Sakusa Kiyoomi x Miya Atsumu | Haikyuu!!
- Cada capítulo contiene una historia distinta, y sus contenidos por lo tanto varían en cada actualización.
- Mayormente los personajes serán mayores de edad (+18 años), habiendo excepciones si la trama trata...
“Los acciones, a veces, valen más que las palabras. Porque demuestran lo que realmente sentís”
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Sakusa y Atsumu llevaban alrededor de un año saliendo, pero a pesar de eso y todos los momentos previos a la formalización como pareja. Jamás se habían besado, pero eso no era lo que le importaba al rubio, sino todo el amor que este ponía para recordarle que lo amaba.
Pero, ¿qué detalles exactamente?
×××
—¡Omi-kun, no te olvides tu almuerzo!
El colocador de Inarizaki y la estrella de Itachiiyama habían acordado vivir juntos cuando cumplieron los ocho meses. Por lo tanto, llevaban cuatro meses conviviendo juntos.
—Si, si. Iré saliendo, —respondió con su particular tono de molestia—. Mhm-
El azabache quiso decirlo algo, pero no le salió, lo cual llamó la atención del colocador. Por lo que respondió.
—¿Pasa algo, Omi-kun?
Hubo un corto silencio antes de que hubiera una respuesta por parte del contrario.
—No, olvídalo. —Se colocó sus zapatos-, nos vemos más tarde.
Cerró la puerta detrás suya, pero un pequeño papel cayó de su bolsillo mientras lo hacía. Obvio que Sakusa no se percató de este pequeño detalle, así que siguió su camino a su entrenamiento.
Pero la curiosidad mató al gato, y ese gato era Atsumu quien, se acercó rápidamente al papel cuando dejó de escuchar los pasos de Sakusa a la distancia. Lo tomó entre sus manos y leyó las palabras que el contrario había escrito.
Era como un recordatorio.
"Intentar decirle « Te amo » al idiota de Tsumu."
De más está decir, que el rubio sonrió para sí mismo luego de leer aquellas palabras. Sakusa podría no ser muy expresivo en cuanto a palabras, pero demostraba su aprecio a las personas desde otra perspectiva.
—Aaah... A pesar de que le dije que no me importaba, aún sigue intentando, —sonrió luego de pensar en voz alta.
×××
El azabache estaba despidiendo a su pareja en la puerta del edificio donde rentaban el departamento. Ambos debían separarse para ir a sus respectivas escuelas, así que decidieron bajar juntos y separarse ahí.
—Nos vemos en la tarde, Omi-kun. —El rubio sonrió y se volteó—. ¡Trata de no matar a nadie si se te acercan demasiado! —bromeó para salir a trote en dirección a su escuela.
El azabache esperó hasta que se fuera y volvió al departamento, ya que tenía aún cosas pendientes que hacer. Tuvo que sacrificar llegar a tiempo al entrenamiento de la mañana, para poder dejarle un pequeño obsequio a su pareja.
