Los 𝑨́𝒏𝒈𝒆𝒍𝒆𝒔 de 𝕮𝖍𝖆𝖗𝖑𝖎𝖊 ⊱ᴋᴠ ʏᴍ ɴᴊ⊰

15. Probablemente.

Namjoon se acomodó en el asiento cuando vio llegar a Yoongi rodeado de un grupo de sus hombres, dirigió una mirada a Hoseok pero su socio parecía imperturbable. El joven mafioso no se veía preocupado por las miradas desconfiadas y alarmada que los otros clientes del restaurante le lanzaban a él y su séquito.

—De haber sabido que ibas a venir con tanto... Personal, habría hecho que cerraran todo el lugar– mencionó Namjoon.

—Que raro, creí que harías justo eso– la ceja de Yoongi se alzó.

Namjoon metió una mano al bolsillo interior de su saco y las miradas pesadas y letales de los hombres de Yoongi se volvieron hacia él con rapidez.

—Solo sacaré mi móvil– mencionó Namjoon con una sonrisa para tranquilizarlos a todos —tengo un mensaje de Seren para ti.

—¿Seren?– repitió Yoongi aunque ya sabía a quién se refería.

Namjoon enseñó la pantalla de su teléfono celular y un video empezó a reproducirse. El rostro pequeño y adorable del rubio que hasta hace poco había sido su rehén apareció mostrando una sonrisa engañosa.

—Hola, señor Min. Antes que nada espero que el golpe en su cabeza se encuentre mucho mejor y le ofrezco una disculpa por eso– empezó Jimin, pero por el tono de su voz no parecía ser muy honesto. —Espero que hablar con el señor Kim le ayude a despejar sus dudas y si todavía no está convencido entonces puede solicitar nuestros servicios en cualquier momento. Ya sabe dónde encontrarme.

Yoongi apretó la mandíbula con fuerza cuando el pequeño cretino le guiñó un ojo y por un momento quiso golpear la pantalla táctil. Ese rubiecito se había burlado de él y seguía haciéndolo. La idea perversa de tomarlo y hacerlo pedazos en la cama era superior a su propia rabia. Nada le gustaría más que verlo retrocerse sobre el colchón mordiendo la almohada y gimiendo como si estuviera en celo, pensó tanto en esa fantasía que su pene palpitó y endureció.

—Vayamos al grano– fue Hoseok quien interrumpió sus pensamientos —tú querías robar el bolígrafo, pero ni fuiste tú quien terminó haciéndolo y ahora sospechas que uno de tus hombres te traicionó y lo robó primero ¿correcto?

—¿El rubio les dijo su brillante deducción?– Yoongi escupió las palabras con irritación, pensar en ese muchacho lo ponía malhumorado y caliente, era un desastre.

—Te sorprendería lo mucho que nos dijo con solo pasar día y medio contigo– se burló Namjoon justo cuando los platillos que había ordenado llegaban a la mesa.

Los hombres de Yoongi se apartaron tomando una distancia prudente pero siempre atentos a lo que ocurría con su jefe.

—Me tomé la libertad de elegir algo para nosotros– mencionó Namjoon con una sonrisa que marcó sus hoyuelos.

—¿Entonces?– presionó Yoongi, pasando por alto el comentario y fijando su mirada en Hoseok.

—Los ángeles creen que podemos apoyarnos mutuamente para dar con el verdadero culpable. Seren dice que tú crees que tu socio de inversiones tiene a un infiltrado en tu grupo ¿es eso cierto?

¿Y como demonios había llegado a esa conclusión tan acertada? Ese rubio le ponía los pelos de punta cada vez peor, era como tenerlo en su mente rondando entre sus pensamientos más profundos. La sensación le encantaba y al mismo tiempo lo molestaba, Yoongi ya no sabía ni qué pensar de ese chico y entre más sabía de él y lo habilidoso que era más ganas tenía de robarle esa aparente virginidad que todavía tenía. No es que fuera la clase de hombre que se siente especial por ser la primera vez de alguien pero en ese momento nada lo haría más feliz que ser el primero en la cama de ese rubio.