Capítulo 23: El legado de Arturo.

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Hola a todos, estoy de vuelta con otro capítulo más que espero les guste, como en los anteriores seguiremos descubriendo algunos de los secretos de nuestra familia mágica, espero que les guste, gracias por sus comentarios, la imagen de arriba es mas o menos como me imagino el castillo, solo que sobresale casi por completo, nos leemos luego.

No soy dueña del hobbit ni de los personajes de la compañía de Thorin Escudo de Roble todos son propiedad de JRR Tolkien. Las imágenes, videos y elementos visuales usados ​​no son de mi propiedad y solo son usados ​​para ilustrar al lector de como veo a los personajes de esta historia.


Punto de vista autor.

En lo profundo de la arboleda Adhara se encontraba escalando una pared de roca con la idea de ubicarse, se habían perdido hace más de dos horas y por desgracia para ellos no había nadie más en el lugar, por lo que no podían preguntar por una dirección.

"¿De verdad no se le ocurrió un mejor método para encontrar el camino a las montañas?" dijo dando la espalda a una pared de roca donde Adhara se encontraba tratando de subir.

"Habría tenido una mejor si los hombres preguntaran direcciones alguna vez"

"Estamos en el bosque, no hay muchas personas a las que preguntarles" señalo sonando  irónico, lo cual para ella era bastante raro "A menos de que pueda hablar con los animales; lo cual dudo, yo lo olvidaría"

"Y justo por eso estoy escalando esta roca" el esfuerzo físico era notable en su voz mientras seguía subiendo  "Ya casi ... ¡ya llegue!" al fin había logrado llegar a la cima y ahora se encontraba tratando de hacer a un lado la espesa vegetación para poder ubicarse.

"Recuérdeme porque es que estoy aquí abajo, mientras usted está arriba de esa roca y nada menos que en paños menores" dijo recordando su indignación al ver como el vestido que había conseguido para ella con los comerciantes; gracias a las monedas que llevaba ocultas en sus botas, estaba a un lado suyo.

"Porque habría sido más difícil subir hasta aquí" le recordó pensando en lo divertido de su rostro cuando la vio quitándose la ropa extra para poder subir "Además sería una desgracia si su real cuello se rompiera y entonces quien nos salvaría"

"Se arroja de acantilados, nada sola y además se enfrenta a más de treinta hombres como si no fueran nada ¿Hay algo que no pueda hacer?" comenzó a enlistar lo que la había visto hacer sorprendiéndose al recordar lo que había sucedido.

"La verdad no suelo tener tiempo para reparar en eso, me haría tener dudas de si soy capaz de hacerlo" dirigiendo su vista al suelo se dio cuenta de que él había estado viendo, incapaz de sostener su mirada sin pensar en el beso de la fogata desvió su vista agradeciendo estar lo suficientemente lejos como para que viera su rostro rojo "¡Oh, Ya he encontrado el camino!...Ahora por favor voltéese para que pueda bajar"

Obedeciendo a su solicitud  apenas se dio cuenta del hecho de que había bajado su guardia lo suficiente como para no ver un puño que se dirigió directo a su rostro mandándolo al suelo; después de que paso la primera impresión se levantó rápidamente viendo que había un grupo de por lo menos diez hombres rodeándolo por todos los lados, con la pared de roca a sus espaldas.

"Mahal, otra vez no" dijo pensando que volverían a repetir su secuestro, pero eso no era lo que le preocupaba, pues Adhara se encontraba bajando de la roca y temía que intentaran lastimarla una vez que llegara al suelo.

Después de haber escalado la roca Adhara descubrió que a pesar de haberse perdido, no se habían alejado demasiado de las montañas, tanto que incluso fue capaz de ubicarse debido a lo cerca que se encontraban, aunque estaba segura de que tardarían al menos un día más en llegar.

El retorno de la reina perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora