¿Amor a primera vista?

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La segunda semana comenzó, una semana que sin duda alguna cambiaría la vida de una persona del pequeño grupo formado por Aristóteles, Temo, Carlota y Diego, pero ¿quién estaría destinado a cambiar drásticamente su vida?

Se dieron comienzo a las clases con un ambiente tranquilo ya que los chicos habían tenido un muy buen fin de semana. Era difícil estar tanto tiempo separados, pues estaban más que acostumbrados a estar juntos.
El tiempo se encargó de transcurrir el día hasta que por fin se acercó la hora de la salida y pudieron volver a verse.

-Temo: Chicos, los extrañé mucho -abrazó a cada uno-.

-Ari: Yo en especial te extrañé a ti, Tahi -besó tiernamente los labios de Temo por un largo rato-.

-Carlota: Ni que hubiera sido tanto tiempo exagerados -río-.

-Temo: Pues yo considero que 5 horas sin vernos es mucho.

-Carlota: Tienes razón, bueno pues vamos a comer algo, ¿no?, tengo mucha hambre -dirigió sus manos a su estómago para interpretar su hambre-.

-Ari: Aquí cerca hay una pizzería, ¿y si vamos?

-Temo: SÍ, BUENA IDEA -entonó alegremente-.

-Carlota: ¿Tú que dices Diego?

Diego se encontraba mirando fijamente a un lugar en específico.

-Temo: ¿Diego?

-Ari: ¡Diego! -gritó con fuerza-.

-Diego: -Saltó del susto- ¿qué?, ¿qué?, ¿qué dicen? -preguntó desconcertado-.

-Carlota: Que queremos ir a comer pizza, ¿vamos?

-Diego: Ah sí, sí, sí, vamos -adelantó su paso-.

-Temo: Okay... ¿Diego está raro o sólo es mi imaginación? -preguntó susurrándole a Aristóteles y Carlota-.

-Carlota: Sí, se nota un poco raro, pero bueno ahorita que lleguemos a la pizzería le preguntamos.

Ya estando en la pizzería, Diego aún parecía confundido y no decía ninguna palabra.

-Temo: Diego, ¿estás bien?

-Diego: ¡Más que bien!

Los tres quedaron asombrados por cómo había contestado Diego debido a que irradiaba demasiada felicidad después de haber escuchado esa pregunta y se quedaron en silencio.

-Diego: Es que hoy entró un nuevo chico a la universidad y está en mi salón, en verdad es muy guapo, es más alto que yo, de piel clara con unos ojos hermosos y cabello un poco quebrado; lo mejor es que se sentó al lado de mí, no dejé de mirarlo en todo el día así que me armé de valor para hablarle que por cierto su nombre es Mateo, igual y esta ya es mi oportunidad de vivir el amor -sonrió mirando hacia arriba entrelazando sus manos-.

-Ari: ¿Y qué pasó?

-Diego: Pues, nada, sólo le pregunté su nombre, pero se me cayó un bolígrafo y él lo recogió en un instante, eso dice mucho de que es amable, creo que caí en el amor a primera vista -se sonrojó al terminar de decirlo-.

-Temo: A ver, espérate, Diego, no debes ilusionarte, no lo conoces aún y ya quieres casarte con él.

-Carlota: Deja que pase lo que tenga que pasar, aparte no sabes si es gay, bisexual o heterosexual...

-Diego: Agh, es verdad, ¡es muy complicado ser gay! -dijo desanimado-.

-Temo: No es cierto, también tienes oportunidad de vivir el amor, un claro ejemplo soy yo con Aristóteles -tomó la mano de Aristóteles- ¿ves?

-Ari: Debes esperar a la persona correcta, seguro está esperando por ti en este momento.

-Diego: Entiendo, esperaré lo que tenga que esperar.

De pronto la puerta de la pizzería se abrió, y quien estaba cruzando la entrada era nada más y nada menos que Mateo, el chico del que estaba hablando Diego.

-Carlota: Oye, Diego, -señaló sutilmente hacia donde se encontraba Mateo- ¿no es ese? -lo reconoció por cómo lo había descrito físicamente Diego-.

Mateo tomó asiento a sus espaldas, lejos de donde estaban sentados.

-Diego: -habló en voz baja y observó detenidamente- Es él.

-Carlota: Vas, te retamos a que le hables -cruzó sus brazos-.

-Diego: Definitivamente están locos, no lo voy a interrumpir, está tranquilamente esperando su comida, no pienso ir.

-Temo: Ay, por favor Diego, ¿ahora ya te da pena?

-Diego: Pues sí, no quiero molestarlo.

-Ari: Tonterías -volteó hacia el lugar de Mateo y gritó con fuerza- ¡Amigo!

Mateo hizo caso omiso.

-Diego: ¡Cállate! -tapó con su mano la boca de Aristóteles, evitando que hablara- aparte creo que no te escuchó menso.

-Ari: Entonces ve a hablarle, vamos, sé que puedes hacerlo.

-Temo: Ándale Diego.

-Carlota: Tú puedes.

Diego por presión pensó por unos segundos en tomar la decisión y finalmente se levantó de su asiento.

-Diego: -mostró seguridad- ¡Ya!, voy a ir -encaminó sus pies lentamente al lugar de Mateo y casi estando cerca, habló débilmente- Hol...

Antes de que terminara de decirlo, de la nada entró una chica de cabello lacio color negro y besó el cachete de Mateo.
Diego solo observó esa dolorosa escena desde lo lejos a través de sus ojos y regresó con sus amigos.

Mateo nunca notó su presencia.

Ya empezaré con Matiego, ¿les gusta la idea? :D

Por cierto, en unos cuantos capítulos más, tendrá fin este fanfic Aristemo, sé que me he tardado mucho en actualizar y agradezco a los que se han quedado a pesar de eso, quizás en un futuro no muy lejano sea capaz de escribir mi propio libro aquí en Wattpad, ¿me apoyarían?

Espero que les haya gustado este capítulo, si es así, apóyenme con su voto y dándome follow, por favor uwu.

Muchas gracias por el apoyo <3

~sheldgo

Tahi (+18) || Aristemo (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora