Capítulo 2

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Harley caminaba por un pasillo desierto alfombrado, dando pasos lentos mientras limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano. 

Que impotencia. Pensaba. 

Lloraba no por el hecho de que sería tomada como una muñeca inflable, se estaba acostumbrando ya que Jack la trataba como desechable después del sexo. Aunque si era sincera consigo misma, tenía un poco de miedo, la diferencia sería que esta vez no sería Jack quien la tomara, pero más que eso era la impotencia de no poder escapar de esta cárcel, de las garras de su ¿novio? Ya no sabía que era él para ella, sí era importante o tal vez, solo era un accesorio que se podía presumir y prestar a quien mejor le plazca, solo para sacar provecho. Al menos servía para algo. 

No se había dado cuenta que pronto llegó a la puerta de la habitación, fue demasiado rápido para su gusto, no tuvo el tiempo de prepararse mentalmente. La puerta estaba cerrada por lo que notó, no había luz encendida en el interior, lo que parecía que aún estaba a oscuras. La rubia suspiró derrotada y se tomó por sus brazos abrazándose así misma, intentando desaparecer, era a lo único que recurría, de esta manera no se sentía vulnerable. 

——Llegué justo a tiempo. —— Harley se estremeció por el cálido alimento que se estrelló contra su oreja. La rubia se dio vuelta repentinamente pegando su espalda desnuda contra la fría puerta roja. Ahí estaba aquella mujer de la zona exclusiva con una sonrisa ladina, su cabello rojo cubría parte de su ojo y rostro derecho y fue entonces que Harley se dio cuenta por primera vez que sus ojos eran verdes como la esmeralda. 

——Lo siento, no quise asustarte. —— decía la mujer más alta alejándose de ella unos centímetros dándole espacio. 

Harley intentó recuperarse notando su posición ridícula de Bambi asustada, se puso de pie con la espalda erguida, pero le resultaba difícil dejar de ver aquella mujer imponente, era demasiado atractiva que era un pecado no verla. ——N-no, yo solo… no la esperaba. —— pudo formular palabras, pasando un mechón rubio tras su oreja en señal de nerviosismo. 

——Oh, ¿estás decepcionada que yo esté aquí? —— preguntó la pelirroja fingiendo tristeza en su voz. 

——No-nono definitivamente no. —— Harley se apresuró a responder calentando su rostro con un fuerte sonrojo dándose cuenta que la pelirroja sonreía ante su actitud. La rubia en su desesperación por ocultar su vergüenza, se cubrió el rostro con ambas manos, admitiendo así de rápido que en realidad estaba nerviosa por su presencia. Sabía que su actitud era infantil, demasiado ha lo acostumbrado, pero no busco a que más recurrir. 

Un risa cálida escapó de los labios de su compañero, pudo escucharla más cerca de lo que recordaba, Jesús ¿Porqué me siento tan tonta? Se preguntó Harley. 

Una mano fría pero aterciopelada de Ivy acarició el pómulo magullado, haciendo que Herley apartará sus manos de su rostro lentamente, arrugando el ceño por el leve dolor en la mejilla, algo que Harley esperaba que no notará la pelirroja, pero rápidamente cambió cerrando los ojos en un suspiro placentero al sentir la caricia de un pulgar pasando suavemente sobre su piel pálida. Lentamente se sintió mareada por el olor de lo que creía era lavanda o ¿era rosas? Harley no sabía, pero que importaba, el olor era embriagante y emanaba de ella. 

——¿Te parece si entramos? —— preguntó  Ivy con una voz melodiosa. No supo en qué momento se acercó demasiado a la más joven, el calor de sus cuerpos eran sólo separados por centímetros de fría distancia y lo única conexión entre ellas era la mano aun pegada a su mejilla. 

Harley abrió los ojos abruptamente mirando aquellas esmeraldas resplandecientes, la mano ajena aun no dejaba su ministración de caricias. Aún sentía vergüenza por su actitud confiada con aquella mujer, era muy fácil dejarse hacer con ella, que daba miedo, actuaba como un cachorro mendigando atención y caricias para menear la cola felizmente, en su defensa, lleva mucho tiempo sin tener algún tipo de caricia. Dándose cuenta de lo patética que era, evitó aquellos ojos verdes mirando hacia el suelo, asintiendo ante la pregunta que hizo hace unos segundos. 

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