Tahi (+18) || Aristemo (PAUSADA)

Pesadilla

Ya era de noche y se encontraban de nuevo en su habitación, estaban acostados en la misma cama mientras veían la película "Love, Simon".
Su atención era totalmente a la película, debido a esto, casi no hubo comentarios, más que besos y caricias en el transcurso de esta.

Al finalizar la película, se quedaron viendo los créditos y escuchando la música que estos tenían. Era la película favorita de Temo, pero Aristóteles nunca la había visto.

-Temo: Me encanta esa película -confesó-.

-Ari: No sé por qué nunca la había visto Tahi -volteó a ver a Temo-.

-Temo: ¿Es en serio? -regresó la mirada a Aristóteles-.

-Ari: Pero la verdad si me gustó demasiado -arqueó las cejas con una ligera sonrisa-.

-Temo: Ay Tahi, eres tan lindo -acercó su cuerpo hacia Aristóteles y le dió un beso-.

Sus besos siempre eran lindos y tiernos, llenos de cariño; no querían dejar de hacerlo.

-Temo: Nunca me habías dado un beso así, hoy fue diferente -dijo sorprendido y con una sonrisa en el rostro-.

-Ari: Siempre te voy a besar -miró los labios de Temo y sonrió nuevamente-.

-Temo: -suspiró y dijo- Te amo tanto, no quiero separarme de ti, nunca -abrazó con todas sus fuerzas a Aristóteles-.

-Ari: Nunca lo haré -dándole un beso en la frente-.

-Temo: Lo sé... -dijo en voz baja-. Oye Tahi, me siento sucio y cansado, me daré un baño -se levantó y se dirigió al baño-.

-Ari: -detuvo a Temo antes de que entrara al baño y preguntó- ¿Crees que me pueda meter contigo?

Aristóteles no buscaba algo sexual, ni mucho menos, sólo quería disfrutar de una ducha con su novio y estar aún más en la intimidad, conociendo sus cuerpos el uno al otro, sin morbo alguno.

-Temo: -giró su rostro y se sorprendió al escuchar eso- Emm, n-no lo sé, me da pena que me veas totalmente desnudo -sintió nervios-.

-Ari: Tranquilo, no va a pasar nada, quiero aclarar que tú eres el que me provoca -cruzó sus brazos-.

-Temo: Bueno, pero nunca hemos llegado al punto de vernos desnudos -dijo asustado-.

-Ari: Claro que si, ¿y en las regaderas de la escuela?

-Temo: Es diferente amor.

-Ari: No lo es, ándale, quiero pasar todo mi tiempo que sea posible contigo, incluso en la ducha.

-Temo: Déjame pensarlo -se llevó su mano a la barbilla-.

-Ari: Juro que no pasará nada, lo juro -formó sus manos en súplica e hizo un puchero-.

-Temo: Está bien, tú ganas -rodó los ojos-.

-Ari: ¿Seguro? -preguntó una última vez más-.

-Temo: Segurísimo, trae tus cosas, te espero adentro -se metió a la regadera-.

-Ari: Wujuuuu -gritó alegre y fue por su toalla-.

Tuvieron una ducha normal y corriente, sin deseo, algo tranquilo, era lo único que querían en ese momento y así fue.

Cuando terminaron de bañarse, cada uno se cambió a su respectiva pijama, apagaron la televisión y las luces, se acomodaron en forma de "cucharita" en la cama y Aristóteles era quien abrazaba por detrás a Temo. Esto hizo que se sintieran seguros.

-Ari: Yo no sé por qué hay dos camas, no es necesario-susurró en el oído de Temo-.

-Temo: -se sonrojó al escuchar aquello- Digo lo mismo Tahi.

Siguieron platicando por unos minutos más y se durmieron.

Era un lugar frío, lleno de neblina, se trataba de una carretera a medianoche y Aristóteles se encontraba caminando con Temo, agarrados de las manos. Caminaban sin razón alguna.
De pronto a lo lejos se veían unas luces y venían hacia ellos, se acercaban con gran velocidad. Observaron con atención de qué se podrían tratar aquellas luces, al cabo de unos segundos se dejaron de ver, debido a que la niebla las había desaparecido.

La niebla no sirvió de mucho para apartarlas y sin darse cuenta, era un automóvil yendo en dirección hacia ellos y Aristóteles se apartó lo más rápido posible, en cambio Temo se quedó sorprendido y no se movió.

-Ari: ¿Qué haces Temo? ¡Temo! -gritó lo más fuerte quedándose sin aliento-.

Fue demasiado tarde cuando Aristóteles intentó empujarlo al otro lado de la carretera y Temo ya había sido arrollado por el automóvil.

El cuerpo de Temo quedó inválido en medio de la carretera, estaba lleno de sangre en sus brazos, piernas y cabeza, casi todo su cuerpo.

-Temo: Nunca olvides cuánto te amo -dijo entre suspiros y con dificultades para hablar-.

Temo cerró los ojos y dió su último suspiro.

-Ari: ¡Temo! -se acercó-.

Lo tomó entre sus brazos y no sostuvo las lágrimas al ver así a su novio, a su Tahi; el amor de su vida se había ido para siempre. Caín sus lágrimas por todo su rostro, lo había perdido todo.

-Ari: Temo, no, no me hagas esto, por favor, ¡despierta! -dijo entre llanto desesperado-.

Hizo de todo para poder despertarlo, respiración de boca a boca o cualquier cosa que se le ocurría para hacerlo respirar, pero desgraciadamente no tuvo éxito.

-Ari: ¡Temo! -pronunció el nombre de Temo varias veces-.

-¡Ari!, despierta, ¡Aristóteles! -gritó Temo desesperado-.

Aristóteles se despertó de un brinco y abrió los ojos de una vez, se percató de que todo lo que había visto, fue un mal sueño.

-Temo: ¿Estás bien?, ¿por qué gritabas así?, ¿qué estabas soñando?

Las preguntas de Temo lo hicieron estremecer, y no dijo ni una sola palabra.

Uy no, este capítulo fue muy sad, quería experimentar :0

Espero que les haya gustado este capítulo, si es así, apóyenme con su voto y dándome follow, por favor uwu.

Muchas gracias por el apoyo <3

~sheldgo