Los García cargan con una maldición y esa es son una par de chicos muy propensos a meterse en problemas.
Problemas que se vuelven interesantes y divertidas aventuras después.
Pero no será hasta que lleguen a Bulder, Colorado y conozcan a los cuatril...
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CAPÍTULO TRES
CUATRIPROBLEMAS MULTIPLICADO POR DOS
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Cada uno de los grupos de hermanos se escondieron en la primera habitación que encontraron, por lo que teníamos a los gemelos en el cuarto de los niños, mientras que, con los Harper, se dividieron en dúos dando como resultado a Dawn y Ricky en el cuarto de Giselle y a Nicky y Dicky en el de Max.
Y para complicar el asunto en ambos grupos, la alarma de los gemelos sonó anunciando que las dos horas habían pasado y lo mismo con los cuatrillizos.
—Estamos en problemas, muchos, muchos problemas —decía Giselle a su hermano caminando de un lado a otro—. Mamá y papá irán por nosotros a nuestra habitación y cuando no nos encuentren…
—Arderá Troya —completó Max con miedo.
Ricky y Dawn estaban tratando de escuchar por detrás de la puerta algún sonido o algo para saber si podían salir a buscar al resto de sus hermanos.
—Dawn —la llamó Ricky—. Si no nos vamos ahora, nuestros padres irán a preguntar si estamos listos para la cena y no nos encontrarán.
—Lo sé, pero…
Un ruido interrumpió a Dawn. Ese ruido era nada más ni menos que Jessica diciéndole a su marido que no pasaba nada y que solo había tenido un ataque de nervios y que no importaba lo que pasara en la cena.
Entonces la mujer camino al cuarto de Giselle que era donde estaban Dawn y Ricky.
—Gis, ¿ya estás lista? —preguntó tocando la puerta.
Dawn y Ricky intercambiaron miradas y gestos en los que él le decía que contestara.
—Emm, no mamá —contestó Dawn haciendo la voz suave y algo aguda.
—Hija te escuchas rara, ¿te sientes bien? –preguntó Jessica preocupada.
Dawn y Ricky volvieron a discutir para ver quien contestaban. Ricky se aclaró la voz.
—Si —respondió haciendo su voz aguda y de lo que él creía era de niña.
—Yo creo no, así que voy a entrar —anunció y la perilla de la puerta comenzó a girar para abrirse.
Dawn y Ricky entraron en pánico.
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Giselle y Max estaban dispuestos a salir por la ventana cuando escucharon toques en la puerta.
—Chicos, ¿han visto a su hermana? Su madre tuvo un ataque de nervios y prefiero que lo hable con Dawn, ya saben cosas de chicas —explicó la voz de Tom.
