Le declarare mi amor a tu novia

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Para cuando el mes de febrero terminó todas las chicas del colegio se habían hecho a la idea de que no lograrían nada con Draco, Hermione en ningún momento había sentido celos, pues el rubio simplemente no le había dado motivos, en ocasiones hasta divertido le parecían los intentos de ellas por querer llamar la atención.

Gryffindor y Slytherin pasaban tiempo juntos, esto con tal de pasar tiempo con Draco y Hermione, no era como que fuesen los mejores amigos, pero al menos podían estar en el mismo sitio sin golpearse, las bromas y burlas entre ellos era de lo más común.

Muy a su pesar Giny se había disculpado con Pansy y le había agradecido por ayudar a Harry con la cena de San Valentín, así también Blaise había agradecido a Harry por ayudar a Pansy a elegir el mejor regalo.

Hermione y Draco caminaban por el pasillo rumbo a la biblioteca, ya era tarde y como siempre deberían terminar todos sus deberes, el rubio no podía ganarla a la obsesión de la castaña por terminar todas sus tareas en cuanto el profesor las dejaba, sin importar que debieran entregarlas dentro de un mes, ella era tan obsesiva con la escuela que había contagiado un poco a Pansy y Blaise quienes habían mejorado mucho en el último mes gracias a estudiar junto a ellos.

—Princesa —la llamó Draco —dirás que soy chismoso y si lo soy, así que solo preguntaré ¿La zanahoria y Brown ya son algo?

—No lo sé amor, no me ha dicho nada —admitió ella.

—Cuando caminaba rumbo a la torre de Gryffindor para buscarte, los miré besándose —a Draco le costaba trabajo ser "buena persona" así que el chisme era lo único que le quedaba para poder seguir esparciendo su veneno —se veían como si buscaran un lugar más privado, ya sabes.

—Pues si es así me alegro por ellos —ella no le daba mucha importancia al tema.

— ¿Nunca dejarás de ser la odiosa rata de biblioteca? —preguntó él.

— ¿Y tú nunca serás original con tus insultos? —respondió ella con otra pregunta.

—Anda, averiguamos si ya son novios y nos lo están ocultando —decía el rubio cual niño berrinchudo.

—No, ahora iremos a terminar nuestras tareas —ella no detenía su caminar a la biblioteca —además, tú estabas muy molesto cuando no estaban respetando nuestro secreto, ahora debes empezar a respetar los de los demás.

—No puedo creer que deje todo lo que tenía por "hacer mis tareas en tiempo y forma" —él imitó la voz de su novia.

—Pues si quieres puedes enviar una lechuza a tu mamita y decirle que te retractas de todo —dijo ella aún sin prestarle mucha atención.

—Ni que tuvieras tanta suerte para librarte de mí —el rubio la alcanzo para abrazarla por la espalda y hacer que se detuviera —te ha caído la maldición Draco Malfoy encima y de esa no te libras jamás.

—Eso dices ahora, espera a que descubras lo aburrido que resulta estar cerca de mí después de un tiempo —dijo ella sonriendo.

—No necesito esperar, ya me di cuenta lo aburrida que eres, pero si Potter y la comadreja pueden aguantarte yo también puedo —Draco besó la mejilla de ella —ya te dije que de mí no te libras.

—Y yo ya te dije que vamos a hacer las tareas ahora, sigue caminando —dijo ella caminado mientras casi tenía que arrastrar a su novio colgado a su espalda.

—Ni teniendo una pelea te olvidad de la tarea, te odio —soltó a su novia para dejarla caminar.

—El sentimiento es mutuo.

Por fin había llegado a la biblioteca y Hermione había obligado a Draco a concentrarse en la tarea, el tiempo era bastante relativo para el rubio, cuando estaba con su leona pasaba demasiado rápido, pero cuando hacia tareas pasaba muy lento. El Slytherin estaba seguro que afuera ya debía estar anocheciendo, por suerte estaba a punto de terminar con lo que faltaba.

Draco siempre había tenido muy buenas calificaciones, y era cumplido con sus tareas, pero jamás alardeaba de eso, no quería ser considerado una rata de biblioteca como Hermione, y ahora ella lo obligaba a ser en exceso responsable, lo cual no le importaba, al paso que iban seguro serían nombrados premios anuales juntos, pero no aceptaría que le gustaba ser así de responsable.

—Terminé —dijo el rubio con el ánimo de haber ganado un premio —he terminado al fin.

—Ya era hora, te he estado esperando —ella bajo su libro dejando al rubio ver su rostro.

— ¿Como que ya era hora? Tú sigues leyendo.

—Estoy leyendo por diversión, los deberes los terminé hace como una hora ella comenzó a recoger los libros.

—Eres la princesa más odiosa que he conocido —bufó el molestó.

—Y tú el novio más berrinchudo de la historia —ella comenzó a meter sus pertenencias en su mochila —recoge todo que tengo que irme.

—A no, ya hice todos mis deberes, merezco un premio —el rubio se puso de pie y tomó a la castaña por la cintura.

—Tu premio es que tienes todas las tardes libres de la semana, ¿qué más quieres?

—Te mostraré lo que quiero —él la acercó más.

Posó su boca sobre la de su novia, sus labios que se conocían bastante bien bailaban al mismo ritmo, Hermione sonrió en medio del beso, haciendo que el Slytherin se sintiera el hombre más afortunado, Hermione era la novia perfecta, era dulce, tierna, pero con un carácter fuerte como para hacer con él lo que ella quisiera, además con ella podía ser el hombre más cursi del mundo y después burlarse de ella sabiendo que ella haría lo mismo con él, tenían poco tiempo juntos, pero é ya no podía imaginar su vida sin ella.

El sonido de unos pasos y alguien aclarándose la garganta hicieron que se separaran.

—Siempre tan oportuno —Draco no se preocupó en ocultar su molestia por la interrupción.

—También te extrañe amigo mío, ven dame un besito —Blaise se acercó al rubio lanzando besitos.

—Claro que no, seguro tienes rastros de la saliva de Pansy, además no debo besarte frente a mi novia, no es cortés —bromeó el rubio.

—Si como sea, yo vengo a ver a Hermione, Giny me dijo que estaba aquí —explicó el moreno.

— ¿Y qué quieres con mi novia? —Draco se paró frente a su novia de manera dramática y protectora.

—Me cansé de Pansy y vengo a declarar mi amor a ella, aléjate —el moreno tomó del brazo al rubio y lo apartó.

Hermione que se limitaba a escuchar solamente, como siempre que Draco y sus amigos se ponían de esa forma, al principio le habían parecido situaciones incómodas, ahora ya estaba acostumbrado.

—Zabini, no es cortés decirme esto frente a mi novio —se atrevió a bromear ella también —dime que se te ofrece.

—Traigo mi tarea de estudios muggles, esperaba que le pudieras echar un vistazo —dijo algo apenado Blaise.

—Será un placer, pero te la devuelvo mañana, porque ahorita debo asegurarme de que Harry tengo listo su trabajo para la clase de pociones de mañana —explicó ella mientras tomaba el pergamino del Slytherin.

— ¿En qué momento te volviste nuestra madre? Revisando las tareas de todos, asegurándote de que comamos bien, y no nos metamos en problemas —preguntó Draco enumerando lo que ella hacía.

—De nada mi amor, es un placer para mi cuidar de ti y tus amigos —respondió ella con una sonrisa.

—Eres la mejor novia —él se acercó con la intención de besar de nuevo a su novia.

Cuando estaba a punto de lograrlo el Moreno interpuso su mano entre sus bocas.

—La biblioteca no es para besarse —Blaise sabía que debía correr, eso le decían los ojos llenos de furia de Draco, así que eso hizo.

Después de eso Draco acompaño hasta su torre a Hermione, donde como siempre se despidieron con un beso.


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Tal vez parezca que este capitulo no aporta mucho a la historia, pero quise escribirlo solo para que vieran como era la relación de Draco y Hermione en un día común y corriente, al fin de cuentas también me habían dicho que eso querían conocer.

Que tengan una linda noche.

Estamos juntos en esto (¡¿EMBARAZO?! parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora