Finalmente bajaron de la montaña rusa más alta y veloz en todo ese lugar, a lo que Aristóteles lo tomó con mucha calma y le fue bien en el recorrido.
-Temo: ¿Entonces si te gustó Tahi? -preguntó mientras dejaban atrás la salida de la atracción--Ari: La verdad es que... -se quedó por un largo momento en silencio- ¡ME ENCANTÓ! -gritó al último con satisfacción-.
-Diego: La verdad yo pensé que ibas a llorar jajaja -dijo con burla-.
-Ari: Pues ya viste que no Diego, eres un tonto -le dió un pequeño golpe con su hombro en el brazo-.
-Temo: De verdad me alegra que te haya gustado amor -sonrió-.
-Carlota: Sí, la verdad -exclamó-.
-Diego: ¡Pues sigamos con las demás atracciones, tenemos todo el día! -entonó en voz fuerte y con emoción-.
Después de lo último dicho por Diego, se encaminaron a buscar más juegos mecánicos fuertes para deshacerse de toda la adrenalina que tenían en ese instante.
El día en el parque de diversiones fue a un paso muy rápido, que sin percatarse, los cuatro chicos estaban de vuelta en su departamento, apenas enfrente de la puerta de este.
-Carlota: Quedé exhausta, necesito un largo descanso -suspiró de cansancio-.
-Diego: Ay igual yo, llegaré directito a la cama, ya saquen las llaves y abran la maldita puerta que me muero de sueño -dijo bostezando-.
-Temo: Ahí voy, yo traigo las llaves, pero primero debo buscarlas -empezó a buscar en las bolsas de su pantalón- las encontré.
Temo logró encontrar las llaves y las sacó para poder abrir el departamento, pero de tanta adrenalina y emoción en su cuerpo, tiró las llaves.
-Ari: -habló a espaldas de Temo- Las levanto yo...
-Temo: No, yo lo hago, no te preocupes -se agachó a recoger las llaves lo más pronto que Ari-.
-Ari: Si tú lo dices.
Temo aunque hizo muy rápido el movimiento, Aristóteles pudo sentir tan cerca los esculpidos glúteos de su novio y sin más que pensar, los pensamientos de lujuria y deseo se hicieron presentes junto con una pequeña erección.
Consiguió abrir la puerta, Diego y Carlota se adentraron a paso veloz en su respectiva habitación y cerraron la puerta.
Aristóteles no mencionó ni una sola palabra, la calentura causada por Temo estaba en su máximo esplendor.-Temo: Pues buenas noches chicos -cerró la puerta del departamento-.
-Ari: -se aproximó a la cintura de Temo y a la vez acarició sus tonificados glúteos- No sabes lo que acabas de hacer -le susurró en el oído-.
-Temo: -se encontraba recargado en la pared y empujó a Aristóteles a la pared, quedando muy cerca- ¿Sabías que la forma en que me puedes calentar más fácilmente es susurrándome al oído?, y por cierto, no creas que no me di cuenta, pude sentir a tu amiguito haciendo de las suyas, sólo que me controlé por el hecho de que estábamos enfrente de Diego y Carlota, pero ahora si podemos hacer todo lo que quieras, estamos a solas -miró con sensualidad a su novio-.
-Ari: Yo sé perfectamente que te caliento más así, esa es la razón por la que lo hago cada vez que se presenta esta situación, pero ahora por tu culpa, tienes que cumplirme, pequeño travieso -posó su mano en la cabeza de Temo y la dirigió a sus genitales-.
Temo ya estando a escasos centímetros del pantalón de Aristóteles, comenzó lamiendo encima, mojando cada parte de la tela, consiguiendo que el miembro de Aristóteles se pusiera más duro de lo que ya estaba desde hace minutos. Y entonces bajó lentamente la prenda que tanto estorbaba para poder seguir sin más problemas.
El querer tener el miembro del rizado en su boca era incontrolable, así que no perdió su tiempo y no lo pensó más. Los testículos fue lo primero que lamió como si fueran dos exquisitos dulces.-Ari: Uff Temo, vas mejorando cada vez, sigue así -mordió su labio y cerró los ojos para disfrutar mejor la acción-.
Temo continuó después masturbando el miembro con su mano y succionando al mismo tiempo en la parte superior de este.
Así lo fue haciendo durante varios minutos hasta que Aristóteles no aguantó más.
-Ari: Aquí viene Temo, ten tu lechita, toda y solamente para ti- descargó todo su líquido caliente encima de la cara de Temo-.
-Temo: Me encanta, siempre tan deliciosa -relamió sus labios, tragándose todo lo que Aristóteles había echado en su cara-.
Aristóteles optó por subir sus pantalones y cargó a Temo entre sus brazos, aproximándose a la sala. Se acostaron abrazados en el sillón y cayeron rendidos como si nunca hubieran dormido en toda una vida.
-Temo: Te amo mucho, ni en un millón de años lo dejaría de hacer, y si es posible hasta el final de los tiempos lo haré -habló entrecerrando los ojos-.
Aristoteles acercó un poco más el cuerpo de Temo y lo abrazó con más fuerza con miedo a que se fuera a alejar de él o si se lo fuera a quitar alguien desconocido.
-Ari: Lo sé con certeza, de eso no hay duda alguna y estando lo más cerca de ti siempre será mi más grande tesoro.
Bostezaron los dos al mismo tiempo y tal como bebés, fueron cerrando sus ojos con lentitud y no pensaron en nada más.
La lujuria y deseo podría esperar para otro día con más energía.
Perdón por no haber subido capítulo durante mucho tiempo, pero quiero que esto sea un pasatiempo y jo como una obligación, espero lo comprendan.
Creo que ahora si subí esto a otro nivel, pero no sé si les gustó, ¿qué piensan al respecto? 7u7
Espero que les haya gustado este capítulo, si es así, apóyenme con su voto y dándome follow, por favor uwu.
Muchas gracias por el apoyo <3
~sheldgo
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Tahi (+18) || Aristemo (PAUSADA)
FanficEsta historia se desarrolla después de que Aristóteles y Temo llegaron a la Ciudad de México. Los obstáculos para ellos serán muchos, que podrían afectar su relación de meses. También su vida profesional puede tener algunos tropiezos, pero a pesar d...