Tom Holland | One Shots

Cherry

Título: Cherry
Advertencia: Ninguna.

─¡Thomas!

─¿Qué?

─¿Dónde dejaste mi zapato?

─¡No lo sé, lo tiré en alguna parte!

─¡Vamos a llegar tarde!

     Thomas y Daniella estaban preparándose para la alfombra roja de "Cherry", una nueva pelicula en la cuál ambos actuaban, pero el día había sido un caos. Thomas perdió su corbata y tuvo que salir a comprar otra, Daniella no encontraba su zapato y su delineado se habia corrido, ninguno de los dos tuvo tiempo de sacar al perro a hacer sus necesidades, provocando que este meara toda la casa y lo más importante,  Colson, su pequeño de cuatro años, aún no estaba vestido.

─¡Mami! ¿Puedo ponerme mi traje de Spider-Man? ─preguntó el pequeño.

─Colson esto no es por Spider-Man, es por Cherry.

─¿Entonces me puedo vestir d-

─No Colson, no te puedes vestir de Arvin Russel, ni siquiera se porqué tu padre te mostró la película.

─¡Daniella! No conseguí una corbata roja escarlata, es roja carmín.

─¡Da igual el maldito tono de rojo! ¡Viste al niño! ─gritó Daniella ya irritada.

─Si señorita.

     Thomas entró a la habitación de Colson. Esta estaba decorada con temática de Batman, si, Batman. El pequeño habia desarrollado un fanatismo por el superhéroe de DC, y a decir verdad, a Tom le molestaba bastante.

─¿Papá me puedo vestir de Bruce Wayne?

     Tom frunció el ceño y sin dudarlo le puso el traje de Spider-Man al niño, olvidándose completamente del enojo de Daniella, quien esperaba intranquila en el auto.

─Oh dios mío menos mal que ya lo ves... ─Thomas podía jurar que Daniella echaba humo por las orejas─. ¡El puto traje de Spider-Man!

─¡Daniella no insultes frente a Colson!

─¡Puto! ─gritó el niño.

─¡Colson! ─ambos padres gritaron al unísono provocando el llanto del pequeño.

      Sin decir una palabra, la familia se subió en el auto e inició su rumbo a la alfombra roja.

─Oye Daniella.

─¿Qué?

─¿Ya te dije que te ves hermosa?

─No ─dijo secamente la morena que aún seguía enojada.

─Oh... te ves hermosa.

─Gracias.

     Daniella no pudo evitar sonreír al ver la cara de su esposo, pero aquella sonrisa se borró al ver que llegaban a la alfombra roja.

─¡Daniella, Tom! ¡Una sonrisa por favor!

    Las caras de la familia estaban iluminadas por flashes, y esto al pequeños no le gustó para nada.

─¡Puto! ─gritó el pequeño.

─¡Colson!