Capitulo 3

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A la mañana siguiente Germán dormía profundamente, ya que no tenían que ir al trabajo, estaba tan dormido que no escucho a Alicia cuando se levantó para ir al baño, se dio cuenta cuando se giró del lado para abrazar a su mujer y no la sintió al lado suyo, rápidamente se sentó.
-Alicia, ¿donde estás? - preguntó mientras miraba al rededor de la recámara.
La única respuesta que recibió fueron los sonidos que Alicia hacía mientras vomitaba.
German rápidamente se levantó y tocó a la puerta.
-Cariño, ¿estás bien? - dijo Germán mientras pegaba el oído al puerta
-No, no estoy bien - le respondió Alicia algo agitada
-Vale, voy a entrar - Germán giro la chapa de la puerta
-Que no entres Germán, es horrible aquí dentro - le dijo Alicia poniendo la mano sobre la puerta evitando que Germán entrara
-Que no me importa Alicia, voy a entrar
Germán volvió a girar la chapa de la puerta, esta vez no hubo oposición por parte de su mujer, cuando entró, lo primero que vio fue a Alicia sentada al lado del váter, con sus piernas pegadas a su pecho, Germán se arrodilló a su lado y empezó a sobarle la espalda.
-¿Ya ha pasado cariño? - le preguntó Germán mientras le quitaba el cabello a Alicia de la cara
-Ya muñeco, ya ha pasado... quiero recostarme pero tengo el presentimiento de que si me levanto de aquí, vomitaré de nuevo.
Germán se levantó y tomó a Alicia entre sus brazos para cargarla - Venga cariño, de vuelta a la cama
Germán llevó a Alicia a la cama y la recostó gentilmente, le puso las cobijas encima y le besó la frente.
-Ya vengo - Germán salió del cuarto y bajo las escaleras para ir a la cocina
Sirvió un poco de agua en un vaso y se lo llevo a Alicia
-Anda cariño, bebe un poco, te hará bien - le dijo Germán a Alicia mientras le acercaba el vaso con agua.
Alicia le dio unos pequeños tragos, temiendo que volviera o vomitar, cuando se terminó el agua puso el vaso en la mesa que estaba de su lado dela cama, Germán estaba sentado a su lado y Alicia le acarició la cara tiernamente.
-Gracias mi amor - le sonrió Alicia
-No agradezcas cariño, yo los voy a cuidar siempre - le sonrío y le beso la mano - Venga vamos a dormir otro rato que aún es muy temprano
-Vale - Alicia se acomodo y recargo su cabeza en el pecho de su marido
Se quedaron dormidos por otras dos horas, cuando dieron las 9 de la mañana Germán y Alicia se despertaron y bajaron a la cocina para preparar el desayuno. Alicia cocino unos huevos con tocino, mientras Germán preparaba jugo de naranja.
Mientras Alicia cocinaba se preguntaba porque el olor del desayuno no le había dado asco como el día de ayer en la comisaría.
-Pfff, la maternidad y sus misterios - susurró
-¿Has dicho algo Alicia? - le preguntó Germán
-No muñeco, nada importante, venga el desayuno está listo.
Alicia sirvió el almuerzo en los platos y Germán el jugo, lo llevaron a la mesa y se sentaron a disfrutar su desayuno
-Tengo que sacar una cita con el médico, para que me haga una ecografía y vea cómo se encuentra el bebé- le dijo Alicia a Germán mientras se limpiaba las manos
-Claro que si cariño, iremos en la semana - Germán le sonrió
Terminaron el desayuno, Alicia alimentaba a comisario mientras Germán se ocupaba de los trastes. Cuando terminaron, subieron de nuevo a la recámara y Alicia se recostó de nuevo y Germán también a su lado, con mucho cuidado el levantó la blusa de la pijama de Alicia, dejando al descubierto su barriga, que aún era plana, con mucha gentileza Germán puso su mano encima del vientre de Alicia y comenzó a acariciarlo
-Hola bebé, soy tu papá - Germán le hablaba al bebé y después le dio un beso a la barriga de su mujer
Alicia lo veía tiernamente, estaba muy feliz porque sabía que Germán también estaba muy contento con la noticia del bebé, ella también estaba muy feliz, no creyó que en algún momento experimentaría este tipo de felicidad y amor por una persona que aún no conocía.
-¿Crees que pueda escucharnos? - preguntó Alicia mientras acariciaba el cabello de Germán
-Yo creo que si puede escucharnos cariño - sonrió Germán
-Vale - Alicia puso su mano en su barriga - Hola bebé, yo soy tu mamá y no puedo esperar a conocerte - la voz se le entrecortó y sus ojos se llenaron de lágrimas
Germán se levantó de donde estaba para besar a Alicia.
-Te amo mucho Alicia - le dijo Germán entre besos
-Yo también te amo mucho Germán - Alicia le correspondió los besos
-¿Se lo has contado a Raquel? - preguntó Germán recostándose de nuevo en la cama
-Aún no muñeco, tú tenías que ser el primero en enterarte - rió Alicia
-Cierto, tienes toda la razón - rió Germán también
Se quedaron recostados unos momentos disfrutando el día de descanso y la presencia tanto de uno como del otro.
Fue en ese momento cuando a Germán se le ocurrió una idea. Se levantó rápidamente y se cambió de ropa.
-¿A donde vas? - le preguntó Alicia bastante extrañada
-Voy a comprar unas cosas que hacen falta, ya regreso - Germán salió rápidamente de la recámara y bajo las escaleras
Alicia escucho que Germán tomó las llaves del coche abrió y cerró la puerta y escucho cuando arrancó.
-Tú papá no me engaña, algo está tramando - dijo Alicia mientras acariciaba su vientre

Germán condujo hasta la joyería favorita de Alicia, estacionó el coche y bajo, cuando entró a la joyería, camino buscando el regalo perfecto para su mujer.
-Buenas tardes mi nombre es Laura, ¿en que puedo ayudarle? - dijo la chica aproximándose a Germán
-Buenas tardes, estoy buscando un regalo para mi mujer, estamos esperando un hijo y quiero darle un regalo - sonrío Germán
-Enhorabuena señor, ¿tiene opciones para el regalo? - preguntó Laura
-Así es, quiero regalarle un collar - dijo Germán
-De acuerdo, sígame por favor para mostrarle algunos ejemplares - Laura comenzó a caminar hacia unas vitrinas - Aquí tenemos varios modelos, dígame si ve alguno que le guste para mostrárselo
Germán observó cada uno de los collares cuidadosamente, hasta que dijo su mirada en un bello y delicado chocker tenía un dije muy bello y particular
-Señorita, me llevo este - dijo Germán señalando el regalo escogido para Alicia
-De acuerdo - Laura sacó el chocker de la vitrina y lo puso en una caja de regalo
Germán pagó, salió de la joyería y condujo de vuelta a su hogar.
Cuando entro, encontró a Alicia sentada viendo la tele, comisario estaba echado a un lado de ella.
-¿Y las compras? - le preguntó Alicia, arqueando la ceja
-Venga, levántate y vamos a la recámara - le dijo Germán mientras le tomaba de la mano
-Vale - Alicia le tomo de la mano
Subieron las escaleras y entraron a la recámara.
-Párate ahí frente al espejo y cierra tus ojos - Germán le dijo a Alicia muy emocionado.
Alicia hizo lo que Germán le pidió, el se paro detrás de ella y sacó de su bolsillo del pantalón la cajita con el collar lo pasó por enfrente de ella y lo abrochó en su cuello.
-Abre los ojos - Le dijo Germán
Alicia vio el chocker en su cuello y lo tocó

-Abre los ojos - Le dijo Germán Alicia vio el chocker en su cuello y lo tocó

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-Cariño, es hermoso, me ha encanta... muchas gracias - Alicia se giró para abrazarlo fuertemente
-No agradezcas mi vida, es un pequeño regalo de agradecimiento, porque tú y este bebé que está en camino son el mejor regalo de la vida - Germán beso a Alicia apasionadamente.
-Tu y el bebé, también son el mejor regalo que me ha dado la vida, Germán tú me rescataste de ese lugar tan oscuro en el que estaba, me salvaste de mi misma - le dijo Alicia mientras lo abrazaba - y este bebé va a llegar a enseñarme muchas cosas que no había imaginado, de eso estoy segura - sonrío Alicia - te amo Germán
-Y yo te amo a ti Alicia - le beso y le abrazo
Se quedaron abrazados por un buen rato disfrutando el calor mutuo
-Muñeco... tengo antojo de donuts - se me escapó una risa a Alicia
-Vale cariño, vamos a comprarlas - Germán la tomo de la mano
Cerca de donde vivían había un café donde vendían donuts muy ricas
Germán y Alicia salieron de su apartamento y caminaron juntos hasta el café, compraron una docena y regresaron a casa.
Se sentaron a ver una película y comer las donuts, cuando la película iba a la mitad Germán noto que Alicia estaba más callada de lo normal, siempre comentaba algo acerca de la película, pero cuando se giró para verla se dio cuenta de que su mujer estaba profundamente dormida, se le escapó una pequeña risa y le acomodó la cabeza para que estuviera recargada en su hombro, Alicia dormida, movió su mano hacia su barriga Germán lo noto y no pudo contener la ganas de besarle la frente a Alicia y con mucho cuidado para no despertarla puso su mano sobre la de ella.
-Los amo a los dos profundamente - susurró Germán

Lo que nos depara el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora