Re tonta yo, publiqué el séptimo capítulo y no el sexto, una disculpa, ahre.
[•••]
Rene.
Estaba hasta el final y Peter iba al frente guiando el camino, por lo cual quería reírme, sabía que estábamos perdidos solo que el muy orgulloso no lo va quería admitir. Medio aburrido pateaba una roca que me encontré en el camino como si fuera una pelota.
Me pregunto el por qué estoy aquí, ya había comprobado que no era un sueño; la cachetada, los dedos normales y el chapuzón debió ser motivo suficiente para saber que no estaba dormido. Sin embargo tengo que idear un plan para la emboscada al castillo, tenía que evitar las muertes de muchos narnianos.
—¡Ay!—Edmund me miró arqueando una ceja, casi se tropieza por una de las piedras que pateaba.
—Lo siento—Me disculpe apenado, Trumpkin soltó una risa al lado de Edmund.
—No recuerdo este camino—Hablo Susan quien iba con Lucy.
—Las chicas no pueden meterse un mapa en la cabeza—Dice Peter mientras la mira burlón, lo remeda sin que nadie me viera.
—Porque no tenemos la cabeza vacía—Se la regreso Lucy.
—Ojalá le hubiera hecho caso al Q.A—Se lamentó Susan con Lucy.
—¿Q.A?—Pregunto Edmund mientras se subía a una roca, lo cual también imite.
—Querido amiguito—Respondí divertido antes que Lucy, poniéndome a la par con Edmund.
—No estás siendo condescendiente, ¿verdad?—Dijo Trumpkin, Edmund se río.
Peter paró confundido, viendo las gigantes piedras que no recordaba.
—No estoy perdido.—Susurro frustrado.
—No.—Dijo el enano, bajándose de una piedra—Solo tomaste un camino equivocado.
—Vieron a Caspian en el Bosque Tembloroso y la forma más rápida de llegar es cruzando el río Rush—Respondió enojado, nos miramos unos a otros preocupados por la posible pelea.
—Pero si no me equivoco, no se puede cruzar por aquí.—Opinó Trumpkin.
—Eso explica todo. Estas equivocado.—Espeto Peter, no dejo que nadie hablara y siguió su camino.
—Terco—Susurre, a lo que todos, menos Peter, me dieron la razón.
Después de varios minutos pasamos de zona rocosa a un bosque hermoso, había unos que otros animales inofensivos. Páramos en donde se suponía que estaba el río; cuando lo veía en las películas siempre opinaba que no estaba tan alto pero verlo en carne propia me aterraba de lo peligroso que era.
—El agua erosiona el suelo, cavando más profundo...—Empezó a explicar Susan.
—Cállate ya—Interrumpió Peter,
—¿Hay alguna manera de bajar?—Preguntó Edmund a Q.A.
—Si, cayendo.
—Yo no apoyo esa idea—Mencione mientras me ponía a lado de Lucy.
—No estamos perdidos—Aseguró Peter.
—Lo sabemos, Peter—Hablé con calma sin apartar la mirada en donde se supone que estará Alan.
—Hay unos bajos cerca de Beruna ¿Les gusta nadar?—Sugirió Trumpkin.
—Prefiero nadar que caminar—Susan se puso en marcha junto al enano.
Lucy y yo nos quedamos un momento más mirando hacia el otro lado del camino.
—¿Aslan?—Lucy nombró con duda. De las piedras se asomó una hermosa melena rubia y esponjosa, su mirada felina penetró cada uno de mis huesos, era casi majestuoso. Así como apareció; desapareció.—¡Es Aslan! ¡Es Aslan, está allí!—Gritó con emoción mientras apuntaba hacia donde lo vimos.
Los hermanos y el enano pararon abruptamente; mirando con sorpresa e incredulidad a donde señalaba la más pequeña.
—¿No lo ven? Está precisamente...—Su mira se fue apagando, al igual que su sonrisa—...ahí.
—¿Lo ves ahora?—Preguntó con sarcasmo el enano. Lo mire de mala manera, exasperado.
—No estoy loca—Se defendió la pequeña—Estaba ahí. Quería que lo siguiéramos.—Dijo esta vez mirando a Peter. Susan le mandó una mirada al mayor para que hablara con Lucy.
—Estoy seguro que hay muchos leones en este bosque.—Peter trató de convencerla.—Igual que ese oso.
—Creo que puedo reconocer a Aslan.—Espeto con enojo Lucy.
—Te creo—Hablé por primera vez, llamando la atención de todos—Lo vi, era majestuoso.—Seguí hablando con la mirada perdida. Miro a Lucy, quien estaba con la mirada iluminada, le di una pequeña sonrisa.
—Mira, no voy a tirarme a un abismo por alguien que no existe—Se negó Trumpkin.
—La última vez que no le creí a Lucy, acabé haciendo el ridículo—Edmund fijó su vista en Lucy. Sonreí con orgullo porque sabía que él si nos creía.
Peter frustrado y decepcionado miro en donde lo habíamos visto: —¿Por que no lo vi yo?—Nos preguntó.
—Quizá no estabas mirando—Lucy lo miró con duda.
—Perdóname, Lu.—Peter empezó su andar de nuevo, con Susan y el enano detrás de él.
Los ojos de Lucy se cristalizaron, contemplando en donde estaba Aslan. Suspirando me puse a su lado, percatandome que Edmund fue el único que seguía con nosotros.
—Escucha, Lu—La llame; ganándome su atención—Te creo, es algo tonto que Peter piense que hay mas Leones en el Bosque, sabiendo que están en la Sabana—Dije divertido, ocasionando su risa—El no lo vio por no poner atención, pero te aseguro que estaba ahí. Nunca lo había visto—Una mentira piadosa no hace daño ¿No?—Pero sentí la corazonada de que era él, me sentí enpaz.—La tome de la mano para caminar, uniéndose Edmund a nuestro lado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.