El retorno de la reina perdida

Capítulo 25: Un regalo de amor.

Hola a todos y bienvenidos de nuevo, sé que me he tardado pero aquí está un nuevo capítulo, espero que lo disfruten, nos leemos luego.

No soy dueña del hobbit ni de los personajes de la compañía de Thorin Escudo de Roble todos son propiedad de J.R.R Tolkien. Las imágenes, videos y elementos visuales usados no son de mi propiedad y solo son usados para ilustrar al lector de como veo a los personajes de esta historia.

Punto de vista Alexia.

Salí corriendo cuando Valkiria me hablo de su retorcida idea de juntar a Adhara y Thorin, aunque sabía que tenía toda la razón al decir que Adhara muy seguramente estaba enamorada de él; honestamente me parece que un enamoramiento de adolescente por un personaje de un libro, que obviamente no lo es considerando la situación en la que estamos, no es una base muy sólida para cualquier relación romántica. Esta realmente loca si cree que le ayudare después de lo que me hizo la última vez, su intento por hacer un hechizo para levitar termino dejándome sin ningún cabello en la cara, aunque muchas mujeres apreciarían el resultado que obtuve lamentablemente yo no soy una de ellas, me gustaban mis cejas delineadas de forma natural justo como estaban, aunque me hubieran crecido igual pero más llenas.

"Estas loca, no cuentes conmigo esta vez" salí corriendo de donde estábamos, con ella siguiéndome los pasos, en mi opinión había demasiadas cosas en contra, mucho más de lo que había a favor y solo ganaría dos semanas de no poderme sentar por la paliza que Adhara nos daría sin duda "No puedes forzarlos a confesarse, eso solo los separara..."

"O los ayudara, ambos son un par de orgullosos y no lo dirán a menos que ya no lo resistan y eso es lo que quiero hacer" ese último argumento no había forma de que lo refutara, acabo haciendo a que me detuviera a pensarlo una segunda vez, después de todo parecía que todo lo que hacía se reducía justamente a eso.

"No quiero saber lo que dirá papá cuando se entere ¿Qué hacemos primero?" sabía que esto era una locura, aunque Val tenía muy pocos puntos a favor, cada uno de ellos tenía demasiada fuerza.

"¡Te amo Alex!" se había lanzado a abrazarme, casi al grado de asfixiarme cuando acepte, sabía que si esto fallaba no podría sentarme en varias semanas.

Debido a que este era un asunto muy delicado decidí no dejar nada al azar, por lo cual teníamos que asegurarnos de cubrir todos los escenarios, ya que un solo tropiezo podría significar un peligro inminente de muerte. Parecía que por fin lo habíamos logrado, habíamos hecho varios planes y ahora paseábamos por el lugar para relajarnos, luego una voz hizo que la sangre en mis venas se fuera a mis tobillos.

"Señoritas, no creí que volvería a verlas" estoy segura de que me voy a infartar, seguramente habrá una batalla campal cuando ella sepa que él está aquí.

Punto de vista autor.

En la profundidad de las montañas, rodeados por la pared de roca, la maga y el enano comenzaban a despertarse y tomando en cuenta el resultado de la noche anterior, ambos habían dormido a un extremo de la cama, aun así por alguna razón desconocida la cabeza del rey enano había encontrado su camino a un lugar más cómodo del que aparentemente se negaba a moverse. La maga por su parte no deseaba ocultar la frustración que le generaba su posición actual, deseando fervientemente apartar a golpes al enano que había encontrado su lugar de descanso sobre sus pechos.

"No puedo creer lo que tengo que aguantar" comenzó su monologo en un susurro "Primero me besa, me carga por el camino, me trenza el pelo y ahora duerme sobre mi" haciendo un ademan de golpearlo con su puño, no tardó mucho en bajar su mano, desistiendo de su intención.