Sakusa Kiyoomi x Miya Atsumu | Haikyuu!!
- Cada capítulo contiene una historia distinta, y sus contenidos por lo tanto varían en cada actualización.
- Mayormente los personajes serán mayores de edad (+18 años), habiendo excepciones si la trama trata...
“Es normal sentir miedo al cambio, pero a veces el cambio trae cosas buenas e interesantes.”
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El reino debe ser guiado por un líder apto y capaz de soportar los cambios o batallas a los que se enfrentará en su futuro. No puede haber lugar para el miedo, tampoco para la angustia, mucho menos para el pánico. Los reyes debían ser personas con la mente fría, estrategas capaces de hacer defender sus tierras y saber cómo lograr que su pueblo confíe en ellos.
No parecía una tarea tan difícil. Pero la verdad era otro, ya que cada vez que se coronaba a un nuevo rey, los nuevos poseedores de las tierras tenían ya su primer y una de las más difíciles luchas: ganarse a su pueblo. Porque no por ser su nuevo guía debían confiar en él.
Por eso mismo Sakusa Kiyoomi, el próximo heredero al trono y rey, debía entrenar duro día tras día para cumplir con los ideales propuestos desde el día en que nació. Aunque estos resultarán ser bastante exigentes hacia su cuerpo y mente, llegando a agobiarlo en múltiples ocasiones.
Por esto mismo, al cumplir diez años hizo su primer escape al pueblo, dando comienzo a una gran historia entre un príncipe y un joven bastante peculiar del pueblo quién, más adelante, tomaría un rol importante en la vida del príncipe Kiyoomi.
—Kiyoomi, no te olvides de tu práctica de combate con tu padre y el jefe de los caballeros, —habló su madre con una voz calmada. Luego se acercó y acarició la cabellera rizada de su joven hijo.
Él simplemente se dejó acariciar por las manos cálidas de su madre, relajando inconscientemente su cuerpo y facciones.
—Sí, madre. —Algo cansado y agobiado, respondió.
La mujer sonrió sutilmente y le otorgó un beso en la frente al menor. Ella realmente amaba a su hijo. No simplemente por ser un ángel y prodigio príncipe para su edad, sino también por el hecho de ser su hijo.
Jamás la había interesado el matrimonio, tampoco con quién se iba a casar en un futuro cuando era una joven princesa. Siempre esperó el día en donde ella pudiera sostener y criar a su propio hijo, ya sea varón o mujer.
—Qué buen chico eres, cariño. —Halagó abiertamente al menor.
Las mejillas de Sakusa se tornaron levemente de un color carmesí, siendo pasadas por alto por su neutral expresión de todos los días. Pero por dentro, él también amaba a su madre profundamente. Ella jamás le forzó a hacer algo que él no quería, o alguien que él no quería ser.
—Hm. —Era una respuesta corta, más bien como un sonido que él emitía para dar a entender que había escuchado o entendido lo que le habían dicho.
Pocos minutos después, su padre entró a la sala donde se encontraban él y su madre, mirando fijamente al joven Kiyoomi quien, no parecía estar feliz por su llegada.
