Secretos

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No están para saberlo ni yo para contarlo, pero ya me llegó mi libro que me gane por el capitulo anterior. Y pues ya que andamos aquí, quiero recordarles que les estoy muy agradecida por la dedicación que han tenido siguiendo mis historias, se han ganado un pedacito de mi corazón.

Los días pasaban en Hogwarts, todos los alumnos ya se habían acostumbrado a ver a Draco y Hermione juntos por los pasillos, y esas chicas que parecían querer besar el suelo por donde Draco caminaba iban disminuyendo cada vez más, la castaña había ...

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Los días pasaban en Hogwarts, todos los alumnos ya se habían acostumbrado a ver a Draco y Hermione juntos por los pasillos, y esas chicas que parecían querer besar el suelo por donde Draco caminaba iban disminuyendo cada vez más, la castaña había pasado tiempo con las serpientes, ya hasta empezaba a sentir cariño por ellos y a divertirse con sus bromas.

Draco por su parte se limitaba a solo saludar a los amigos de la castaña de la manera más cortes posible, parecía que los Gryffindor no estaban dispuestos a entablar una amistad con el rubio, a él eso lo tenía sin cuidado, siempre y cuando no se opusieran a que Hermione estuviera con él.

Como en todo había una excepción y en este caso Luna lo era, ella era la más feliz de pasar tiempo junto a Hermione y las serpientes, era la única de todos los amigos de la pareja que nunca los había cuestionado sobre nada referente a su relación, además que fue la única que no se sorprendió al ver que estaban juntos, además un día después de que les contaron todo a sus amigos su historia, ella le había dicho a la pareja "estoy segura que la verdadera historia de cómo se hicieron novios es mucho más linda", después se había alejado dejándola al rubio preocupado por la posibilidad de que los demás supieran la verdadera historia.

El día de San Valentín se acercaba y eso era muy notorio, en los pasillos se podían ver a parejas planeado que harían ese día, por fortuna sería sábado y sumado a eso también era día de visita a Hogsmeade, en la sala común de amabas casas era común ver a las chicas haciendo tarjetas para ese día.

Hermione y Draco caminaban por los pasillos tomados de la mano como era costumbre, era la primera vez que hacían sus rondas como prefectos juntos y tenían una pequeña discusión, pues Hermione quería invitar a su novio a comer, celebrar juntos en algún lugar, pero el rubio se negaba a que ella pagara, pero tampoco podía ser él quien pagara, la verdad era que esta vez no tenía ni para comprarle una rana de chocolate, mucho menos para una caja de chocolates enorme como la que le dio cuando le pidió fuese su novia.

—Deja tu orgullo de lado, yo puedo pagar todo en nuestra cita y no me molesta hacerlo —dijo por tercera vez la castaña.

—Claro que no, se supone que yo debería hacer algo lindo por ti —Hermione intento hablar pero él se lo impidió colocando su dedo índice en los labios de ella —no se diga más, festejaremos aquí, será un lindo día y yo me encargaré de todo. Princesa, solo por esta vez deja que sea yo quien tome las decisiones —le pidió él.

—Está bien, pero solo por esta vez —dijo ella guiñándole un ojo —será mejor que nos vayamos, ya las rondas han terminado y tu yo aquí seguimos.

— ¿Vamos a mi habitación? —dijo el rubio acercándose a besar a su novia, aprovechando la soledad y oscuridad de ese pasillo.

—Sigue soñando —respondió ella a medio beso.

Estamos juntos en esto (¡¿EMBARAZO?! parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora