El retorno de la reina perdida

Capítulo 27: Carrera nocturna.

No soy dueña del hobbit ni de los personajes de la compañía de Thorin Escudo de Roble, todos son propiedad de J.R.R Tolkien. Las imágenes, videos y elementos visuales usados no son de mi propiedad y solo son usados para ilustrar al lector de cómo veo a los personajes de esta historia.

Punto de vista Adhara.

Habíamos estado cabalgando durante dos días sin detenernos, era bastante incómodo, pero no más de lo que hubiera sido responder al interrogatorio de Thorin, si nos llegábamos a detener lo suficiente como para que se le ocurriera preguntar por lo que hice antes de salir del valle, además tenía prisa de llegar para hablar con mi padre y mis hermanas de lo que paso, papá tenía muchas preguntas que responder.

"Mi señora, ya estamos cerca de Bree" estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta del momento en el que llegamos "¿Están seguros de que no quieren que los acompañemos?" resultó ser que Thorin y yo nos habíamos puesto de acuerdo para que no llegarán junto con nosotros, para evitar cualquier mal entendido.

"Estamos muy seguros, no queremos llamar la atención" respondió Thorin antes de que yo pudiera responder.

"Es verdad lo que dice, sería un poco extraño y llamaría la atención innecesariamente" asegure yo también; ya hablando en serio, parecía que a este sujeto se le estaba haciendo costumbre hablar por mi primero "Pueden dejarnos unos metros más adelante, nosotros seguiremos hasta la puerta"

Hicieron lo que les pedí y nos dejaron lo suficientemente lejos de la puerta como para que no vieran cuántos éramos, pero también para que el camino fuera menos largo, ya era de noche cuando nos dejaron, tardaríamos al menos una hora en llegar y quién sabe cuánto más en llegar al pony saltarín. Ahora estábamos caminando en el sendero que nos llevaría a la puerta de Bree, realmente anhelaba un baño decente y una cómoda cama, la claro que no sería tan cómoda como la del castillo; tampoco es como que hubiera sido muy cómodo debido a que Thorin y yo tuvimos que compartir una cama, al menos no sería el suelo del bosque, sin olvidar que ya no tendríamos que seguir fingiendo ser marido y mujer; realmente me hace falta Bilbo.

"¿En que está pensando?" la voz de Thorin me sacó de mi lugar no tan feliz, casi podía escuchar el interrogatorio que se vendría sobre mí y solo pude prepararme "Sé que no confía en mí y francamente no la culpo" por nada no doy crédito a lo que escuchaba, pero me tranquilice antes de responder.

"No puede culparme por eso, no me causo la mejor de las impresiones" admití, recordando la forma en la que me había tratado no solo a mi, también a mis hermanas, incluyendo todo lo que llevábamos de viaje.

"Lo sé, pero me gustaría saber más de usted, si me considera digno para pedirlo" realmente estaba impresionada por sus palabras; será mejor que no piense demasiado y consideré mejor lo que le digo, no quiero tener problemas luego.

"Eso solo lo dirá el tiempo" concluí con un tono seco y cortante.

Seguimos caminando en silencio por el bosque, estábamos a unos minutos de Bree; un viento ligero sopló e hizo caer algunas hojas en mi cabello, me mire dándome cuenta de algo que no había considerado.

"¿Le pasa algo?"

"Solo que recordé algo" mire mis ropas y mi cabello, no lo había cambiado desde la caravana "Espere un momento, ahora regreso"

"Solo no se tarde, es peligroso de noche"

Me escondí entre los arbustos y me quite la ropa, tenía que apurarme, afortunadamente no use toda la ropa que me dieron, nunca me acostumbrare a esa enorme ropa interior, prefería enormemente mis bragas normales, aunque para este lugar fuera escandaloso, además arruinaba la forma de mi ropa, me encantaba la forma de mis piernas y ropa como esa no me favorecía para nada; como no quiero tardarme desharé el peinado de camino a allá. Salí de los arbustos cuando termine, parecía que ni él mismo recordaba lo del vestido cuando me vio usar de nuevo la ropa que tenía cuando fui a salvarlo, seguimos caminando y comencé con el peinado, tenía que quitármelo de la cabeza o esta vez no tendría escapatoria de su pequeña mentira.