Prólogo.

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Era normal ver a grupos reunidos de personas entre las frías sombras de los callejones sucios a altas horas de la noche. 

Normal si vives en Gótica.

 Usualmente, en su mayoría eran hombres que contaminaban el aire de su entorno con su sucio humo de tabaco. Compartiendo su tóxico aliento, como sino fuera suficiente pudrir sus propios pulmones, tenían el deber de llevarse algunas personas más entre las patas. Se creían intocables e incluso se podría decir protegidos por la ley, la policía no hacía muchos rondines de vigilancia a partir de las 12:00 de la noche, llegando a la conclusión de que era sospechoso, como si estuvieran de acuerdo con los acontecimientos en este lugar. 

El penetrante olor a perfume barato masculino combinado con los gélidos aliento de alcohol y tabaco, inundó las fosas nasales de Harley, provocándole unas fuertes náuseas y una sensación de vacío en su estómago, pero tenía que contenerse por su propio bien, no quería tener consecuencias violentas si se ensuciaba en su imprudencia, no quería molestar a Jack, así que decidió en cubrirse con su chamarra roja e intentó casi desaparecer de la vista.

No era normal para ella estar en las afueras de la calle de este lado de Gótica, no era el territorio de Jack después de todo. Pero si algo sabía la confundida de Harley, es que era importante estar aquí para él. Desde hace unos meses casi un año para ser correcto, fue que lo conoció para su desgracia. Tubo la apariencia de ser un joven con grandes ambiciones, aunque su futuro era cuestionable, a ella realmente no le importaba en eso entonces.

Ojala hubiera pensado un poco más el tipo de ambiciones al que se refería. 

Jack era unos siete años mayor que ella, teniendo Harley 22 y él 29. Pero eso no le había importando en lo más mínimo a la rubia, no cuando lo conoció de la manera más cliché que incluso los poetas podrían los ojos en blanco por ser muy romántico, el tipo de romance de estos tiempos, desde su perspectiva por supuesto fue perfecto. Aunque no había nada romántico en conocerlo en un bar grasiento, para después terminar follando en uno de los sucios baños públicos. 

Al principio fue atento, a su manera claro. Pero todo cambió cuando tuvieron su primera pelea, Harley estaba segura de que no era un tema a discutir, pero tuvo la mala idea de rechazar uno de sus paseos que en realidad eran rondines nocturnos, junto con sus amigos que parecían más sus secuaces que amigos. Ella solo quería dormir sus ocho horas obligatorias para poder despertar temprano y poder ir a sus entrenamientos de gimnasia, para después estar al corriente con sus estudios, porque después de todo, ella era una universitaria becada. 

No creyó que lo fuera a molestar, él sabía de su situación académica y parecía que él estaba de acuerdo en que era estudiante, además ¿qué era tan importante para ir todas las noches a solo dar vueltas entre las calles desoladas de Gótica? Lo supo después de su primer golpe en la mejilla y lo reafirmo con un jalón de cabello. "Por eso las mujeres no pueden ser rubias e inteligentes... ¿No es así Harley?" le había escupido.

Su reinado como uno de los traficantes de droga comenzó a ser mencionado después de sus primeros golpes tanto físicos como en sus ventas ilegales. Fue popularizando a tal grado que logró tener conecciones con los grandes dueños de droga en todo Gótica. Uno de los primeros fue Oswald Chesterfield Cobblepot, su alias aunque era gracioso, era Pingüino, uno de los más grandes traficantes del lado Este de la ciudad. En su alianza lograron hacer millones en lavado de dinero y lograron tener protección proporcionado por la misma Comisión de policía de Gótica.

Un apretón áspero en sus hombros la sacó de su pequeña burbuja de recuerdos. Conocía las grandes manos de Jack, eran inconfundibles, pesadas como duras piedras contra su rostro y ásperas como lija contra su piel. Así que no tardó en reconocerlo entre toda la masa de hombre que los rodeaban. Jack era alto, cabello grasiento teñido de verde, su piel era pálido como el marfil y tenía esa sonrisa aceitosa que perturba a más de uno. Sus grandes ojos verdes oscuros como pozos, miraban hacia su objetivo sin soltar los hombros temblorosos de la chica, su sonrisa nunca la abandonaba, siempre sonreía mostrando sus dientes amarillentos. Cambio su aspecto desde su poderío, pasando de unos simples pantalones de mezclilla a unos Smokings de colores morados y verdes. 

——Hoy es día de poner orgulloso a papá. —— decía Jack mientras su agarre se volvió más doloroso. ——Está noche mi chica será una mujer...

Harley no tenía idea si esas palabras eran dirigidas para ella o era para sí mismo, pero ese pensamiento quedó al aire, reemplazando la duda por un miedo que la recorrió por toda su columna vertebral, vio a un hombre amarrado contra una silla giratoria, una de esas que usan en una oficina. Varios pares de ojos lo observaban y ella sentía que se volvía más pequeña a cada paso que daba. 

Inconscientemente logró saber que aquel hombre tenía una deuda muy fuerte con Mistah J, una que por supuesto se trataba de dinero, además de que era un chivato soplon. La única opción de castigo para un traidor, era la muerte. Harley sabía de los castigos, sabía de las entregas y también sabía de las muertes. Se sentía enferma por saber todo lo que su Puddin hacía y no se podía perdonar que ella era cómplice como partícipe. Desde cualquier punto de vista, ella era tan culpable como Mistah J. Ella temia por su vida. 

——Escucha bebé, este cabron ha echado a perder algunos negocios de tu Puddin. —— está vez Harley sabía que Jack le hablaba a ella, pero sus ojos verdes no la miraba en cambio sonreía hacia su alrededor y cargaba con dedos rápidos un revólver bañado en oro. Harley sintió pavor, miedo y sus ojos se llenaban de lágrimas reprimidas al instante. Quería escapar e irse de este lugar, quería ir a su casa que rentaba junto con Basb, hacerse bolita en su cómoda cama protegiendose, repitiéndose así misma que esto era solo una pesadilla y que al amanecer todo estaría bien. Pero en lo profundo de su mente, sabía que no era real y que ella no podía escapar de Jack. 

Su mano sintió el frío del arma contra su palma sudorosa, su agarre era flojo, lo sabía, le pasaba lo mismo cada vez que tomaba uno. Todos en ese lugar tal vez pensaban que ella no tendría las agallas para hacer lo que Jack le pedía, sus miradas burlonas los delataban. Pero era la chica de Joker, tenía el deber de ser una perra desarmada con valor. Aunque no tenía la fuerza para hacerlo. Jack aún no le decía que disparará, aún así, Harley podía predecir que lo ordenaria en cualquier momento y ella tendría que decidir si hacerlo, este momento cambiaría todo. 

—— Así que, cariño, demuéstrale a todos que tú materias por mi. —— grito Jack levantando los brazos a los lados mientras daba un giro en su lugar, nunca dejando de reír a carcajadas. ——Dispara... —— susurró, pero Harley solo apretó con fuerza su mandíbula, sus piernas temblaban amenazando con perder el equilibrio mirando con ojos desubicados a su alrededor. Tomó unos segundos en tomar el valor y sujeto con ambas manos el arma para detener su mareo tembloroso, levantó el arma apuntando a quel hombre que forcejeaba contra sus ataduras, sus ojos parecía con salirse de su órbita y negaba de manera exagerada.

Pero quien no suplicaria por su vida.

Harley dio una inhalación y trató con todas sus fuerzas abrir sus ojos lleno de lagrimas, el arma se sentía pensada entre sus manos débiles, un peso que sabía que pronto la carcomeria el resto de su vida, aquí estaba con otro cargo más en su consciencia sería nuevamente asesina. Y al igual que este hombre que rogaba por su vida, ella también temía por la suya, no tenía más opciones que apretar el gatillo. 

Harleen moría, más bien desaparecía de apoco con cada delito que cometía, lo supo desde hace un tiempo atrás. Harleen nunca será asesina, quería mantener esa personalidad fuera de pecado y culpa. En intento de protegerla, creó a Harley Quinn que por supuesto sería la autora de casa delito si eso implica cuidar de Harleen Quinzel, Harley Quinn sería la culpable de todo. 

—— ¡Dispara! —— grito Jack y así lo hizo.

~°~
¡Hola lectores y amantes del Harlivy!

Esta es una historia en el que he estado trabajando últimamente, amo el Universo DC y no podía esperar más para escribir a mi pareja favorita. Desde que vi la serie de Harley Quinn y nos dejaron con ese final de oro, no he estado más que pensado en poner mi granito de arena como fanática.

Así que aquí está :3

Dejo en claro que no se muchas cosas sobre los comics, así que si ven algo que no cuadra, no dudes en decírmelo, trataré de retificarlo lo antes posible. Publicare cada martes, bueno, trataré lo prometo.

Comentarios y votos son más que bienvenidos... Solo espero que alguien realmente le guste esta historia y lo siga hasta el final, no será muy largo jeje.

¡Nos leemos!

Tentación divina. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora