-Ya estoy en casa cariño – dijo Germán mientras dejaba sus llaves en la mesita de la entrada.
Alicia se puso muy nerviosa pero feliz cuando escucho a su marido entrar por la puerta, dejo lo que estaba haciendo y fue a recibirlo.
- ¿Qué pasa muñeco? ¿Qué tal te ha ido? – le pregunto Alicia mientras lo abrazaba y descansaba su cabeza sobre el pecho de German (aun con tacones Alicia era más pequeña que Germán).
Germán la abrazó de vuelta, y después le beso la frente y luego en los labios – Me ha ido bien cariño, he terminado todo el papeleo, estos días serán aburridos en la científica, a ti ¿qué tal te ha ido?
-Todo bien, también he terminado todo el papeleo pendiente, se escuchará mal, pero espero que a alguna persona se le ocurra robar el banco nacional de España – dijo Alicia riendo.
-No sería tan mala idea eh, al menos no serían días aburridos – rio Germán – Huele delicioso lo que has cocinado.
-Gracias cariño, anda vamos a merendar – le sonrió mientras lo tomaba de la mano para llevarlo al comedor.
Antes de sentarse, Germán le ayudo a Alicia a llevar el sartén a la mesa, no había notado la caja todavía y Alicia tampoco quería decirle nada, quería que se diera cuenta por sí solo. Se sentaron a comer su merienda, hablaron de algunas cosas, cuando terminaron limpiaron todo y fue ahí cuando Germán vio la caja.
- ¿Y eso? – pregunto Germán un poco confundido
-Es para ti – le sonrió Alicia tiernamente
- ¿A caso olvide nuestro aniversario? – dijo Germán mientras tomaba en sus manos la caja.
Alicia rio fuertemente – No muñeco, esto es un regalo especial.
-Vale – dijo mientras destapaba la caja.
Lo primero que vieron sus ojos fue la prueba, la tomo entre sus manos y la miro fijamente, sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras Alicia lo miraba tiernamente.
-Estas de broma – le dijo a su mujer entre risas y lágrimas.
-Que no cariño, es de verdad – le dijo Sierra a Germán con lágrimas de felicidad.
Germán se acercó a abrazarla fuertemente y gentilmente puso su mano sobre la barriga de Alicia, ella puso su mano sobre la de Germán mientras los dos lloraban de felicidad.
-Anda que aún hay más ahí – le dijo Alicia.
Germán saco las dos playeras – Muchas gracias, mi vida... Me has dado el mejor regalo de la vida, pero ¿cómo fue que paso?
-Vamos Germán, tu sabes perfectamente como paso – Alicia le guiñó.
Germán simplemente rio y volvió a abrazarla muy muy fuerte, no podía creer que Alicia estaba embarazada. Al principio de su relación no tenían prisa por tener hijos, Alicia no le daba mucha importancia a eso de ser madre, ella decía que no tenía instinto maternal, tal vez se debía a toda la situación de sus padres, nunca tuvieron una relación muy cercana y murieron cuando ella tenía apenas 18 años. Germán había aceptado eso, respetaba la manera de pensar de su mujer. Hubo un momento que lo intentaron, pero no lo lograron, Alicia sentía mucha tristeza porque ella sabía cuánto deseaba su marido ser padre y tener una familia.
Después de ver el regalo, decidieron irse a su recamara, Alicia preparaba su pijama en los que esperaba a que Germán saliera de ducharse para ella hacer los mismo. Mientras Germán se duchaba recordó una particular situación,
----------Hace dos años---------
Una noche Germán llego tarde del trabajo, había un caso demasiado importante y en la científica estaban demasiado ocupados, Alicia también trabajaba en el caso, pero esa noche había llegado antes ya que en los últimos días no habían tenido mucho avance y estaban esperando resultados de las pruebas.
Germán dejo sus cosas, todas las luces de la casa estaban apagadas excepto las de la recamara, camino y cuando entró vio a Alicia acostada en su cama llorando. Esto le preocupo demasiado a Germán, Alicia no era una mujer que lloraba con frecuencia, al contrario, era muy fuerte y rara vez demostraba ese tipo de sentimientos.
-Cariño, ¿Qué te pasa? – pregunto Germán muy preocupado.
Alicia simplemente levanto la mirada y Germán vio como las lágrimas corrían por su rostro, se acostó a su lado y la abrazo.
-Lo siento mi amor, lo siento – Alicia le decía entre sollozos.
- ¿Por qué Alicia? ¿Qué ha pasado? – Germán se preocupó más.
-Pues que hemos intentado tener hijos y no lo hemos logrado y yo se cuanto lo deseas, pero que no hemos podido – Alicia le tomo su mano con fuerza.
Germán le abrazo aún más fuerte y la llenó de besos – Mi vida que no pasa nada, hijos o no, yo te amo con toda mi alma y eso no va a cambiar nunca, como te lo dije cuando nos hicimos novios, ¿recuerdas?
Alicia asintió – Me dijiste que querías estar conmigo por el resto de tu vida y prometiste amarme siempre.
Germán le sonrió – Así es, quiero estar contigo toda mi vida y la promesa la pienso cumplir – le beso la mano.
Alicia se volteó y rodeo con sus brazos a Germán – Te amo demasiado.
-Y yo a ti mi amor – Germán le dio un beso en la frente.
Hoy todo era muy diferente, su familia crecería, Alicia estaba que no cabía de la emoción al igual que él.
Cuando salió de la ducha, vio que Alicia estaba parada frente al espejo usando solamente en bragas y sostén, estaba muy concentrada viéndose desde todos los ángulos posibles y tocando su barriga que no registro la presencia de Germán. Él se acercó lentamente y le abrazo por detrás poniendo sus manos sobre el vientre de su mujer.
-Estas hermosa – le susurró al oído.
Alicia le sonrió – ya veremos cuando me ponga más gorda – le dijo en broma – voy a ducharme.
Después de unos 20 minutos, Alicia salió de la ducha, la coleta característica de su mujer había desaparecido ahora traía el pelo suelto, Germán ya estaba en la cama viendo el televisor. Alicia se acostó a su lado mientras descansaba su cabeza en el pecho de su marido, Germán la rodeo con su brazo, vieron por un rato un documental. Después de un rato apagaron el televisor y estaban dispuestos a dormir.
Alicia se acomodó en los brazos de Germán y cerro sus ojos, cuando estaba a punto de conciliar el sueño escucho la voz de Germán.
-Crees que es niño o niña – le dijo en un susurro.
- No lo sé cariño, francamente, me da igual... lo único que quiero es que sea un bebe sano y feliz – respondió Alicia – y tú, ¿Qué crees que vaya a ser?
-Yo creo que será una niña – sonrió Germán en la oscuridad – pero también quiero que este sano y sea feliz, mañana iremos a comprar la pintura para el cuarto del bebe, la cuna y algunos juguetes – dijo muy emocionado.
Alicia rio suavemente – Calma muñeco, primero tenemos que limpiar ese cuarto y sacar todo de ahí para poder pintarlo y acomodar la cuna.
-Tienes razón, un paso a la vez – también rio Germán.
-Que me estoy cayendo de sueño mi amor, vamos a dormir – bostezó Alicia mientras se volteaba del lado, dándole la espalda a su marido, no sin antes darle un beso en los labios.
- De acuerdo cariño, descansa – Germán paso su brazo por encima de su cintura y puso su mano sobre su barriga.
- Descansa – Alicia puso su mano sobre la de Germán.
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Lo que nos depara el destino
FanfictionUniverso alterno en el cual, Alicia y Germán tienen la oportunidad de criar juntos a su hijo