Capítulo 1: Un extraño despertar

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No soy dueña del hobbit ni de los personajes de la compañía de Thorin Escudo de Roble todos son propiedad de J.R.R Tolkien. Las imágenes, videos y elementos visuales usados no son de mi propiedad y solo son usados para ilustrar al lector de como veo a los personajes de esta historia.



Punto de vista primera persona

Caer, ese es mi último recuerdo, estaba en un autobús que viajaba por la carretera, tratando de escapar de aquellos que llevaban años tratando de matarme, creí que al fin había logrado burlarlos. No pude haber estado más equivocada, pensé que al subir a ese autobús ya no serían capaces de encontrarme, nunca pensé que acabarían por interceptarme en el puente a mitad de camino, lo único de lo que me arrepiento es que haya arrastrado a personas inocentes conmigo, morir parecía una mejor opción en ese momento. Había visto pasar mi vida frente a mis ojos mientras caía al precipicio hacia mi muerte, descubrí que no importa cuanta gente hubiera ayudado en el pasado, nunca le di un sentido a mi vida y realmente no hice nada con ella, ojala tuviera una segunda oportunidad, una forma de comenzar desde cero y hacer las cosas de una manera distinta, pero el destino no puede cambiarse; al menos eso creo.

Abrí los ojos y lo primero que sentí fue tierra y piedras sueltas debajo de mí, el aire frio me golpeaba la cara y el cielo estaba nublado, parecía que no había llovido en mucho tiempo, todo se veía estéril, como si una maldición hubiera caído sobre este lugar.

"¿Este es el cielo? Lo imaginaba diferente" tome un puño de tierra en mi mano y lo deje caer lentamente "Tal vez un poco más limpio y con menos tierra, ¿O estoy en el infierno?"

Mire a mi alrededor, parecía que no había nada en kilómetros a la redonda, ninguna señal de vida, no había árboles, hierba o incluso pájaros en el cielo, parecía estar en medio de la nada; lo cual es extraño porque según lo que recuerdo el precipicio al que caí tenía bastante vegetación, probablemente si este en el infierno.

"O tal vez me equivoqué" voltee a un lado de mí y encontré todas las cosas que llevaba conmigo en el autobús: mi valija, mi mochila, un portafolio para mis objetos de dibujo, incluso la funda donde guardaba mis espadas estaba allí "¿Dónde rayos estoy? Creí que cuando morías no llevabas nada...contigo"

El aire había escapado de mis pulmones en esa última palabra cuando me pare y comencé a ver lo que me rodeaba, cuando lo vi. Justo a mis espaldas, tallado en una ladera de la montaña estaba la estatua de un hombre bastante corpulento con armadura pesada, larga barba y que sostenía un hacha en ambas manos.

"La entrada secreta" me lleve las manos al cabello y comencé a tirar como si realmente quisiera arrancármelo "Esto no puede ser posible, ¡¿Cómo termine en Erebor?!...esto debe ser un sueño" me pellizque el hombro varias vece hasta que se me hizo una mancha morada, incluso metí la cabeza en el agua fría de una cascada que salía de la montaña cerca de donde desperté, pero nada parecía funcionar "Ok, esto está mal...esto está muy, muy mal ¡COMO RAYOS VINE A DAR AQUÍ!"

Sabía que nadie me respondería, pero realmente necesitaba gritar, sacar algo de la frustración que sentía y rompí a llorar, estaba sola en un mundo desconocido, solo duro hasta que me di cuenta de algo importante "Espera, tal vez no sea tan malo; nadie me conoce, lo que significa que nadie me esta buscando, lo que significa que nadie me persigue y yo al fin soy libre"

Con este nuevo conocimiento corrí a donde había dejado mis cosas y comencé a caminar, al fin lo que tanto deseaba se había vuelto realidad, ahora podría hacer una nueva vida donde nadie le pondría precio a mi cabeza y no tendría que fingir ser alguien más para mantenerme a salvo. No se por cuánto tiempo había estado caminando, pero estaba tan ocupada haciendo mis planes para mi nueva vida, que ni siquiera había pensado en que no había desayunado todavía; seguramente ya era casi la hora de la comida o incluso más tarde. 

El retorno de la reina perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora