10 puntos para Gryffindor

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Las preguntas aquí, ¿Les gustaría que tengas un villano? ¿Prefieren que todos sus amigos acepten su relación? ¿Quieren leer que existan mal entendidos entre las futuras parejas?

Recuerden que esta historia está siendo escrita por y para ustedes, así que tomo sus opiniones muy en cuenta.

Cuando una nueva semana empezaba todos en el colegio sabían que el conocido príncipe de Slytherin ahora no tenía ni un galeón, no te tenía casa y mucho menos el apoyo de su familia, pero eso parecía no afectar su popularidad, sobre todo con el sexo femenino, era como si conseguir algo con el rubio su hubiera vuelto un reto para la mitad de las alumnas, antes de estar con Hermione Draco tenía una fama de mujeriego y ahora había chicas tratando de demostrar que ellas podían hacerlo volver a lo que era antes. Ninguna imaginaba que eso no era imposible, el rubio solo tenía ojos para su novia, y por nada del mundo pensaba en renunciar a Hermione.

Mientras Hermione aguantaba las miradas de desprecio de dichas chicas también soportaba a sus amigos cuestionándola en cada oportunidad, ¿De verdad confías en el? ¿Cómo puede haber cambiado tanto? ¿Por qué dice que siempre estuvo enamorado de ti? ¿Crees que te deje ahora que su familia lo dejo sin nada? ¿Desde cuándo sientes eso por Malfoy? Esas eran las más frecuentes y comenzaba a ser muy molesto responder lo mismo una y otra vez.

Los rumores también decían que Hermione le daba amortentia a Draco, según esa era la única explicación de que ellos pasaran de odiarse a estar juntos, así que, también debía aguantar que hablaran de ella a sus espaldas, si mencionar que había tenido a Theo y Blaise pegados a ella cargando sus cosas después de cada clase, esto con la esperanza de que la castaña lograra que su rubio amigo los perdonara. Pansy había recurrido a un mejor método, había convencido a Draco de que gracias a ella los chicos no habían visto desnuda a Hermione, así fue como consiguió el perdón de su amigo de inmediato.

Ahora que Draco y Hermione estaban sentados juntos al frente de la clase de defensa contra las artes oscuras en su primera clase juntos de esa semana, y que en realidad era la primera vez que se sentaban juntos desde que habían regresado al colegio, cierto pelirrojo los observaba con recelo desde su lugar junto a Harry.

—Señorita Granger —la llamó el profesor Snape — ¿puede decirme la diferencia entre un hombre lobo y un animago? —la cuestionó con su habitual rostro sin expresión.

—Esa no es la lección de hoy, ni siquiera de este año —respondió ella algo confundida.

— Supuse que siendo la habitual sabelotodo de la clase no le importaría recordar algo del pasado ¿puede o no responder? —le cuestionó acercándose más a ella.

—Sí, un animago...

—Diez puntos para Gryffindor —la interrumpió el profesor Snape.

Murmullos se escucharon por todo el salón ante esto; el profesor jamás le había dado punto a Gryffindor, al contrario durante sus clases era habitual perder por lo menos 10 puntos, mismos que Slytherin ganaría después.

El profesor Snape hizo callar los murmullos y prosiguió con su clase, misma que no tenía nada que ver con hombres lobo o animagos. Al terminar esta Draco y Hermione se detuvieron en el pasillo, ahora la castaña tenia clase de runas antiguas mientras Draco tenía tiempo libre.

— ¿Tu sabes que fue eso de los puntos para Gryffindor? ­—cuestionó ella aun sorprendida.

—Supongo que es su forma de disculparse contigo por los malos ratos que te hizo pasar alguna vez —respondió el rubio poco sorprendido, parecía que el si conocía bien a su padrino.

— ¿Y porque se disculparía? ¿Solo porque estoy contigo? —lo interrogó de nuevo.

—No solo porque estés conmigo, es complicado, no puedo contarte, aunque no lo creas ese hombre tiene corazón, alguna vez se enamoró pero no lucho contra sus prejuicios y terminó perdiendo a esa mujer —explicó en voz muy baja —pero no puedes comentar esto con nadie, si lo haces estarás firmando tu sentencia de muerte.

— Granger, te espero aquí —le gritó Theo que estaba a unos 6 metros de ellos.

— ¡Oh sí! Tú y Theo comparten la clase de runas antiguas —dijo Draco muy tranquilo con su amigo esperando por su novia.

— ¿Qué pretenden tus amigos? Su amabilidad conmigo es en extremo extraña.

—Pretenden llevarse bien contigo, quieren ser tus amigos —le explicó el Slytherin con una sonrisa —en realidad les resultas fascinante.

— ¿Fascinante yo? ¿Por qué?

—Según sus propias palabras, nadie me soporta por más de 5 minutos y tú lo hiciste por dos semanas completas, y lo que les resulta más fascinante es saber que tenemos 12 días siendo novios y tú todavía no me mandas al demonio —dijo Draco algo molesto.

—Ni de loca te dejo, ¿has visto a todas que andan detrás de ti?

—Que puedo decir, soy irresistible —Draco paso su mano por su cabello con galanura —pero todo cambio, yo solo te quiero a ti.

—Se me hace tarde para mi clase —dijo ella y asegurándose de que ningún maestro los viera, le dio un pequeño beso a su novio como despedida.

—Te veo más tarde en la biblioteca princesa —dijo él en voz baja mientras le sonreía.

Ella se alejó hasta alcanzar a Theo donde ambos empezaron a caminar uno al lado del otro hasta perderse de la vista del rubio.

Cuando una semana más de clases estaba por terminar Hermione había dividido su poco tiempo libre entre sus amigos y su novio. No era que sus amigos se opusieran a su noviazgo, simplemente no se sentían del todo cómodos conviviendo con aquel que por años habían considerado el enemigo; por otra parte los intentos de las serpientes por ganarse la simpatía de la Gryffindor comenzaban a rendir frutos, ella comenzaba a entender la dinámica entre esos cuatro Slytherin, resultaba que eran mucho más unidos de lo que cualquier pudiera imaginarse, se peleaban constantemente, se insultaban, se gastaban bromas, pero de igual forma se apoyaban siempre, en las buenas y en las malas, eran tan leales entre sí, que bien podrían pasar por leones.

De todas las personas que estaban cerca de Hermione el único que parecía estar molesto era su pelirrojo amigo, no le había dicho nada, pero para la castaña no habían pasado desapercibidas aquellas miradas llenas de furia que les dedicaba cuando estaba junto a Draco, cosa que la castaña no lograba entender, se suponía que Ron estaba con Lavander, aunque últimamente pasaba más tiempo evitándola.

Estamos juntos en esto (¡¿EMBARAZO?! parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora