cómo era que su amigo tenía ese tipo de información.

—Nada de eso, de hecho está muy alejado de la realidad. Además lo que mi padre sea o deje de ser no tiene nada que ver conmigo. Soy yo quien forja mi destino– Jimin intentaba atraer la atención de Min de regreso a él. Jungkook se encontraba demasiado cerca como para hacerlo sentir intimidado, no podía creer que Taehyung estuviera tan mal por un tipo que inspiraba de todo menos confianza.

—Niño, eso es demasiado romántico y fantasioso para mi gusto– Yoongi finalmente lo observó de nuevo. —O tienes apellido importante o no eres nadie, la cuna de la que vengas hace la diferencia.

—Excepto en usted– ahora Jimin se sentía molesto —porque usted no viene precisamente de buena familia ¿o si? Se hizo su propio camino no como un Ivanov sino como un Min– dijo las ultimas palabras en voz muy baja, acercándose al oído de Yoongi para que solo él pudiera escuchar.

Los ojos audaces de Min dejaron de brillar con burla para tomar un tono severo. Su mano se aferró al brazo de Jimin con demasiada fuerza.

—¿Quién eres?– preguntó pero lo había dicho con un tono que más bien parecía exigencia.

—Algo no anda bien– escuchó la voz de Taehyung por el comunicador y desvío la mirada hacia la entrada justo cuando un grupo de hombres misteriosos entraban al lugar. —¿Y esos quiénes son?